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Hollywood, el bullying y el futuro de la educación Opinión

Hollywood, el bullying y el futuro de la educación

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Luis Felipe de la Vega
Por : Luis Felipe de la Vega Investigador educativo.
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¿Qué futuro tiene la convivencia y la colaboración en el mundo? ¿Qué lugar tendrán en las instituciones educativas? ¿Podrá vivirse el relato hollywoodense o tendremos que acostumbrarnos al escenario actual? 


Uno de los viajes del héroe preferidos de Hollywood es que quien, “siendo diferente”, logra dar vuelta distintos escenarios adversos, triunfando y ganando el reconocimiento externo que se merece. La escuela es uno de los espacios más frecuentes en que se expresa la hostilidad del mundo hacia dichos protagonistas y uno de los fenómenos más reiterados para hacerlo es el bullying.

Quienes estamos frente a la pantalla empatizamos con el o la protagonista, quien recibe burlas, discriminación y/o es objeto de violencia física por parte de un matón o un grupo de matones, quienes, además, se vanaglorian de su poder y de lo altamente difícil que es perderlo.

Paradójicamente, el mundo en el presente vive un fenómeno similar, caracterizado por el mismo país en que se aloja la industria del cine. Sigamos con la metáfora. Los países están enfrentándose a que, al llegar a la escuela, haya alguien que le exija que le entregue la colación todos los días, simplemente porque puede hacerlo. Si no quiere entregar la colación, entonces debe ofrecer algo a cambio y, tal vez, pueda quedarse con una parte de ella. 

Hay muchas razones que se mencionan para justificar este actuar, sin embargo, a mi juicio, todas estas pueden reducirse a una sola: porque puedo.

Todos los días, comunidades educativas completas trabajan arduamente por fomentar y mejorar la convivencia, por propiciar relaciones basadas en la confianza y el respeto y por mantener alejada la violencia. Sin embargo, al volver a casa, el estudiantado, el profesorado y las madres y padres pueden ver con claridad que el mundo parece no funcionar así, que lo importante es hacer valer el poder que se tiene y, además, ostentarlo.

¿Qué futuro tiene la convivencia y la colaboración en el mundo? ¿Qué lugar tendrán en las instituciones educativas? ¿Podrá vivirse el relato hollywoodense o tendremos que acostumbrarnos al escenario actual? 

Un momento desafiante para el mundo y también para la educación. Por ahora, más que nada, solo se ve estupefacción y miedo en el resto del mundo. Dentro del país en cuestión, da la impresión de que tampoco hay demasiada incomodidad.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

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