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Cuatro desafíos ineludibles para las energías renovables Crédito: Archivo

Cuatro desafíos ineludibles para las energías renovables

Álvaro Andrade G.
Por : Álvaro Andrade G. Abogado asociado de Ecija Otero.
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En el contexto de crisis climática y grave sequía que vive la zona central de Chile, (ante lo cual se evaluó reabrir centrales a carbón que ya se encuentran retiradas), el retiro paulatino y gradual de las centrales a carbón, unido al potenciamiento en el ingreso de nuevos proyectos de ERNC tendrán un rol vital para lograr la ansiada carbono neutralidad en materia energética y así fortalecer una de las políticas públicas más importante en materia de acción climática y ambiental que ha adoptado Chile.


Chile vive un crecimiento acelerado en materia de energía renovable, lo que ha motivado a autoridades e industria a ponerse metas cada vez más ambiciosas. En 2013 el Estado se propuso que en 2025 el 20% de la matriz energética debía tener su origen en ERNC. Cuatro años antes, esa cifra se ha superado con creces, alcanzando el 24,6% de la energía total. Hoy el Ministerio de Energía busca retirar y/o reconvertir la mitad de las centrales generadoras a carbón en el año 2025, siendo uno de los ejes estratégicos principales para combatir el cambio climático y lograr la Carbono Neutralidad para 2050.

El país se acerca -merced a sus acertadas políticas de Estado, las cuales han sido transversales a los gobiernos-, a la sustitución de su matriz energética por una completamente renovable. Sin embargo, la meta de 2050 está plagada de desafíos ya que, no se puede bajar la guardia ni obviar algunas dificultades, tales como tramitaciones administrativas extensas con demasiados organismos intervinientes, falta de mano de obra calificada en algunos proyectos, y los problemas derivados de la sequía, entre otras.

[cita tipo=»destaque»]El país requiere avanzar en la calificación de mano de obra local para las etapas de construcción y operación de estos proyectos (incluso, elevándolo a compromiso ambiental voluntario, en el marco de los procesos de calificación ambiental). De esa manera se potenciarán las economías y los mercados laborales locales cercanos al área de emplazamiento de los proyectos, mejorando la relación con las comunidades, sin perder el foco en la sostenibilidad y el cuidado medio ambiental. Además, la profesionalización de la actividad reduciría el problema de informalidad, inestabilidad y deudas que está afectando a las MiPymes que prestan servicios en el sector.[/cita]

A junio del año 2021, se encontraban en calificación ambiental algo más de 650 proyectos, de los cuales 332 corresponden a proyectos del sector energía (en 2018 ingresaron 142 proyectos de energía, y en 2019 y 2020 se contabilizaron 383). Ante la oleada de proyectos energéticos -influenciada también por la positiva introducción de los denominados “Pequeños Medios de Generación” (PMG)- es fundamental fortalecer al Sistema de Evaluación Ambiental y dotarla de recursos económicos y humanos con el fin de no dilatar la evaluación ambiental, sin disminuir su eficiencia ni las exigencias en la evaluación.

Por otro lado, ante el desafío de la variabilidad de la energía renovable, la estrategia de flexibilidad elaborada por el Ministerio de Energía en conjunto con la Comisión Nacional de Energía apunta en la línea correcta. En efecto, ante esta nueva realidad es imprescindible que el sistema eléctrico tenga la habilidad para adaptarse a condiciones de variabilidad, manteniendo un equilibrio entre oferta y demanda de energía eléctrica, de forma confiable y costo eficiente, en todas las escalas de tiempo.

Asimismo, el país requiere avanzar en la calificación de mano de obra local para las etapas de construcción y operación de estos proyectos (incluso, elevándolo a compromiso ambiental voluntario, en el marco de los procesos de calificación ambiental). De esa manera se potenciarán las economías y los mercados laborales locales cercanos al área de emplazamiento de los proyectos, mejorando la relación con las comunidades, sin perder el foco en la sostenibilidad y el cuidado medio ambiental. Además, la profesionalización de la actividad reduciría el problema de informalidad, inestabilidad y deudas que está afectando a las MiPymes que prestan servicios en el sector.

Por último, en el contexto de crisis climática y grave sequía que vive la zona central de Chile, (ante lo cual se evaluó reabrir centrales a carbón que ya se encuentran retiradas), el retiro paulatino y gradual de las centrales a carbón, unido al potenciamiento en el ingreso de nuevos proyectos de ERNC tendrán un rol vital para lograr la ansiada carbono neutralidad en materia energética y así fortalecer una de las políticas públicas más importante en materia de acción climática y ambiental que ha adoptado Chile.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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