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Transición energética: camino por recorrer Opinión

Transición energética: camino por recorrer

José Carrasco
Por : José Carrasco Director de Estrategia Regulatoria de ENC Energy Consultants
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El pasado 15 de marzo de 2021, condiciones no esperadas en nuestros cielos produjeron que la generación de energía solar a las 13:00 horas fuera 1.179 MW menor a la pronosticada, equivalente a un 12% de la demanda total. Esta situación se mantuvo durante el día, debiendo el sistema, además, hacer frente a menor generación hidráulica y eólica. El parque térmico (carbón, diésel, gas), en tanto, representó, a esa misma hora, un 65% del suministro total. Eso durante el día, mientras en la noche, cuando no hay sol, llegó a 75%.

A estas alturas del debate, existe consenso en que las energías proveniente del sol y el viento serán las encargadas de reemplazar a los combustibles y nos permitirán no solo tener un medioambiente cada vez más limpio y mayor independencia energética, sino que incluso podríamos también almacenar esta energía, transportarla y exportarla. El hidrógeno verde parece ser un buen objetivo de llegada: la autoridad ha dado muestras de transversalidad política, de participación e impulso del Estado a través de Corfo, de un plan de largo plazo que abarca múltiples dimensiones. Distintas metas a 2030, 2035, 2050 resuenan transversalmente en el país, con una esperanza que quizás solo el salitre y el cobre podrían envidiar.

Pero a veces las ansias de llegar a puerto lo más rápido posible puede hacernos elegir caminos en los que no miremos con cuidado cada paso que damos. Marzo de 2021 en el sistema eléctrico es un ejemplo de ello, pero no el único, lamentablemente: el fin del deshielo y la consecuente ausencia de agua antes de que empiecen las nuevas lluvias, la incertidumbre y variabilidad de la energía renovable, nos recuerdan que aún dependeremos por un tiempo de esa energía termoeléctrica que usa combustibles fósiles, de la que tanto queremos despegarnos. Los pasos deben ser seguros y responsables, más si consideramos justamente las consecuencias del cambio climático: de acuerdo con un estudio reciente de expertos de la Universidad Católica, en algunos puntos del país la generación hidroeléctrica disminuirá hasta en un 30,5% hacia 2050.

Estudios del Ministerio de Energía y del Coordinador Eléctrico Nacional muestran que, para este escenario de progresiva descarbonización, que se está viendo que se adelantará al 2025, transmitir la energía y poder almacenarla a gran escala resulta fundamental: de esa manera podremos aprovechar energía que hoy en día se pierde, pues el sol y el viento no necesariamente están cuando los necesitamos. Pero, por otro lado, diversas iniciativas de almacenamiento o reconversión de centrales térmicas no han visto la luz. La pregunta es, entonces, ¿estamos como país entregando las señales necesarias y suficientes para que esto pueda pasar? Y mientras eso pasa, ¿tenemos trazado el camino con cuidado para no tropezar en la oscuridad? ¿Estamos dando las discusiones que tenemos que dar? ¿Y las señales necesarias para atraer la inversión necesaria?

Sabemos nuestro punto de partida y nuestra meta final. Debemos estar conscientes de que también hay un largo sendero que debemos recorrer, donde no basta solo con la voluntad o las expectativas de largo plazo. La verdad incómoda es que ese camino, tal como aquel 15 de marzo, aún tendrá nubes en el cielo.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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