Señor Director:
El 26 de abril los maulinos/as podrán de forma inédita en la historia de Chile decidir si desean dotarse de una nueva Constitución por medio de un procedimiento democrático. Nunca antes en la historia se le había consultado al pueblo de Chile si quería o no tener un cuerpo de leyes que definiera sus derechos y las principales instituciones políticas, es una oportunidad que sin dudas está abierta y la profundidad de su capacidad democrática está en disputa tanto en el resultado del plebiscito de abril como en los resultados electorales del órgano constituyente en octubre de este año que inicia.
Hace unas semanas la Cámara de Diputados fortaleció este proceso fijando reglas claras para la elección de quienes deberán redactar la nueva Constitución permitiendo que las mujeres participen conforme a su expresión en la población, es decir, si son más de la mitad del país deben ser la mitad del órgano que fije las normas fundamentales de la sociedad. En el Maule las mujeres representan el 51% de la población ¿por qué deberían haber más hombres fijando las reglas básicas del Estado? No hay razón alguna, sino el mero desprecio a las mujeres para negarse a la paridad en el proceso constituyente. Lamentablemente este avance que dió la Cámara pretende ser frustrado por el Presidente Piñera y Chile Vamos en el Senado.
Ese desprecio a las mujeres en el caso de nuestra región se traduce en muertes, violencia física, sicológica, sexual y económica. Sólo en 2019 el SernamEG atendió a 1731 víctimas, un 15% más que las registradas en 2018, la violencia contra la mujer es un flagelo en el Maule que debe ser detenida con señales claras desde la política, pero al parecer al Presidente Piñera y los Senadores Galilea, Coloma y Castro, todos ellos hombres, no lo ven así o no les interesa.
La gran excusa que dan para no respaldar el trabajo político y técnico serio que se hizo en la Cámara de Diputados para asegurar la paridad de género en el órgano que redacte la nueva Constitución es que “se estaría metiendo la mano en la urna”. Lo cual es absolutamente falso, y lo que ellos proponen es algo mucho más grave: que los ciudadanas y ciudadanos no puedan escoger a sus representantes, sino que sean los mismos partidos políticos quienes designen quienes serán electos sin importar la preferencia ciudadana y sin asegurar en nada la participación de las mujeres en este hito histórico de nuestro país. Cuando proponen desde Chile Vamos que existan listas electorales cerradas proponen que en la redacción de la nueva Constitución quienes sean elegidos resulten de la decisión de los partidos y no de la elección libre de la ciudadanía. No es el momento constituyente para ensayar las listas cerradas, las cuales podrían funcionar en un sistema donde tuviéramos partidos políticos robustos con fuertes normas de transparencia y democracia interna, lo que claramente en partidos como los de Chile Vamos no es así.
Esperemos que los Senadores Castro, Coloma y Galilea recapaciten y demuestren su verdadero compromiso con los derechos de las mujeres Maulinas y no se les postergue una vez más en la historia considerándolas ciudadanas de segunda categoría.
Eliana Adams
Manuel Yáñez