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El registro social de hogares: un gran obstáculo para la ayuda de emergencia

Por: Carola Rivero


Señor Director: 

Desde marzo, junto con un grupo de voluntarias y dirigentes sociales de la comuna de Independencia, hemos estado en la tarea de facilitar la actualización del Registro Social de Hogares (RSH), de modo que refleje, lo más fiel posible la realidad de una familia. Labor realizada, en tiempos de pandemia, de manera remota, para acceder a los anuncios de bonos y beneficios sociales, de forma de paliar el crudo panorama que la crisis económica está dejando.

El RSH es un instrumento que mide a la población para saber en qué porcentaje de vulnerabilidad se encuentra, con el fin de catalogar a una familia y focalizar las políticas públicas en la emergencia actual. Heredera de la Ficha CAS y de Protección Social. Por ello este instrumento debe poder reflejar las actuales condiciones de una familia: Cesantía, falta de ingresos formales o informales, cambio en la composición familiar, discapacidades.

Hoy, en un tiempo muy breve, la realidad de las familias ha cambiado drásticamente, y existe una necesidad urgente y dramática de actualizar esos datos. Pero la desazón para muchos de los afectados, es que el RSH ha representado variadas e importantes trabas para ello. Algunas de estas son las siguientes:

La responsabilidad de la actualización recae en la propia familia. Es decir, de tener su registro al día, labor para lo cual el Estado se desentiende. Esto supone como condición, acceso a internet y conectividad, o que en este tiempo no se haya  suspendido el servicio, en medio de las circunstancias. Según cifras de Subtel, un 15% de las familias no tiene cobertura. Lo que puede ser poco en término absolutos, pero alto a la hora de llegar a los sectores más vulnerables, que son justamente a los que apunta los esfuerzos de focalización de emergencia, lo que resulta un evidente contrasentido.

Para realizar la actualización, no solo se debe dar información, sino entre otras, firmar una declaración jurada. No siendo suficiente, usted debe demostrar lo que señala, y para eso debe incorporar algunos documentos. Ojalá que usted tenga escaneado o copia de certificados o escrituras, que debe adjuntar. Un estudio de la OCDE del 2019 indicó que el 42% de los chilenos carece de las herramientas básicas para la economía digital. No resulta difícil señalar que esto se acrecienta justamente en los sectores que ahora necesitan  urgente ayuda.

Si se logra actualizar el RSH, esta información llega al depto de estratificación social del municipio, donde es evaluada por las profesionales. Si en tiempos normales, a modo de ejemplo, estas solicitudes eran de 30 semanales, hoy es de 500 diarias. Como en todo, los funcionarios municipales, están colapsados y estresados, con turnos éticos, cuarentenas obligatorias y entregando cajas de alimentos. Por lo que la capacidad humana y profesional está seriamente reducida. Pero si aún así, vencidos estos escollos, se logra la evaluación por la oficina de estratificación municipal, el RSH se va al Ministerio de Desarrollo Social, en donde vuelve a ser evaluado para la ponderación final.

A propósito del nuevo acuerdo para el nuevo monto para el IFE, no existe claridad respecto de cuándo es la información de corte para la calificación. Justamente en periodos donde la vulnerabilidad empieza a hacerse más presente en muchos hogares. Existen también muchas denuncias respectos de familias y personas, que señalan que sus porcentajes de vulnerabilidad han sido alterados en forma unilateral, y que no se corresponde con su realidad actual.

Según información oficial un porcentaje importantes de bonos COVID aún no son cobrados. ¿Es plausible pensar que no lo necesiten? Por supuesto que no. Si el Estado y sus instituciones tienen la información al detalle de los hogares y sus integrantes, ¿se han contactado y avisado de esta situación? ¿Que hay recursos y ayudas de emergencias que se encuentran apozadas? Me temo que no.

Si el Estado, en primera instancia, tiene datos precisos de la situación social de las familias e integrantes, la asignación podría ser mucho más expedita y urgente, tal como imperiosamente se necesita. Es decir en forma automática. Sin necesidad de postulaciones. Cuál es el  sentido de esta, en situaciones que al Estado le consta su vulnerabilidad. ¿Ahorrar recursos?. De esta manera además se podrían liberar importantes medios profesionales para resolver y dirimir casos específicos, como de aquellos en los cuales su situación ha variado, y que no constan aún para el Estado. Es decir, susceptibles de actualización con la gestión del Estado y sus instituciones.

De no enfrentar esta situación, en tiempos de dramática emergencia, el RSH puede terminar de  constituirse, al contrario de su propósito, en una traba a veces imposible de eludir, que limita el acceso justo a un derecho social y a una ayuda que se necesita con urgencia prontitud.

 

Carola Rivero

Dirigente Red Ciudadana Mejor Independencia

@mejorindepe

Concejala de Independencia

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