Y las librerías de barrio, ¿cuándo?
Señor Director:
Dada la contingencia sanitaria, la demanda por servicios de despacho a domicilio ha aumentado exponencialmente y, debido a la consecuente crisis económica, todos nos estamos ajustando el cinturón. Si aplicamos esta lógica al momento de comprar un libro, lo más probable es que optemos por comprar en el negocio que nos ofrezca tanto servicio de envío, como el mejor precio posible. Esto perjudica significativamente a las librerías de barrio, especializadas e independientes, las cuales muchas veces no tienen la infraestructura necesaria para el delivery, ni margen para hacer ofertas o dar descuentos.
Ante esta situación, y considerando que esta nueva realidad llegó para quedarse, la política del precio único se perfila como una posible respuesta que ya ha sido exitosamente implementada en países tales como Italia, Alemania, Francia y España.
También conocido como «precio fijo» o «precio de tapa», es un sistema donde el precio de los libros es fijado por la editorial que los publica, y no puede ser vendido a otro precio por un determinado periodo.
La diversidad de librerías y editoriales son parte de la identidad cultural de un país y esta estrategia busca protegerlas de los gigantes como Amazon y Buscalibre. Adicionalmente, en Chile una ley de precio fijo tendría un impacto positivo en términos de descentralización, teniendo en cuenta que, actualmente, existe una considerable diferencia entre los precios de los libros en regiones, en comparación con la capital.
Por último, a quienes esgrimen el argumento de la libre competencia, les pregunto: ¿qué competencia están defendiendo? Ya que el statu quo solo beneficia a los grandes conglomerados, mientras que la política de precio fijo permite equiparar la cancha y que la competencia sea en términos de la calidad del servicio, la atención al cliente y la publicidad.
Martina Majlis S.