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La educación en el CEP Opinión

La educación en el CEP

Fernando Balcells Daniels
Por : Fernando Balcells Daniels Director Ejecutivo Fundación Chile Ciudadano
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El martes pasado el CEP de bote en bote en una tarde fría y sobrecalentada. Esta vez,  para escuchar a Mario Waisbluth y Patricio Meller presentando sus libros respectivos sobre la educación en el siglo XXI. Ambas publicaciones fueron comentadas por Valentina Quiroga y Silvia Eyzaguirre.  Sería mucho decir que las propuestas fueron frescas, pero tal vez iniciaron finalmente el debate sobre el paso de la enseñanza al aprendizaje como clave de la educación que se necesita en la actualidad. 

El siglo XXI era el consenso y el dominio de las historias y de las propuestas presentadas. Después de ser paseados con maestría por el porvenir robótico y digital, llegó el turno de las lujosas comentadoras. El pdf de Quiroga no abría. Nadie en la mesa supo como ‘abrir con’, nadie en el staff técnico del centro de estudios pudo solucionar el problema. Finalmente un joven del público se acercó y en tres pasos logró operar la presentación. Fue la ovación más alegre de la noche. Otro joven señaló ‘eso sería todo el comentario que necesitamos’. Los accidentes son la manifestación elocuente de lo esencial. Risas y de vuelta a lo nuestro. 

Terminados los comentarios, se dio la palabra al público para preguntas. El teórico de la educación emocional, Juan Casassus, preguntó: ¿Qué harían ustedes con el Instituto Nacional? Meller, honesto, confesó que él no sería capaz de hacer clases en una escuela y que no tenía respuesta para la pregunta. Waisbluth no contestó preguntas y siguió hablando de las innovaciones que proponía y de como su problema es no haber sabido comunicar lo que él y la Fundación 2020 saben. La brecha de inoperancia entre cierta experiencia teórica y la realidad dramática de la educación quedó expuesta con ternura pero sin consecuencias. 

Las dos comentaristas fueron importantes. Su juventud y su conciencia de los obstáculos institucionales contrasta con la vehemencia y la fe de los más viejos. Silvia Eyzaguirre se internó en el problema maestro de la ‘calidad de la educación’ y antepuso pertinentemente la necesidad previa de debatir sobre los sentidos de la educación. Avanzó luego hacia lo que significa el pensar que se espera de un joven autónomo y capaz de hacerse una idea propia sobre las cosas. 

Han pasado treinta años desde los inicios de esta ronda de reformas educacionales y después de pasar por la renovación de la arquitectura, la gestión administrativa, el liderazgo de los Directores, la dotación de herramientas pedagógicas y por los profesores; a casi 15 años que se documentara la tautología de que la diferencia en la educación se hace ‘en el aula’, recién ahora parece  asomarse un debate auténtico sobre el sentido disciplinario o liberador que puede tener la educación en un país como el nuestro. La próxima estación es buscar correlatos entre lo que hemos ido aprendiendo y lo que somos capaces de cambiar. 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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