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Pese a la polaridad JAK v/s Jara, la batalla estará en el centro Opinión Imagen elaborada con IA por El Mostrador

Pese a la polaridad JAK v/s Jara, la batalla estará en el centro

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Germán Silva Cuadra
Por : Germán Silva Cuadra Psicólogo, académico y consultor
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La principal batalla se llevará a cabo en el centro. Pese a tener en disputa a la dupla polar JAK/Jara, los candidatos emergentes de esta nueva fase de la campaña tienen una tremenda oportunidad.


Hace una semana, adelantamos en esta columna lo que ocurrió el domingo recién pasado en las primarias del oficialismo. La titulamos “Jara vs. Jack, ¿repitiendo el escenario de polarización 2021?”, haciendo alusión a lo que pasó en la elección presidencial de 2021, que enfrentó a Gabriel Boric -en ese entonces con un relato muy duro- y José Antonio Kast -que sigue igual de duro que cuatro años atrás-. Un déjà vu en un país que parece condenado a olvidar todo lo que ha vivido en la última década. No cabe duda de que visto desde los números que arrojó las primarias y las encuestas, la segunda fase de la campaña presidencial que se inició ayer, nos proyecta un escenario altamente polarizado para los próximos cinco meses. 

En esa columna también afirmamos que mientras menos gente votara, las opciones de Jannette Jara aumentarían. De hecho, votó un 20% menos que en 2021. Pese a eso, la convocatoria fue bastante buena considerando el clima, y los paupérrimos resultados de las elecciones internas de partidos recién formados. Hace poco más de un mes, el PNL de Kaiser apenas movilizó 6.500 electores de un total de 44.000. En Amarillos, el presidente del partido fue electo con 50 votos (218 militantes sufragaron). Ningún partido chileno en los últimos cinco años ha elegido a sus directivas internas con la participación de más del 20% de sus militantes. Con voto voluntario, menos del 50% de los inscritos se acercaban a las urnas. En la última municipal con sufragio voluntario, el 38% de los chilenos elegimos al alcalde de nuestra comuna. Esta es la realidad de la política chilena

El mazazo sufrido por el llamado Socialismo Democrático fue brutal. Pese al intento de Carolina Tohá de apelar a la reconstrucción de la ex-Concertación -esa de los “30 años”-, la realidad fue más fuerte. Las coaliciones se agotan, no pueden seguir tratando de ser lo que fueron en antaño. Esta es una alarma importante que deberían tener la capacidad de entender en el PS, PPD y los radicales en miras a la parlamentaria, que está a la vuelta de la esquina. Y por supuesto, el errático relato anticomunista de la exministra demostró que a las personas se les convoca con ideas, con propuesta y no por los “antialgo”. Una lección que la derecha aún no parece entender -especialmente Matthei-, que han fundado su campaña en ser “antigobierno”, “antiBoric”, y en decir que “el país se cae a pedazos”, en vez de proponer. Además, cuando un mandatario tiene 30-32% de respaldo duro en las encuestas, es una muy mala estrategia. 

El otro gran damnificado el domingo 29 fue el Frente Amplio. Gonzalo Winter, su candidato, era una especie de clon del Boric de 2021, aunque más vinculado a la elite (ex-Verbo Divino, como Piñera) y más ponderado. Representante de una generación que saltó de la dirigencia universitaria al Congreso. Progres, irreverentes, despectivos de los “de los 30 años”, autorreferentes. Atrás quedó esa especie de superioridad moral, destrozada por la arrogancia de la ministra Izkia Siches que creyó que bastaba la buena voluntad para entrar a Temocuicui, la soberbia de Giorgio y la “moralidad” de Catalina Pérez. Si en el FA no logran procesar lo que pasó con Winter y no hacen un giro radical en ese relato con que llegaron al poder en 2021 -había que cambiarlo todo y a todos-, este mal resultado se puede repetir en noviembre. Pero aún están a tiempo, siempre que los árboles les dejen ver el bosque. 

Pero la paradoja más grande de los resultados de las primarias es que, pese a la polarización del país representada en la dupla JAK v/s Jara -como ha sido nuestra historia reciente entre Bachelet/Piñera, los plebiscitos Boric v/s JAK-, la gran batalla que vendrá en estos meses se dará en el centro. La exministra del Trabajo -que triunfó más debido a sus atributos personales que por ser comunista- tendrá que hacer un tremendo esfuerzo por atraer y sumar al FA y al Socialismo Democrático. Hasta aquí, Jara ha dejado claro que tiene suficiente autonomía respecto de su partido, lo que es una ventaja para ella. 

En la derecha, que pese a cantar victoria por el triunfo de Jara, las cosas siguen bastante complejas. Y aunque Kast se sigue fortaleciendo -sumó a la precandidata del PSC- en las encuestas, tiene a tres candidatos que dispersarán votos en primera vuelta. Lo que sí ya es un hecho, es que la probabilidad de que pase Evelyn y Kast a segunda vuelta es prácticamente imposible.

 ¿Qué opciones tiene Matthei? Las encuestas de esta semana vuelven a marcar una baja de la exalcaldesa, lo que es consistente con la confusión de su campaña -de las peores que se tenga memoria en la política chilena-. Lo único que puede hacer Matthei es forzar un giro hacia el centro y salir a capturar al potencial votante de centroizquierda que haya quedado decepcionado con la derrota de Tohá. Pero para eso, Evelyn debe alejarse de Kast, lo que debe hacer equilibradamente para no desfondarse por la derecha. Difícil tarea. Lo que sí es un hecho, que frases del estilo “Kaiser es mucho más respetuoso con las mujeres que Kast” siguen demostrando una gran confusión. Solo recordemos que Kaiser señaló en su momento que la mujer no debería tener derecho a voto y que un hombre que violaba a una fea merecía una medalla…

Y como la principal batalla se llevará a cabo en el centro, pese a tener en disputa a la dupla polar JAK/Jara, los candidatos emergentes de esta nueva fase de la campaña tienen una tremenda oportunidad. Partamos por el independiente Harold Maine Nicholls, que ya lleva 20 mil firmas de apoyo y podría convertirse en una de las novedades de esta elecciones -la DC incluso mencionó su nombre como plan B-. Pero también entrará en escena ME-O, un hombre hábil que sabe cómo reorientar su estrategia y relato, y que puede girar hacia la centroizquierda y centro sin problemas. Incluso, Parisi podría aprovechar este espacio, pese a que su campaña hasta ahora no se diferencia en nada de la Kast o Kaiser. De seguir así, y no entender el nuevo escenario, solo conseguirá quitarles votos a los tres contendores de la derecha.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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