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La soledad de fundadores y gerentes MERCADOS|OPINIÓN

La soledad de fundadores y gerentes

Ángel Morales
Por : Ángel Morales Director Ejecutivo de UDD Ventures
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Uno de los grandes dolores que viven fundadores y gerentes es la soledad (lo estoy viviendo en carne propia). Los fundadores, y los cargos gerenciales, son roles solitarios, porque en general hay decisiones que finalmente solo pueden tomar ellos más allá de discutirlas con equipo, pares o jefaturas, según sea el caso. Esto se da también porque los fundadores y gerentes tienen distintos clientes: clientes finales, inversionistas, accionistas, entre otros, a quienes hay que estar respondiendo constantemente.

Hoy estamos pasando por una compleja crisis sanitaria y económica que está dejando a muchas startups y pymes en el camino. Es por esto que contar con un Coach, Mentor o, por último, con un par con quien compartir ideas, es vital para hacer más llevadero lo solitario del rol o cargo.

Es imperativo que los mentores puedan tener una llegada masiva a las pymes nacionales. Es necesario ayudar a las pymes que aún siguen operando y a los muchos que cerraron operaciones y buscarán «reemprender». En este sentido, contar con la oportunidad de trabajar con personas experimentadas en el mundo de los negocios, y con quienes tener la confianza para discutir y ampliar la perspectiva de los emprendedores y empresarios, será de alto valor para los duros años que vendrán.

Todos los fundadores o gerentes de startups y pymes deberían tener un Mentor. Yo tengo uno (es un conocido emprendedor Endeavor), y créanme cuando les digo que sí hace la diferencia en el rendimiento ejecutivo. Debemos instalar una nueva cultura de trabajo en donde pongamos en valor el que fundadores, altos ejecutivos y empresarios tengan todos su propio Mentor (o Coach, según sea el caso). Los fundadores de las más grandes compañías tecnológicas de EE.UU. tienen un mentor propio (o más de uno incluso).

No han sido pocas las veces que, conversando con emprendedores, puedo ver que sus dolores son asociados al financiamiento, a los inversionistas privados, a la capacidad de crecimiento en ventas, y sobre todo a la soledad que enfrentan en su camino. Muchas veces por la gran carga operacional que conlleva dedicarse a un proyecto en etapa temprana, no pueden dedicarle tiempo a la estrategia de su negocio, ni a su crecimiento personal como gerentes.  El ejercicio más común es buscar dentro de las propias redes de contacto personas que ya hayan cruzado el camino previamente para tener luces de lo que se viene. Pero eso no es suficiente, y se le debe dedicar el tiempo necesario tanto a la estrategia como al crecimiento personal y, para ello, un Mentor es el mejor catalizador existente.

Es solo cosa de ver cómo se abren nuevas oportunidades, cómo crecen los negocios y cambian las perspectivas de un emprendedor cuando este cuenta con un Mentor para su proyecto. Y el impacto sería mucho mayor si en paralelo este mismo emprendedor que comienza a crecer logra establecer un consejo de asesores y, eventualmente, un directorio que lo acompañe en su etapa de escalamiento.

Una cosa más: la generación de nuevos mentores, consejos de asesores y directorios para empresas en etapa temprana tienen un impacto positivo en los ecosistemas de emprendimiento e innovación a nivel de capital humano y relacional que son invaluables. ¡Vamos por ello!

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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