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El fútbol chileno se aprovecha sin pudor de la crisis social Opinión

El fútbol chileno se aprovecha sin pudor de la crisis social

Pero nada debe darse por definitivo. El próximo viernes habrá un nuevo consejo de presidentes y todo podría cambiar otra vez. Además de las bases de los torneos, se estudiará si se incorporan coeficientes de rendimiento en Primera B, para favorecer a los equipos que tuvieron mejores campañas en 2019 y, se verá también qué pasará con la segunda división.


El fútbol chileno ha dado un gran paso en falso al terminar abruptamente la temporada 2019. Al amparo del terremoto social que sacude al país desde hace un mes y medio, sus dirigentes aplicaron el adagio que «a río revuelto ganancia de pescadores» para favorecer a los mismos de siempre y perjudicar a otros, privándoles de sus derechos ganados en la cancha.

En el consejo de presidentes -donde los votos de los clubes de la serie de honor valen el doble que aquellos de la Primera B- los mandamases del fútbol decidieron acomodar las cosas, con el aparente propósito de anular el eventual descenso de alguno de ellos y no disminuir el dinero que les llega desde el Canal del Fútbol (CDF), la gallina de los huevos de oro del balompié chilensis. Dividir por 16 supone más que hacerlo entre 17 o 18, indica la lógica.

Para los perjudicados, los dirigentes actuaron igual que las bandas de saqueadores que se camuflan en las manifestaciones pacíficas para cometer sus latrocinios.

[cita tipo=»destaque»]En principio, Palestino y Unión La Calera irían también a la Libertadores como Chile 3 y Chile 4, pero no hay nada definitivo, ya que puede ocurrir que la Federación de Fútbol -de quien depende el asunto- decida que la Copa Chile se resuelva en la cancha desde las semifinales, en la que jugarían el 9 de enero Universidad Católica-Colo Colo y Universidad de Chile-Unión Española. Los ganadores disputarían el título el día 12 del mismo mes. El campeón de este torneo ha sido desde hace años el cuarto representante chileno en la Libertadores.[/cita]

Junto con terminar la temporada, el consejo anuló los ascensos y descensos. Jugadas 24 fechas del torneo, seis menos que las normales, Universidad Católica recibió el título de campeón 2019 y la clasificación a la fase de grupos de la Copa Libertadores 2020.  Así la UC, que optó por la celebración discreta y sin cotillón, se estampó la decimocuarta estrella en su bandera.

Colo Colo fue proclamado subcampeón y premiado, también, con pasajes a la fase de grupos del principal torneo continental.

En principio, Palestino y Unión La Calera irían también a la Libertadores como Chile 3 y Chile 4, pero no hay nada definitivo, ya que puede ocurrir que la Federación de Fútbol -de quien depende el asunto- decida que la Copa Chile se resuelva en la cancha desde las semifinales, en la que jugarían el 9 de enero Universidad Católica-Colo Colo y Universidad de Chile-Unión Española. Los ganadores disputarían el título el día 12 del mismo mes. El campeón de este torneo ha sido desde hace años el cuarto representante chileno en la Libertadores.

En tal caso, Unión La Calera iría a la Copa Sudamericana 2020, junto con Coquimbo Unido, Huachipato y Audax Italiano. Pero también podría ser que la FFCh entregue la cuarta plaza de la Libertadores a los caleranos, por lo que su cupo en la Sudamericana sería para O’Higgins de Rancagua, que despidió a su técnico, Marco Antonio Figueroa, este domingo.

Otros premiados por el consejo de presidentes fueron Universidad de Chile, Deportes Iquique y Universidad de Concepción, que vieron desvanecerse toda posibilidad de descender. También Deportes Valdivia se salvó en la Primera B.

El gran perjudicado fue Santiago Wanderers, el decano del fútbol chileno. El equipo de Valparaíso, líder de la Primera B, fue proclamado campeón, pero sin subir a la serie de honor.

El otro gran perjudicado fue San Marcos de Arica, ganador de la segunda división, privado de subir a Primera B.

Ambos clubes estudian recurrir a los tribunales deportivos internacionales o incluso al Poder Judicial para tratar de reparar la injusticia.

Dirigentes, jugadores y unos 4.000 hinchas del Wanderers se manifestaron en Valparaíso este lunes. Según el arquero, Mauricio Viana, lo sucedido «es lo mismo que pasa en la sociedad, nos sentimos vulnerados y pasados a llevar (…) hay muchas emociones, todo el país se dio cuenta del robo que nos han hecho, un grupo se sacó la cresta durante un año completo y lo valoran igual que un equipo que se salvó del descenso».

«Como club nos sentimos profundamente perjudicados con la decisión del Consejo, por lo que nos reservaremos el derecho de acudir a las instancias de justicia deportiva que sean necesarias para que se respete lo que hemos ganado en la cancha», se sentenció desde el club, cuyo presidente, Rafael González, aseguró que «vamos a barajar todas las posibilidades» para tratar de revertir la situación.

También los dirigentes se preocuparon del futuro. El torneo 2020 comenzaría el 24 de enero próximo. La ANFP propuso inicialmente realizar una «superliga», con 32 equipos, aunque con tablas separadas en la serie superior y en Primera B, pero después se anunció que se mantendrán las dos categorías separadas.

Según Juan Tagle, presidente de la UC, la principal novedad sería el aumento de ascensos y descensos: «lo que está conversado es que habría tres ascensos y tres descensos».

Pero nada debe darse por definitivo. El próximo viernes habrá un nuevo consejo de presidentes y todo podría cambiar otra vez. Además de las bases de los torneos, se estudiará si se incorporan coeficientes de rendimiento en Primera B, para favorecer a los equipos que tuvieron mejores campañas en 2019 y, se verá también qué pasará con la segunda división.

Ello será realidad siempre que la convulsión social comience a menguar, pues en definitiva, el futuro del fútbol sigue dependiendo de las multitudes en las calles.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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