Pepe Mujica
Señor director:
Algunas personas pueden tener muchas diferencias ideológicas con Pepe Mujica, pero hay algo que no se puede negar: fue un maestro de la cuña. No necesitaba discursos grandilocuentes; bastaba una frase breve, cargada de sentido y crudeza, para hacernos reflexionar. ¿Mis favoritas? “Pobres son los que quieren más, los que no les alcanza nada. Esos son pobres, porque se meten en una carrera infinita. Entonces no les va a dar el tiempo de la vida”; y “en mi jardín, hace décadas que no cultivo el odio porque aprendí una dura lección que me impuso la vida: que el odio termina estupidizando, porque nos hace perder objetividad frente a las cosas”.
Mujica dominó el arte de comunicar con simpleza, sin necesidad de sobreactuar ni de apelar al barroco. Y eso lo vuelve una figura clave para quienes enseñamos comunicación política: su estilo nos recuerda que comunicar bien no requiere hablar en difícil, que la buena labia no puede ser monopolio de ningún sector, y que la política necesita ideas claras más que consignas cargadas de fanatismo.
Roberto Munita Morgan
Director de Administración Pública UNAB