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¿Hacia dónde va nuestro comercio agroalimentario? Opinión

¿Hacia dónde va nuestro comercio agroalimentario?

Eduardo A. Santos Fuenzalida
Por : Eduardo A. Santos Fuenzalida Experto internacional en asuntos de comercio
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Prioricemos los mercados a los cuales podemos exportar productos agrícolas y alimentos con alto valor agregado.


Tengo la impresión de que el reciente anuncio del Ministerio de Agricultura indicando que estaría próximo a abrir una Agregaduría Agrícola en Vietnam (Revista del Campo, “Chile Refuerza su apuesta por Vietnam”; 4 de diciembre) es una categórica indicación de que perdimos el rumbo en nuestro comercio agroalimentario y de que abandonamos el capítulo del Programa de Gobierno que propone modificar el perfil y la base de un comercio basado -principalmente- en la explotación de recursos naturales. En una reciente Columna de Opinión (El Mostrador, 18 de diciembre) ya expresé mi “sorpresa” antes la noticia que la Revista del Campo (generosamente) ayudó a difundir. Destaqué que esa Agregaduría es un tremendo error y es -simplemente- más de lo mismo. En las notas que siguen, intento explicar porque creo que es un error y, más importante, en qué dirección deberíamos movernos. Personalmente, dudo que Vietnam sea prioritario para la economía chilena (excepto, posiblemente, para algunas empresas) y es un pobre uso de escasos recursos públicos utilizables en la apertura de mercados y en el fomento de las exportaciones agroalimentarias … de unos pocos. Además, creo que es una mala señal de nuestras prioridades en materia de política comercial agroalimentaria, y muestra que estamos renunciando a la posibilidad de modificar la matriz exportadora agroalimentarias, que debería agregar más valor a las exportaciones de nuestros recursos naturales.  

Para empezar -citando a MINAGRI- la Revista del Campo destaca el gran potencial que tendría Vietnam como posible importador de productos agrícolas chilenos. Lamentablemente, las cifras de la base de datos de la ONU – ITC, no “cuadran” con el entusiasmo mostrado por el artículo de la Revista del Campo. En la actualidad, el “mercado agroalimentario’ de Vietnam ya está “arrinconado” por un pequeño grupo de países. En general, cuatro países (EE.UU.; Australia; China e India) participan con aproximadamente un tercio de las importaciones agroalimentarias de Vietnam y el resto -en pequeñas proporciones- un gran número de países. El total de estas importaciones alcanzó a $25.501 millones de dólares (promedio anual, durante 2020 – 2022). Según la ONU – ITC, las exportaciones de Chile solo alcanzarían a un promedio de aproximadamente $121 millones de dólares, muy por debajo de lo indicado en la Revista del Campo. Cabe destacar, no obstante, que China incrementó sus exportaciones agroalimentarias de -aproximadamente- $1.495 millones de dólares en 2012, a casi $2.331 millones en los últimos 10 años, pasando a ocupar el segundo lugar, muy cerca de Estados Unidos. 

Pero eso no es todo, pues las cifras anteriores “ocultan” parte importante del perfil de las importaciones de productos agroalimentarios de Vietnam, donde la concentración por rubros es mucho mayor como, por ejemplo, en las importaciones de frutas y carnes, que son los mercados de interés de Chile. En el último rubro, dos tercios de las exportaciones corresponden a India, EE.UU., Brasil, Australia y Canadá, en ese orden de importancia, mientras que en las frutas -y casi en la misma proporción- los exportadores principales corresponden a Camboya, Costa de Marfil, China, EE.UU. y Gana. En cuanto a las carnes, la posibilidad de competir con India, los EE.UU., Brasil, Australia y Canadá en las exportaciones del rubro de bovinos es muy limitada y se buscan los nichos de carnes de aves y cerdos, donde también se debería competir con los EE.UU. Canadá y Brasil. Según la Revista del Campo, el interés principal en las frutas estaría en uvas de mesa, kiwis y cerezas

Definitivamente, no veo -o, más bien, no quiero creer- los motivos por los cuales se estaría adoptando la decisión de priorizar a Vietnam. Reitero lo dicho arriba: esto es simplemente seguir haciendo “más de lo mismo” en materia de desarrollo del comercio agrícola y alimentarios ¿Dónde está el rol de las políticas públicas en materia comercial? ¿Por qué priorizamos el comercio agroalimentario con Vietnam? Creo que este caso es grave, pues no encuentro que exista ninguna evidencia de que “el mercado” nos estaría “llevando” en esa dirección: en Vietnam no será fácil el acceso –y lo destaca el artículo ya mencionado- y, en materia de competencia, estamos llegando muy tarde y ella será muy dura. Sí, claro, se tomó la decisión de “ir por Vietnam”. Pero ¿por qué Vietnam? ¿Existe algún estudio que nos “informe” de la importancia comercial que podría tener el mercado agroalimentario de Vietnam? Me atrevo a sugerir que no. Si me equivoco, pediría disculpas públicas a ese respecto. Por el contrario, existen otras posibilidades de utilizar los limitados recursos públicos que existen y -más importante- para modificar nuestro patrón exportador agrícola y alimentario, y agregar valor a nuestras exportaciones, incorporando a los pequeños y medianos productores rurales al comercio, y protegiendo los recursos naturales, que ya explotamos al límite

