Ministerio de Salud no tiene aún a quién entregar elaboración de procedimientos sobre cómo prevenir, diagnosticar, tratar y rehabilitar patologías como la enfermedad pulmonar obstructiva o la leucemia. Planteles no postularon a la licitación de estos y otros males por dificultades en la obtención de evidencia científica.
Dudas existen en el ministerio de Salud respecto del futuro de seis enfermedades consideradas en el plan de Acceso Universal de Garantías Explícitas (Auge), debido a que aún no está definido cómo serán atendidos males tan importantes como la patología pulmonar obstructiva crónica y la leucemia en adultos.
El subsecretario de Salud subrogante, Fernando Muñoz, reconoció a El Mostrador que tras el segundo llamado a licitación de este año, ninguna universidad postuló para estudiar los protocolos de aplicación de seis de los 39 problemas de salud que deberán contar con atención asegurada a partir de enero de 2005, aunque sostuvo que se buscará una solución.
Los protocolos son estudios que recogen la evidencia científica disponible para establecer la mejor forma de promocionar, prevenir, diagnosticar, tratar y rehabilitar cada uno de los males.
"Hay seis protocolos que no fueron asignados porque nadie postuló, pero son pocos y los podemos asignar directamente a alguna universidad, o bien buscar el mejor grupo que los pueda desarrollar, dado que la licitación está desierta desde el punto de vista legal", dijo.
Añadió que ya que se pagó a cada universidad un promedio dos millones 800 mil pesos para que, en un plazo de tres meses, analice la literatura científica necesaria para elaborar los protocolos de atención definitivos de cada patología, perfectamente puede ofrecerse una suma adicional a algún equipo profesional para efectuar el mismo trabajo.
Pese a asegurar que el ministerio cuenta con recursos para pagar un sobre precio, que no precisó, el subsecretario subrogante reconoció que estas son sólo posibilidades, ya que aún no han firmado ningún contrato con alguna institución o equipo profesional y ni siquiera han iniciado las gestiones necesarias para lograrlo. Es más, no se sabe con certeza qué camino seguir.
Respecto del retraso que esto implicaría para enfermedades que debieran ser atendidas con el nuevo sistema el 2005, dijo que el proceso no debiera superar los seis meses, aunque reconoció que sin un contrato en mano eso no pude asegurarse.
Otra posibilidad es que el propio ministerio realice el estudio de los protocolos de atención, pero este evento está descartado por el momento. La razón es que la autoridad licitó estos estudios porque, a su juicio, la aplicación garantizada de la atención a estas patologías requería de un análisis elaborado, que ellos no estaban en condiciones de ofrecer.
Según Muñoz, el caso de las 39 patologías, cuya atención deberá garantizarse el 2005, es distinto al de las 12 enfermedades que tendrán -o debieran tener- acceso asegurado durante el 2004 y cuyos protocolos fueron realizados por el propio ministerio. La diferencia radica, en que el conocimiento en terreno de la cartera acerca de estos 12 problemas de salud es mayor que el de las 39 patologías que ahora fueron licitadas, lo que justificaría y haría indispensable su análisis externo. De ahí la importancia, y gravedad, de no contar hasta ahora con una institución que se haga cargo de las seis prestaciones de salud que permanecen en suspenso.
Por qué no postularon las universidades
Las patologías no adjudicadas son, además de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y la leucemia de adultos, todos los cánceres infantiles, el politraumatismo con y sin lesión medular, los tumores y quistes del sistema nervioso central y la hipoacusia (o sordera) de adultos mayores.
Distintas universidades se encuentran trabajando en las enfermedades que sí fueron asignadas, en total 33, que terminaron siendo 30 pues algunas se agruparon. Estos problemas de salud fueron repartidos entre la Universidad de Chile (que se adjudicó 5 enfermedades), la Universidad Católica (con 5 patologías más), la Universidad de La Frontera (11), la Universidad del Desarrollo (8) y la Universidad de Concepción (1). Los informes deberán ser entregados, en su mayoría, a fines de febrero.
La coordinadora de protocolos Auge de la Universidad de Chile, María Teresa Valenzuela, explicó que los motivos por los cuales los planteles decidieron marginarse en la postulación a ciertos protocolos fue la complejidad del estudio de algunas enfermedades basado en la evidencia médica. Así, cada plantel postuló a aquellos en los que se tenía experticia y ventajas comparativas.
A su juicio, es razonable que ninguna institución haya hecho ofertas en temas como el tratamiento del traumatismo raquimedular, ya que es una enfermedad que varía considerablemente de un paciente a otro, lo que hace difícil su estandarización.
Para Valenzuela, otro caso complejo de analizar es la leucemia de adultos que, por ser una enfermedad rara en Chile, presenta mayores dificultades para encontrar evidencia científica que respalde la elaboración de un protocolo de aplicación.
Sin embargo, advirtió que más allá de la complejidad o simpleza de su estudio, es especialmente preocupante que se encuentren abandonadas patologías de mayor incidencia social, como todos los cánceres infantiles, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y la hipoacusia o sordera para adultos.
Distinto es el juicio que realiza en este sentido Fernando Muñoz, para quien la falta de ofertas para estos problemas de salud no guarda relación con la complejidad de las enfermedades. "A mi me parecen patologías concretas y simplemente no hubo postulaciones por las características de los participantes, que prefirieron otras cosas, por incomunicación entre unos y otros departamentos, por falta de interés, tal vez. Nosotros no podíamos obligar a que todos se presentaran a todos", sostuvo.
Por lo mismo, descartó que el que hayan quedado pendientes seis patologías deje en mal pie al ministerio y, menos, que se trate de negligencia.