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Los números de la urgencia fiscal

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Por: Nicolás Garrido


Señor Director:

Para estabilizar las finanzas públicas, el CFA sugiere en el último Informe de Evaluación de Sostenibilidad Fiscal de Mediano Plazo que el Estado debe reducir el gasto en casi US$6.000 millones hasta 2029; es decir, US$1.500 millones por año.

Para comprender la magnitud de este recorte, recordemos que el año pasado los ingresos fiscales bordearon los US$69.000 millones, mientras que los egresos US$77.000 millones; en simple, el déficit fue de US$ 8.000 millones. Además, entre 2022 y el presupuesto de 2025 el aumento del gasto ha sido de 35%, en circunstancias de que la población —según datos del Registro Civil— creció un 2% en el mismo periodo. 

¿Qué se observa a simple vista? Una expansión del Estado muy por encima del crecimiento demográfico, y probablemente también de su capacidad estructural de financiamiento.

Esta expansión no ha sido caprichosa, responde a políticas que intentan corregir déficits sociales persistentes; sin embargo, el gobierno no ha prestado la misma atención a las limitantes económicas: productividad estancada hace más de una década, crecimiento modesto, y 15 de los últimos 17 años con un gasto estructural por sobre los ingresos estructurales. A esto se suma que en los últimos cuatro años la salida neta de capitales ha superado los US$8.000 millones.

Para darle sostenibilidad a una agenda social robusta es necesario resolver los problemas en torno a la baja inversión, la debilidad institucional para generar consensos fiscales y a un sistema productivo con limitada capacidad de innovación.

Además de las cifras fiscales, el próximo gobierno deberá tomar el desafío político de construir un nuevo pacto que permita crecer para redistribuir, y no redistribuir lo que no se genera.

Nicolás Garrido

Director Instituto de Políticas Económicas FEN U. Andrés Bello

 

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