A la fecha de escribir esta Columna de Opinión, MINAGRI – ODEPA informan que había 10 Agregadurías Agrícolas, ubicadas en Brasil, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Indonesia, Japón, la Unión Europea, India, México y Rusia, las 3 últimas aparentemente vacantes desde hace varios meses. Me sorprendió el anuncio de la “apertura” de Vietnam, teniendo en cuenta el tiempo que hemos estado sin Agregados Agrícolas en India, México y Rusia. Esto nos lleva a otro tema vinculado con esta conversación: “la falta de un Servicio Profesionalen MINAGRI que -entre otras tareas- desarrolle una labor sistemática de apertura y desarrollo de mercados agroalimentarios de interés, dando continuidad al trabajo de las Agregadurías, así como a la formulación e implementación de una estrategia comercial actualizada para el sector agroalimentario, consiste con el Programa de Gobierno, “capacidades” ausentes en la SUBREI. Así, se evitaría la improvisación -como creo ocurre en esta ocasión- y también, la tentación de nominar a “pitutos” y protegidos políticos, como ha sucedido en ocasiones, en todas las Administraciones. Pregunto ¿Existió “coordinación” con PROCHILE y la SUBREI, para la nueva Agregaduría en Vietnam? Da la impresión que ello no ocurrió, pues -dada la “prioridad” comercial que creo tiene Vietnam para nosotros- esta labor bien podría asumirla la Oficina de PROCHILE ¿Como se financiará esta nueva Agregaduría?  

Creí haber entendido que esta Administración intentaría “apartarse” del modelo exportador basado -en lo fundamental- en la exportación de productos primarios y de recursos naturales de bajo valor agregado. La apuesta por Vietnam no se “aparta” del modelo. Más bien, son otros países en los que -debido a diversos cambios sufridos en los hábitos de consumo de su población- han surgido nichos y un creciente mercado para productos elaborados con “atributos” de calidad que podemos alcanzar y cumplir. A estos países ya podemos acceder con alimentos de mayor valor agregado y para venta directa a consumidores. Un claro ejemplo -y que, conozco bien- es el de los EE.UU.: a este mercado podemos exportar prácticamente todos los productos de la agricultura e industria de alimentos que se producen comercialmente en Chile

Irónicamente -no obstante- no lo hemos aprovechado comercialmente: nuestra política de desarrollo y de promoción de exportaciones ha sido muy reiterativa y centrada en sólo unos pocos centros urbanos y mercados de la Costa Atlántica y del Pacífico. Y creo que nuestra industria -con algunas excepciones- no ha hecho todo lo necesario al respecto (admitido por sus gremios en más de una ocasión). De hecho, no hemos explorado sistemáticamente el corazón y los mercados regionales de los EE.UU., y el esfuerzo ha estado centrado en los mercados para nuestros productos más tradicionales. Hemos innovado poco, y hemos ido perdiendo participación y presencia en el mercado, incluyendo el de nuestro producto “estrella” (vino) en que -literalmente- nos “sacaron” de las estanterías de tiendas y supermercados, para dar lugar a las ventas de vinos argentino. Hicimos un tremendo esfuerzo para ingresar y abrir el mercado los EE.UU. y no estamos aprovechando las oportunidades creadas ¿Por qué no exploramos mejor y aprovechamos estos mercados? La apuesta por Vietnam no agregará valor a nuestras exportaciones y sólo parece intentar “compensar” pérdidas sufridas en los mercados tradicionales. Dicen que las empresas van donde estiman que hay buenos negocios. Sí, que lo hagan, pero ¿debemos pagar todos nosotros por esa “apuesta”? 

Un ejemplo que utilizo con frecuencia para explicar la agregación de valor en el proceso de exportación es la diferencia que existe en el precio de exportación del producto a granel y el de ese mismo producto envasado para el consumo y venta en supermercados o tiendas de alimentos. Dependiendo de los “atributos” que puedan ser destacados o certificados para la venta en tiendas, el precio puede llegar a ser varias veces mayor. Y la miel es un buen ejemplo: a la fecha -según el USDA– Chile exportó en este año, 3.338 kilos por un valor promedio de $9.6 dólares el kilo. En tiendas, ese mismo producto, con una presentación y envase que destaque atributos especiales, puede valer $10 o $12, dólares (o aún más) en envases de 250 gramos. Lo he visto en todo tipo de alimentos y bebidas: sal de mesa de regiones descritas como “exóticas”; aguas filtradas, producto de las lluvias en islas del Pacifico Sur; “aguas del Ártico” para cubitos de hielo; conservas de “productos de la pesca artesanal” de pueblos nativos del Ártico; y cervezas artesanales, entre muchos otros. Los ejemplos sobran, y nuestro potencial es enorme y algunos, poco conocidos, como la miel de Isla de Pascua, la muy famosa “Easter Island”, para otros. ¿Hemos explorado “seriamente” exportar los productos de las Tiendas Mundo Rural de INDAP? Son excepcionales, y tienen su origen en la Agricultura Familiar Campesina. 

Invito a reflexionar acerca de estos temas, la posible “apertura” de la Oficina en Vietnam y dónde deberían estar las prioridades de MINAGRI. Si efectivamente queremos modificar el modelo productivo – exportador que hemos heredado, prioricemos los mercados a los cuales podemos exportar productos agrícolas y alimentos con alto valor agregado. Utilicemos los recursos que se propone usar en Vietnam, en un programa que nos permita colocar -con éxito- en Norteamérica, los productos de la Agricultura Familiar Campesina y Tiendas Mundo Rural. Los grandes ya son grandes, y pueden “ir por la suya”.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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