Publicidad
La caja de pandora de Trump: ¿Estamos preparados? Opinión

La caja de pandora de Trump: ¿Estamos preparados?

Publicidad
Eduardo A. Santos Fuenzalida
Por : Eduardo A. Santos Fuenzalida Experto internacional en asuntos de comercio
Ver Más

Dado este “escenario” comercial, países con los cuales la Administración Trump “NO debería” tener mayores dificultades son Gran Bretaña y los integrantes de ALADI, con los cuales actualmente los EE.UU. mantiene una balanza comercial positiva, excluyendo a México.


Durante su segunda presidencia, Donald Trump deberá enfrentar los numerosos desafíos internacionales -no menores, por cierto- heredados de la Administración de Joe Biden, así como la implementación de la “pomposa” agenda programática que se desprende de su propuesta deAmerica First” / ”MAGA” (Make America Great Again), que incluyen, entre varios otros temas, terminar la guerra en Ucrania en un día,  poner fin a la inmigración desregulada y expulsar a millones de inmigrantes ilegales, “retomar” el control del Canal de Panamá, la “adquisición” de Groenlandia (que no excluye el uso de fuerza militar), rebautizar el Golfo de México, incrementar el “gasto / contribución” militar de los países europeos al 5% y -porque no- anexar a Canadá como el Estado cincuentaiuno de la Unión, y así “eludir” el actual déficit comercial. 

Mucho de esto no es nuevo y tiene mucho de bravuconada. De hecho, los analistas internacionales han preferido calificar sus dichos de táctica negociadora, pues Donald Trump sería “transaccional”. Además, parece disfrutar “manteniendo en vilo” a sus oponentes. No obstante, a pesar de la ambigüedad de algunas de las más recientes afirmaciones y propuestas (por ejemplo, cómo pondrá fin a las guerras en Ucrania y el Medio Oriente) Trump no se “quedó corto” en el “tono” y “contenido” de su discurso inaugural, ni en su respuesta a la reverenda Mariann Budde -Obispo Episcopal- luego de la ceremonia religiosa oficial en la Catedral Nacional o lo expresado durante su reciente gira por Carolina del Norte y California y, por cierto, en su presentación virtual ante el Foro Económico Mundial de Davos. Claramente conoce el “libreto”.

En su primera semana del retorno a la Casa Blanca, Donal Trump no ha tenido reparos en exagerar la realidad, agredir u ofender a media humanidad. Y, además, las decenas de Órdenes Federales y otras directivas presidenciales que ya ha firmado, han puesto en marcha aceleradamente muchas de sus propuestas y promesas de la candidatura. Y, hasta ahora, el partido republicano ha estado “cuadrado” detrás de su presidente, incluso consiguiendo la aprobación de su propuesta más controversial a su Gabinete, la de su Secretario de Defensa, el exmilitar y presentador de televisión, Pete Hegseth. Me pregunto si estamos preparados para enfrentar los “desafíos” internacionales que se generan con la propuesta programática de la nueva Administración Estadounidense. 

Sabemos también, que otra de las principales preocupaciones programáticas de la nueva Administración será enfrentar el déficit comercial estadounidense -tema reiterado con crudeza en el Foro de Davos- y la creciente influencia (¿… amenaza?) geopolítica, tecnológica y comercial de China a nivel global, que incluye, por cierto, a América Latina. Cómo la nueva administración enfrente estos desafíos, podría tener serios efectos internacionales y, por cierto, en nuestra región.  

El déficit comercial estadounidense no es sorpresa, pues EE.UU. lo viene arrastrando desde hace años, pero en las últimas décadas se acelera, aumentando de casi $498 mil millones de dólares (promedio, período 2001 – 2002) a cerca de $1.216 mil millones, en promedio, durante 2021 – 2023. Esto no es nuevo, pero sí el impacto que han tenido la expansión de la Unión Europea (UE) y la consolidación como potencia comercial mundial, así como el rol que juega China, en el intercambio con los EE.UU. y en el “desvío” de comercio que genera en diversas regiones del globo, con impactos no solo económico – comerciales, sino que también en la geopolítica global y la posición de los Estados Unidos en ésta. Estos factores se han articulado y ponen en serios “aprietos” comerciales a los EE.UU., y pondrán a prueba la propuesta de America First y MAGA, así como los planes de Donald Trump. 

De hecho, parte del déficit se produce con los socios del NAFTA2 -hoy llamado USMCA -México (11%) y Canadá (6%)- y países de Asia como Japón (6%); Corea (4%) e India (4%) tensionando la relación con algunos de sus más cercanos aliados. No obstante, cerca de la mitad del déficit comercial resulta del intercambio con la Unión Europea (UE) y China, particularmente esta última (31%), el que ha aumentado rápidamente, de hecho, más del triple durante las dos últimas décadas. 

