
Ciencia y sustentabilidad desde la ciudad más austral del mundo
A través de la descentralización de las ciencias, la educación y el conjunto de servicios públicos, Chile demuestra que es posible alcanzar un desarrollo equilibrado y respetuoso con el entorno, incluso en los lugares más extremos.
Cuando hablamos de la ciudad más austral del mundo, Puerto Williams –capital de la Provincia Antártica Chilena– no se trata solamente de un punto geográfico extremo, puesto que esta remota localidad resguarda un crisol de diversidad biológica y cultural con relevancia global. Más allá de las comparaciones basadas en el número de habitantes, la infraestructura o el comercio, esta ciudad se encuentra emplazada en territorio y maritorio del pueblo yagán, y conserva ecosistemas subantárticos fundamentales para el equilibrio ecológico del planeta.
Por esta razón, desde hace más de 25 años la Universidad de Magallanes (UMAG) ha desarrollado programas de investigación científica, educación y conservación de la biodiversidad. En 2021, este trabajo se fortaleció con el establecimiento del Centro Internacional Cabo de Hornos (CHIC) para Estudios del Cambio Global y Conservación Biocultural. Este es un Centro Científico y Tecnológico de Excelencia, creado por la Agencia Nacional de Desarrollo e Investigación (ANID) y dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de Chile.
El CHIC es el centro científico y tecnológico más austral de nuestro país, albergado en la sede universitaria más al sur del mundo, UMAG – Cabo de Hornos. Para potenciar su operación, fue creado con una visión de ciencia colaborativa, en asociación con la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad de Chile, la Universidad Central de Chile, la Universidad de Talca, la Universidad Católica de Temuco, la Universidad de Los Lagos, el Centro de Investigaciones de Ecosistemas de la Patagonia, otras universidades chilenas que cooperan en diferentes proyectos, y una red internacional de universidades coordinada por la Universidad del Norte en Texas, Estados Unidos.
Además, cuenta con el apoyo del Gobierno de la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena, que respalda sus iniciativas para promover la investigación, la educación y la conservación en una de las zonas más remotas y sensibles de la biosfera.
Con base en Puerto Williams, este centro científico ha implementado una red de monitoreo y estudios ecológicos de largo plazo en la Reserva de la Biosfera Cabo de Hornos, reconocida por la Unesco el 2005. Esta red estudia, por ejemplo, cómo el cambio climático afecta los ciclos de vida los invertebrados dulceacuícolas, las migraciones y la salud de aves y otras especies impactadas por epidemias, como la gripe aviar y la malaria aviar. Además, analiza el balance de gases de efecto invernadero (como el dióxido de carbono y el metano) en bosques, turberas y zonas costero-marinas.
En el ámbito educativo propone una nueva perspectiva que integra las ciencias ecológicas con las humanidades y el arte, promoviendo una educación con pertinencia territorial y sentido ambiental desde los niveles preescolares hasta la educación superior y técnico-profesional.
Además, el centro impulsa un futuro sostenible colaborando, por ejemplo, con la instalación de la fibra óptica que conecta a Puerto Williams con el resto de Chile y el mundo, y proyecta un nuevo eje de comunicación científica y logística hacia la Antártica. Esta nueva fibra contribuirá a fortalecer la red de estudios ecológicos a largo plazo a través de la instalación de sensores en el Mar de Drake, cuyas corrientes oceánicas influyen en clima del planeta, actuando como una “aorta marina” entre los océanos Atlántico y Pacífico.
En este entorno único, Puerto Williams se consolida como una plataforma clave para la ciencia, la educación, el turismo responsable, la pesca sostenible y las operaciones en la Antártica. Su comunidad, diversa y resiliente, está conformada junto al pueblo originario yagán por antiguos pobladores, pescadores, ganaderos, agricultores, comerciantes, carabineros, emprendedores, funcionarios públicos, personal y familias de la Armada de Chile.
Situada en la “cumbre austral” del continente americano, Puerto Williams proyecta al mundo una visión innovadora de sustentabilidad social, económica y ambiental. A través de la descentralización de las ciencias, la educación y el conjunto de servicios públicos, Chile demuestra que es posible alcanzar un desarrollo equilibrado y respetuoso con el entorno, incluso en los lugares más extremos. Con su ejemplo, nuestro país invita a construir un futuro más sostenible y a repensar cómo desarrollar ciudades en regiones remotas en el siglo XXI.
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