Publicidad

PS le pasa la factura a diputado Navarro: peligra como jefe de bancada

Publicidad

Sus compañeros de partido lo están objetando a propósito de dos antiguas cuentas pendientes: su irrevocable vocación de outsider, que en varias oportunidades le ha llevado a hacer la oposición al Gobierno, y la colaboración que prestó para un reportaje de televisión en que se denunciaba a sus pares.


Desmemoriados llegaron los diputados socialistas de sus vacaciones de verano. Son varios los que simplemente no recuerdan el acuerdo de palabra que se adoptó el año pasado para el 2003 su compañero Alejandro Navarro asumiera la jefatura de la bancada.



El olvido tiene explicaciones. Varios diputados socialistas se oponen a que Navarro asuma la representación del grupo por dos razones. La primera es el perfil outsider del legislador, que en varias oportunidades le ha llevado a asumir posturas contrarias al Gobierno.



La segunda, es que quieren dobrarse de algo que consideran una deslealtad desde que el año pasado Navarro colaboró con un reportaje que hizo Chilevisión respecto a los diputados que no le pagaban las cotizaciones a sus empleados para quedarse con los dineros.



En esa oportunidad, Navarro dio entrevistas al canal que algunos de sus colegas -no individualizó- se quedaban con los sueldos de sus trabajadores. Por esto, ya para mediados de diciembre pasado -cuando se emitió la nota en la tele, varios de los compañeros de bancada de Navarro habían decidido «reconsiderar» si era la mejor persona para conducir a los diputados socialistas. Incluso llegaron a increparlo durante en una reunión de la bancada.



Lobbys y bilaterales



Los últimos días han sido intensos para Navarro y sus detractores. Hasta el momento no ha habido ninguna reunión oficial de la bancada para zanjar el punto, sólo "bilaterales" de en la Cámara, en las que Navarro está exigiendo cumplir el acuerdo y donde algunos le han explicado que "no lo recuerdan".



Algunos parlamentarios, temerosos de que si Navarro se queda sin la jefatura de la bancada reaccione ausentándose o no votando en la elección de su compañera Isabel Allende para la presidencia de la Cámara, han dilatado para después de 18 de marzo los comicios internos para decidir al jefe de los diputados socialistas.



En todo caso, Navarro ha querido quedar fuera de sospechas asegurando que adelantó su viaje desde Europa para estar en Chile el día de la elección de Allende. También garantiza que gane o pierda en la bancada dará su voto a Isabel Allende porque "si hay un acuerdo político hay que dar cumplimiento a ese acuerdo", dice.



No obstante, también advierte que "si una bancada exige que se den cumplimientos a esos acuerdos, es incongruente que no cumpla todos los acuerdos, si no (se realiza su elección como jefe de bancada), habría libertad de acción para otros acuerdos políticos".



Navarro se explica



Respecto a sus dichos por televisión, Navarro sostiene que hace más de un año tiene en su página web su dieta y que tal vez sus palabras molestaron a algunos que creen que esas materias son privadas. "Puede que haya gente que a mi no me caiga bien, pero aquí estamos hablando en términos políticos. No se elige por el grado de relaciones personales si no por compromisos políticos y hay un compromiso político de elegirme", recordó.



A los que lo tildan de outsider, les responde que es capaz de distinguir entre la jefatura de la bancada y sus postulados personales.



Pero no todos le creen así. Sergio Aguiló, otro diputado socialista que a veces se aleja de las posturas gubernamentales, cree que es más conveniente que Navarro mantenga la libertad actual para expresar su parecer desde fuera de la jefatura de la bancada. Aguiló dice que continuará haciendo esfuerzos para que Navarro desista en su interés de hacer respetar el acuerdo.



La situación de Navarro se ha complicado más en las últimas horas, pues le salió gente al camino. El diputado por Arica, Iván Paredes, ya comenzó los sondeos entre sus compañeros de piso para "tantear los apoyos" con los que contaría para poner su nombre sobre la mesa.



Cercanos al legislador nortino aseguran que éste ya tiene numerosos apoyos y puede optar al cargo. Pero fuentes de la tendencia Nueva Izquierda señalaron que es difícil dicha opción pues siempre los cargos se han elegido mediante acuerdos internos.



Lorenzinazo



En tanto la DC, vivió ayer una agitada mañana. El diputado Pablo Lorenzini, a la luz del resultado de la elección interna que le arrebató la primera vicepresidencia de la cámara y la mantuvo en manos de Edmundo Salas, amenazó con no votar por una mesa de la corporación donde hubiesen diputados que no cumplen los acuerdos.



De esta manera aludía a Salas, quien el lunes anunció que cumpliría con la promesa de renunciar al cargo con lo cual Lorenzini ocuparía su lugar en la testera de la Cámara Baja, cuestión que salas finalmente no hizo.



La amenaza de Lorenzini movilizó rápidamente al nuevo jefe de bancada, Patricio Walker, quien se comunicó con el presidente del partido, Adolfo Zaldívar, para informarle sobre la gravedad de la situación: el voto de Lorenzini era clave. De no tenerlo, la derecha podía empatar a 57 votos y, en el peor de los escenarios, ganar la presidencia de la Corporación.



Adolfo fue claro: la DC tiene un acuerdo de elegir a la diputada Isabel Allende a la presidencia de la mesa y hay que respetarlo.
Ya al mediodía las bravatas de Lorenzini se habían diluído.



La expectación de la derecha



Por su parte, la oposición ha mantenido una postura expectante frente a este nuevo desorden de la DC. Es más, RN y la UDI aún no se reúnen para definir al candidato del sector que postularán a la presidencia, mantiendose así vigentes los nombres de Alberto Cardemil por RN y el de Víctor Pérez por la UDI.



En todo caso, en la oposición saben que la única forma de acceder a la testera es que se produzca algún problema entre las filas del oficialismo y pierdan el voto de mayoría que tiene en estos momentos.



En cuanto a las jefaturas de bancada, en RN habrá elección la próxima semana y entre los candidatos se encuentran José Antonio Galilea y Pablo Galilea, según algunos parlamentarios, este último, sería una buena carta para hacer un "tiraje a la chimenea".

Publicidad

Tendencias