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Covid-19 y sistema público de salud

Por: Ximena Luengo, Alberto Larraín y Jaime Burrows


Señor Director: 

La Pandemia por el Nuevo Coronavirus-19 que estamos viviendo, nos enfrenta a enormes desafíos, producto de nuestro desconocimiento sobre la enfermedad y las múltiples incertidumbres que esto genera. Sobre la marcha, hemos aprendido sobre sus diversas manifestaciones clínicas; sobre su comportamiento epidemiológico y las mejores estrategias para poder controlarla; estamos probando y generando evidencia sobre cuál/es serían los mejores tratamientos; impulsando con rapidez la investigación para el desarrollo de vacunas preventivas; creando o multiplicando rápidamente nuevos dispositivos de salud que puedan cubrir las necesidades actuales. Todo lo anterior acompañado también de múltiples dilemas éticos, como por ejemplo cómo equilibrar las medidas restrictivas de salud pública con el fin de cuidar la salud y proteger la vida de la población, versus cómo se cuida que los efectos en la economía no terminen siendo más dañinos para la población.

Nuestro país tiene factores que contribuyen a que podamos surfear mejor esta ola. Contamos con un sistema público de salud que, a pesar de todos los embates recibidos, sigue sólidamente sustentado en profesionales y técnicos de la salud muy bien preparados y comprometidos. Del mismo modo, Chile dispone de especialistas altamente calificados y reconocidos a nivel internacional, dispuestos a asesorar a las autoridades y, a presionar si es necesario, para la adecuada toma de decisiones. A lo anterior se suma el ir detrás del proceso vivido en el hemisferio norte, lo que nos permite beneficiarnos de las lecciones aprendidas en otros países.

Con todo, quizás el factor más relevante para enfrentar la crisis, es la larga y extensa tradición de salud pública de la población chilena, que se beneficia de una cultura de responder a las indicaciones de la autoridad sanitaria cuando de cuidar su salud se trata. Sin embargo, es posible que las nuevas generaciones, que nacieron en una época en que los riesgos de salud por enfermedades infectocontagiosas estaban más controlados, les cueste más responder adecuadamente a los requerimientos de aislamiento hasta que esto no les haga realmente sentido. Al respecto, informaciones poco consistentes respecto de las medidas tomadas por las autoridades, así como avalanchas de datos sin filtro en las redes sociales, no ayudan a que puedan alinearse con las medidas sanitarias indicadas.

Si alguna certeza tendremos al final de esta pandemia, es la obligación de rescatar y reforzar nuestro Sistema Público de Salud como un bien intransable, así como la necesidad de replantearse el modo de organización del Sistema de Salud chileno, reforzando el rol de la Autoridad Sanitaria, tanto a nivel nacional como regional, fortaleciendo su liderazgo, credibilidad y capacidades técnicas.

Dra. M. Ximena Luengo Ch.

Dr. Alberto Larraín

Dr. Jaime Burrows

Centro Albert Einstein

Universidad Autónoma de Chile

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