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Los prolegómenos a la campaña presidencial Opinión

Los prolegómenos a la campaña presidencial

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Ibán de Rementería
Por : Ibán de Rementería Miembro de la Corporación Ciudadanía y Justicia y Vicepresidente de la Red Chilena de Reducción del Daño.
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El “No” se ha mostrado como la más eficiente manifestación de la sociedad chilena ante la crisis de representación de sus instituciones políticas y de los partidos que las gestionan.


Los prolegómenos a las campañas presidenciales están claramente marcados por la crisis de representación que padecen los partidos políticos tanto en sus liderazgos como en sus propuestas programáticas de gobierno. Se supone que las elecciones primarias esos problemas nos iban a resolver.

De alguna manera la política democrática chilena quedó marcada por el No que terminó en 1988 con la dictadura Pinochet y Guzmán. Luego, vinieron contundentes noes a la Constitución del 80 y, también, noes a las propuestas constitucionales de las izquierdas en 2022 y las derechas en 2023. El No se ha mostrado como la más eficiente manifestación de la sociedad chilena ante la crisis de representación de sus instituciones políticas y de los partidos que las gestionan. Por eso alguien ha dicho que somos un país de “contreras”.

La polarización política entre derechas e izquierdas, y al interior de ellas mismas, ha llegado a ser tal que ha desaparecido el centro político, pese a que en las encuestas la mayoría de la población declara preferir mayoritariamente esa tendencia, así como, a pesar de la desesperada voluntad de crearlo por algunos díscolos, esto es particularmente patético entre los ex-DC, grave en los ex-PPD y otros. 

Siguiendo esas corrientes universales, en el “discolaje” a la derecha le han surgido el Partido Republicano liderado por Kast, que mostró su resonante éxito en las pasadas elecciones presidenciales del 2021, ya que triunfó en la primera vuelta y tenemos a Boric de Presidente porque a ese proyecto la nación chilena, una vez más, le dijo: “No”. El oportunismo de derechizarse al extremo siguió con el Partido Libertario de Kaiser, así como Rojo Edwards con el Partido Social Cristiano y otros pequeños proyectos.

Al mismo tiempo que las derechas van a sus extremos, entre las izquierdas, los movimientos sociales y la sociedad en general, va surgiendo el desapego con la Concertación, no tan solo por sus malos manejos, sobre todo por su incapacidad manifiesta de seguir resolviendo los problemas de los chilenos y las chilenas. Es en esa carencia programática y de acción política de las izquierdas que surgen los nuevos liderazgos y organizaciones políticas, de origen principalmente estudiantil, que la mayoría de las electoras y los electores chilenos escogen para evitar el triunfo del Partido Republicano; no debemos olvidar que: las elecciones presidenciales no las ganó Boric sino que las perdió Kast. Por eso, si ahora gana Kast o Kaiser las primarias, “no” hay de que preocuparse.

En estas elecciones presidenciales y parlamentarias las derechas en total desorden van ganando por lejos según las encuestas. Según esas mismas, las izquierdas muy ordenadas van perdiendo abrumadoramente, de tal manera que es posible que ni siquiera pasen a la segunda vuelta, donde las derechas y las extremas derechas se disputarían la Presidencia de la República.

Veamos cuál es la situación en este momento: el 30% de apoyo irreductible al Gobierno de alguna manera garantiza que quien sea el o la candidata de las izquierdas pase a la segunda vuelta, aunque Kast y Kaiser se concierten con el retiro de alguno de ellos, que –según la encuesta Cadem– suman un 25% de preferencias. No obstante, sumados Tohá (6%), Jara (6%), Winter (3%), Vodanovic (1%), junto con Bachelet (2%) que no participa, solo llegan al 18%; pues bien, les toca buscar el 30% para intentar pasar a la primera vuelta presidencial.

Digamos que hasta el momento Chile Vamos liderado por Matthei, pese al gafe comunicacional por su referencia al golpe militar para cazar votos de extrema derecha, tiene asegurada la elección presidencial, en cambio la mayoría parlamentaria aún está pendiente de pactar con las extremas derechas, tal cual han sabido hacerlo entre ellas. Ahora, las izquierdas necesitan desplegar sus liderazgo y programas políticos para ir por el 30%. Veamos cómo se viene. Pero hay una buena noticia, según la Consultora Opinión Pública de Argentina, Boric tendría cerca de un 45% de imagen positiva.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

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