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COVID-19: Los que operan la infraestructura salvarán las vidas humanas y la economía PAÍS

COVID-19: Los que operan la infraestructura salvarán las vidas humanas y la economía

Felipe Ulloa
Por : Felipe Ulloa Consultor internacional en Infraestructura y transportes, profesor de diplomado de extensión Smart Cities, FAU Universidad de Chile, profesor de diplomado de extensión en Inteligencia territorial FEN-FAU Universidad de Chile.
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En el contexto del COVID-19, ciertos sectores de la sociedad han querido plantear un falso dilema acerca de salvar la economía para después salvar las vidas. Este falso dilema no entiende varios aspectos esenciales que dinamizan la economía, entre los cuales se tiene la logística nacional y la logística de última milla. En otras palabras, la Economía de cualquier país es altamente sensible a las cadenas de suministros o logísticas.

En este último sentido, la economía se sustenta sobre las cadenas logísticas de nivel nacional como puertos, carreteras, trenes, aeropuertos y pasos fronterizos; y de última milla como repartidores de bienes y servicios que se desplazan en camiones, vehículos menores, bicicletas o a pie. Cabe destacar que la salud del grupo descrito depende a su vez del buen funcionamiento de los centros de salud con todos sus equipos asistenciales como médicos, paramédicos y auxiliares de salud. Lo relevante es que son las personas quienes hacen funcionar la economía y si estas no están sanas se produce un efecto dominó en donde fallan los eslabones y las cadenas logísticas, y por consiguiente la muerte de la economía.     

En momentos de crisis no solo se deben asegurar los suministros médicos para todos los equipos que operan los centros de salud, sino también se deben generar las condiciones necesarias y suficientes para impedir la infección por COVID-19 de todos aquellos trabajadores de las distintas cadenas logísticas con la finalidad de asegurar la continuidad de dichas cadenas de suministros, tanto alimentarios, como médicos, además de los suministros de combustibles. En este contexto, si Chile no construye una estrategia que asegure las cadenas de suministros, la economía chilena fallecerá por COVID-19 en lo que resta del año.

Al parecer a nivel de Gobierno existe un desconocimiento acerca del modelo productivo agroexportador depende del funcionamiento de los puertos y los trabajadores que ahí se insertan. En el contexto de esta pandemia es importante mantener el funcionamiento de los puertos y los turnos de trabajo, entregando equipamiento a los trabajadores para permanecer en ambientes limpios de infección, pues si ellos se enferman por COVID-19, se cortan las cadenas de suministro de alimentos y de combustibles con los impactos negativos que esto conlleva.

Como es sabido el PIB se compone aproximadamente por el aporte de un 10% de parte del gobierno, más de un 60% del aporte proveniente de los hogares, es decir, de todos los trabajadores de Chile, de un 15% de la inversión (publico/privada) y finalmente un 15% de las exportaciones netas (diferencia entre exportaciones e importaciones). Es por ello, que si se enferman los trabajadores impactará negativamente en el 60% del PIB y si estos trabajadores además trabajan en las cadenas logísticas, no solo se cortaran dichas cadenas, sino que caerá la economía completa.

La economía la hacen los habitantes del país, ellos son la economía real, puesto que, si se enferman las personas, no habrá economía. Entonces se debe salvar a las personas para salvar la economía, a través de la elaboración de estrategias que aseguren la buena salud de todos los trabajadores y especialmente de quienes trabajan en salud y de aquellos que dan sustento a la infraestructura y a las cadenas logística. Pues sin ellos nadie podría “teletrabajar”

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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