Señor Director:
Como parte de mis estudios alguna vez en el colegio me enseñaron que los medios de comunicación, en general, tienen la misión de informar, entretener y formar opinión. Es en este punto donde debe considerarse que, quien creció conociendo sólo la radio, periódicos y televisión como únicas fuentes fiables de información, se sorprenda negativamente de la calidad de los medios actuales: Mientras un canal muestra veinte veces el video de un portonazo, y otro ocupa la mitad de su tiempo en mostrar los goles del campeonato de fútbol local, descubrimos que las funciones antes descritas no se están cumpliendo. Como bien dijo Marcelo Segura, los noticieros están jodidos, más preocupados de entretener que de informar (o formar opinión con hechos comprobables).
En esa línea, debe considerarse que, a diferencia de otros tiempos, los medios de comunicación en general se ven expuestos a costos y gastos fijos: desde el hosting y la promoción de contenidos para los medios más humildes, al pago de personal, instalaciones y equipamiento para los medios más grandes, por lo que es natural que, independiente de su línea editorial o el enfoque que tengan, necesiten de material para presentar a un público cautivo. Además los medios deben lidiar con la presión propia de la época en que vivimos, en donde deben ser los primeros en mostrar lo que está pasando. Así es que descubrimos medios a los que les conviene que pasen ciertas cosas, que disfrutan de las polémicas, del video de la última marcha donde hubo destrozos millonarios, o del accionar de fuerzas especiales en la zona de conflicto mapuche. Los medios deben mostrar algo a su público, pero además deben ser los primeros en mostrar un contenido de calidad y que interese a su audiencia. Tener la infraestructura y prestigio añejo de otros tiempos no basta en un contexto donde cualquier persona es libre de abrir un medio digital para competir en igualdad de condiciones con ellos, y en el afán de competir con ellos incurren en malas prácticas como las ya señaladas.
Aquí, los medios televisivos tienen una ventaja única: Simplemente tienen algo más de tiempo hasta la siguiente edición para entregar un reporte al menos decente de lo que ocurre. Mientras el medio independiente vomita torrentes de información sin procesar, el periodista del noticiero televisivo debería ser capaz de contar hasta tres, verificar la información que entrega, y ser un ejemplo para quienes hoy en día juegan a ser periodistas, preocupados de generar índices de audiencia antes que de cumplir un rol informativo, educador y de generar opinión en bases fundamentadas, algo muy necesario para enriquecer el debate actual.
Gustavo Rebolledo
