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Inteligencia Artificial: reconversión para evitar la sustitución Opinión

Inteligencia Artificial: reconversión para evitar la sustitución

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Maurizio Pancorvo
Por : Maurizio Pancorvo Experto en IA Socio fundador de BackSpace
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La transición hacia la IA requerirá un esfuerzo conjunto de autoridades, empresas e instituciones educativas.


Si bien la Inteligencia Artificial (IA) ha dejado de ser una novedad y se ha convertido en una conversación recurrente, cabe cuestionarnos si estamos tomando las medidas adecuadas para maximizar su potencial.

Un reciente estudio de Ipsos reveló que el 38% de los chilenos cree probable que la IA los reemplace en sus trabajos en los próximos cinco años. El número es muy cercano a un sondeo realizado por la Mutual de Seguridad y Microsoft, donde el 41% de los trabajadores siente inquietud por la posibilidad de que la IA sustituya sus funciones.

La IA promete revolucionar la forma en que vivimos y trabajamos y su impacto será profundo y duradero. Por eso, son cada vez más las empresas que la integran a sus operaciones, sin embargo, no parece tan evidente la inquietud por preparar a la fuerza laboral de cara a este nuevo paradigma.

Y es que el riesgo de sustitución pronto puede pasar de ser una preocupación a una realidad si no tomamos medidas para la reconversión de los trabajadores. No se trata solo de disminuir la pérdida de empleos, sino también de evitar profundizar las desigualdades ya existentes en el mercado laboral.

De acuerdo con un estudio de Revelio Labs, los puestos ocupados por mujeres serían los más expuestos a sustituirse por herramientas de IA, puesto que ellas tienden a realizar en mayor proporción tareas administrativas y vinculadas a recursos humanos, labores repetitivas y susceptibles de reemplazo. El impacto con perspectiva de género es especialmente preocupante cuando hablamos de IA, ya que diversos estudios han alertado sobre cómo esta tecnología tiende a replicar estos sesgos presentes en la sociedad y que durante décadas hemos trabajado por revertir.

Más allá de evitar profundizar brechas, es necesario entender que el cambio nos afectará a todos. Contrario a lo que podría pensarse, cargos de alta calificación -profesionales de los negocios, directivos, de la ciencia y la ingeniería- también están expuestos a la sustitución de sus tareas, según las Perspectivas de Empleo 2023 de la OCDE. El mismo estudio ofrece un horizonte optimista: la IA reemplazará mano de obra humana, pero también tiene el potencial de crear nuevos empleos.

Es urgente prepararse para ambos escenarios. La transición hacia la IA requerirá un esfuerzo conjunto de autoridades, empresas e instituciones educativas. En el ámbito de la formación, exige el desarrollo de habilidades desde la educación más básica para, en las etapas terciarias, incorporar nuevas carreras y asignaturas transversales que entreguen a los futuros profesionales habilidades para esta nueva era. Evaluar brechas e incorporar decididamente la formación continua es un compromiso que debe interpelar a los empleadores. Las autoridades gubernamentales, en tanto, tienen el desafío de revisar su oferta de capacitaciones, especialmente la destinada a grupos con menor calificación, y generar el marco legislativo que promueva mercados laborales inclusivos y seguros.

Solo así podremos aprovechar plenamente las posibilidades que la IA ofrece y asegurarnos de que nadie quede rezagado en este proceso de transformación.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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