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Contaminantes invisibles: hacia un consumo informado y seguro

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Por: Jonathan Marcelo Suazo Hernández


Señor director:

Me dirijo a usted con el propósito de destacar un tema de creciente relevancia en el contexto medioambiental y de salud pública. Esto se relaciona con la necesidad de que los consumidores estemos plenamente informados sobre los materiales y compuestos químicos presentes en los productos que adquirimos a diario.

En esta era de consumo acelerado, el plástico se ha integrado profundamente en nuestra vida cotidiana. Actualmente lo encontramos en prácticamente todo, desde envases hasta utensilios domésticos. Sin embargo, esta aparente comodidad tiene un alto costo ya que la mayoría de las personas desconoce la composición de estos materiales y las implicaciones que esto puede tener para la salud y el medio ambiente, tanto a corto, mediano y largo plazo.

Personalmente, considero que uno de los problemas más críticos que debemos afrontar radica en la presencia de compuestos químicos potencialmente peligrosos contenidos en muchos plásticos de uso cotidiano. Entre ellos se encuentra el bisfenol A (BPA), ampliamente reconocido, y los ftalatos, clasificados como disruptores endocrinos.

Pero, ¿Qué son los disruptores endocrinos?, pues bien, estos son compuestos químicos que se encuentran comúnmente tanto en plásticos rígidos como flexibles y que pueden migrar hacia los alimentos, bebidas o liberarse hacia el ambiente, generando una serie de riesgos a largo plazo para la salud humana. Se ha determinado que la exposición a estas sustancias está vinculada a diversos trastornos hormonales, enfermedades metabólicas y problemas reproductivos.

Ante esta realidad, los invito a resaltar la importancia entorno a la educación del público en cuanto a materias de seguridad ambiental, específicamente sobre la composición y riesgos asociados a los plásticos. Estoy convencido que fomentar el conocimiento en estas materias, contribuirá a una mayor conciencia en salud pública y sostenibilidad ambiental. Elegir informados es, sin duda, el primer paso hacia un cambio necesario y profundo.

Jonathan Marcelo Suazo Hernández

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