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Arte disidente: la creatividad como testimonio Opinión Obra de la artista visual Paloma Rodríguez

Arte disidente: la creatividad como testimonio


La agitación desatada que ha estremecido a nuestro país desde el 18 de octubre en adelante, sin tregua ni pausa, puede verse también como un estallido liberador. Se han liberado anhelos, sentimientos, pasiones, necesidades.

Ello se muestra en el caso del arte, sobre todo del arte visual. Muchos creadores nacionales han dejado sus talleres, sus galerías, sus atriles, sus caballetes, sus mesones, sus lienzos y pinceles, y han salido a la calle a manifestarse. Han sumado su creatividad rebelde e inconformista a la lucha por la recuperación de la dignidad de los chilenos.

Paredes, muros provisorios, fachadas, monumentos, estatuas, se han llenado de color, dibujos, consignas, motivos artísticos de toda índole, convirtiendo el paisaje urbano en un verdadero museo de obras creativas.

Pero no solo han querido ser protagonistas de la protesta, de la disidencia civil. También la obra de los artistas puede ser registro y testimonio de los acontecimientos que han remecido a nuestra larga y angosta faja de tierra entre el nihilismo y la esperanza. Estampas, fotografías, dibujos, viñetas, impresiones, murales, trazos, graban a fuego los pensamientos, las emociones, los deseos de los chilenos en estos momentos de ira, de incertidumbre, de desengaño, de desaprobación, de ilusiones…

Una muestra de lo expresado es la exposición Estallido Artístico: Testimonios creativos de la agitación social, exhibida en galería NÓMADA (Apoquindo 5972, frente al Apumanque), que reúne las obras de veinte participantes, artistas gráficos, fotógrafos, audiovisuales, ilustradores. Desde antiguos cracks hasta creadores emergentes, los artistas recogen con extraordinaria calidad visual el panorama global del estallido social que altera a nuestra nación desde hace tres meses. Allí pueden apreciarse, por ejemplo, las imágenes de Karto, Mati Allende, Paloma Rodríguez, Lolo Góngora, Daniel López, J.J. Hauva, entre otras.

El arte vuelve, entonces, a manifestarse –como lo ha sido a lo largo de la historia humana– como mirada punzante, archivo certero y crónica lúcida en estos tiempos feroces que azotan a nuestra patria.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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