No por nada, durante su primera presidencia Trump impuso tarifas que afectaron principalmente a China y Europa, y con esta última, suspendió las negociaciones del Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión (TTIP). Aquí surge una de las grandes contradicciones de la política exterior estadounidense en la versión Trump: cómo apoyar a una Europa fuerte económica, política y militarmente, que esté en condiciones de frenar exitosamente los intentos expansionistas de Rusia en el continente, así como la creciente influencia de China en el globo, pero sin amenazar los intereses económicos estadounidenses. Hasta el momento, Trump no ha hecho sino hostigar a la Unión Europea. Y para mayor complicación, la nueva posible “ola de expansión” de la Unión Europea con las postulaciones de países de los Balcanes Occidentales, Turquía, Georgia y Ucrania, amenazaría muy seriamente los intereses económicos de los EE.UU., en especial Ucrania, el “granero” de Europa del Este (“Ampliación de la UE”, Unión Europea) que, en un futuro cercano, podría competir con la agricultura estadounidense, pero ahora bajo el alero de UE.

Dado este “escenario” comercial, países con los cuales la Administración Trump “NO debería” tener mayores dificultades son Gran Bretaña y los integrantes de ALADI, con los cuales actualmente los EE.UU. mantiene una balanza comercial positiva, excluyendo a México, que consideramos separadamente por ser miembro de NAFTA2 / USMCA. De hecho, en el caso de los miembros de ALADI, a partir de 2008, los EE.UU. revierte el déficit comercial que arrastraba en décadas anteriores, para alcanzar un superávit de más de $27 mil millones de dólares, en promedio, en el período de 2021 – 2023, casi cuadruplicando el valor de sus exportaciones a la ALADI, de $30 mil millones de dólares a más de $118 mil millones ¿Será suficiente este superávit comercial para evitar sanciones o presiones de la nueva administración? 

Mi convicción es que en el caso de los países de ALADI no será suficiente, pues Donald Trump está dando claras señales de que empleará cualquier medio a su alcance para imponer su programa en todos los ámbitos que estime oportuno, como lo evidencia la tarifa de 25% anunciada el 26 de enero (podría subir a 50% en los próximos días) aplicable a todas las exportaciones de Colombia (BBC News) en represalia por no aceptar dos aviones militares estadounidenses que intentaban aterrizar en Colombia, con inmigrantes expulsado desde los EE.UU. Más importante, la Administración de Trump deberá intentar, además, evitar la creciente influencia de China en América Latina y, a la vez, imponer mucho mayor control sobre la exportación de recursos naturales de interés estratégico de Estados Unidos, como son el cobre y el litio. No escatimará recursos en esta empresa y ciertamente el comercio es una “herramienta” que está disponible la Caja de Pandora de Donald Trump. 

Nuestra relación con China –“estratégica” o solo “comercial prioritaria”, según quién la defina- es claramente una gran “molestia” para los Estados Unidos, como lo hizo ver la primera administración Trump, particularmente en el ámbito de las exportaciones agrícolas, la principal preocupación de nuestro intercambio comercial con los Estados Unidos. Ahora, con la experiencia ganada en su primera estadía en la Casa Blanca, el masivo apoyo de su partido, el control del Senado y de la Cámara, así como de un gran número de Gobernaciones y legislaturas estaduales, Donald Trump puede “pasar la aplanadora”. Lo hecho a Colombia lo muestra con absoluta claridad. Además, y no menos importante, el Secretario de Estado, Marco Rubio, cuenta con una gran experiencia en materia de relaciones internacionales y mucho respeto en ambas bancadas en el Congreso. Pero, como lo caracteriza una parte importante de los medios y los analistas internacionales estadounidenses, sus preferencias están en las “democracias” de occidente y se “alinea” con la “derecha internacional”. En otras palabras, le desagrada la actitud “desafiante” de China en el Sudeste de Asia, las propuestas de la Nueva Ruta de la Seda, y la influencia económica – política creciente en Latinoamérica.  

¿Y qué haremos nosotros? ¿Tenemos alguna claridad antes estos desafíos? Debo dejar en claro que NO propongo ni sugiero que debamos dejarnos “llevar de la nariz” por Estados Unidos, ni ninguna otra potencia, o país con aspiraciones de potencia. Propongo, no obstante, reconsiderar las “alianzas” que tenemos. Solos no podremos enfrentar “el desorden globalizado”. No es fácil predecir lo que nos pueda ocurrir, pero la administración estadounidense tiene claro que las exportaciones agroalimentarias y forestales son nuestro “talón de Aquiles” (después de todo, representan casi el 43% de nuestras exportaciones a Estados Unidos) pues son muy vulnerables a las barreras comerciales, sean estas arancelarias, sanitarias o de otra naturaleza. Ah, y no olvidemos el programa de “Visa Waiver”, pues con la televisión que hemos logrado en los últimos meses en California y Michigan, y posible Embajador con mucha experiencia en los temas de control fronterizo, dudo que podamos mantener este programa. Sinceramente espero equivocarme, pero lo dudo.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

Inscríbete en nuestro Newsletter El Mostrador Opinión, No te pierdas las columnas de opinión más destacadas de la semana en tu correo. Todos los domingos a las 10am.

Publicidad

Tendencias