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«Concertación ha retrasado medidas concretas para eliminar el binominal»

El director ejecutivo del CERC sostiene que debe desarrollarse un fuerte trabajo para potenciar la adhesión ciudadana en un tema tan relevante como el cambio del sistema electoral. Sostiene que hay que avanzar con decisión hacia un sistema proporcional y que la eliminación del binominal es »inevitable».


Carlos Huneeus, director ejecutivo de CERC y cientista político no ve un mayor drama en el desahucio del informe Boeninger sobre modificaciones al sistema binominal. Lo considera prácticamente el cumplimiento de una etapa, luego de la salida de Andrés Zaldivar del Ministerio del Interior.



Lo que sí lo pone nervioso es que no se estén desarrollando acciones políticas suficientes para captar la mayor adhesión ciudadana en un tópico de la trascendencia del cambio del sistema electoral del país.



También arremete contra los que considera los principales elementos de discusión en este tema: la necesidad de cumplir los compromisos electorales suscritos con la izquierda extraparlamentaria y, particularmente, la revisión del tema de los pactos interalianzas, que en el caso de la Concertación, terminan perjudicando a la Democracia Cristiana y por ende, derivando en una negociación que termina en "parlamentarios designados" por la coalición. "Hay que sincerar el sistema político", resume.



-¿Efectivamente esto representa un fracaso para la comisión Boeninger?



– Mire, Boeninger fue nombrado por el ministro Zaldívar. El ministro Zaldívar fue alejado del gobierno y asumió el ministro Velasco y, desde ese punto de vista, se cumplió una etapa. Ahora, porqué se produce ahora esta definición y no antes, cuando se conoció el informe Boeninger, eso habría que preguntárselo a los secretarios generales de los partidos de la Concertación.



– Este martes se conocieron varias propuestas de Sebastián Piñera, en el contexto del debate interno de RN, sobre el tema, con algunos elementos de proporcionalidad e incorporación de algunas minorías ¿qué le parecieron?



– Mire, yo creo que la eliminación del sistema binominal es inevitable tarde o temprano. Es una de las instituciones provenientes de la dictadura, que fue establecida para alcanzar objetivos políticos en beneficio de la derecha y en desmedro de la Concertación y que se están cumpliendo. Ahora, ese es un tema difícil de concordar, por las razones que le daba. Beneficia a la derecha y ellos tendrían que renunciar a la ventajas que se les da y está perjudicando a la Concertación y, por lo tanto, la Concertación tendría que salir beneficiada. Eso es la realidad, por lo tanto, se trata de buscar una fórmula que sea la cuadratura del triángulo. El tema es cómo se hace una reforma en normalidad democrática. Eso supone tener una gran apoyo ciudadano, tener un gran respaldo en la población y hay que buscarlo, eso no viene con facilidad y creo que el Gobierno, la Concertación y los parlamentarios que quieren hacer la reforma, debieran dedicar bastante esfuerzo a eso. Yo no creo que el camino sea poner a los parlamentarios, como los que se oponen a ella, a estudiar el asunto, al ser directamente afectados. El camino va por otro lado.



-¿Ese apoyo debiera implicar alguna consulta especial a la ciudadanía?



– Tiene que hacerse, tiene que hablarse más de política a nivel nacional. Creo que es una muy buena oportunidad para que el país sepa la importancia de los factores políticos en el desarrollo nacional y no solamente estar preocupado de las arcas públicas y de las gestiones que haga el equipo económico. Ahora, el punto es que la Concertación ha retrasado tomar medidas concretas para eliminar el sistema binominal, porque tiene consecuencias muy directas en la distribución de fuerzas de la coalición gobernante, que son muy delicadas.

-¿Cómo así?



– Porque, por una parte, la integración del Partido Comunista, implica que se termina con el voto útil; y segundo, hay un elemento que es más delicado todavía, que no se ha mencionado y el informe Boeninger no lo menciona, que es que el sistema binominal fue perfeccionado, después del plebiscito del 88 y antes de la elección del 89, a sugerencia de Andrés Allamand y Jaime Guzmán, para que se permitieran los pactos electorales y eso porque temían que en un sistema binominal, donde fueran la DC, por una lado y la izquierda por el otro, significara el triunfo de los dos en el Congreso y la derecha quedara fuera y tremendamente debilitada en el Parlamento. Entonces, tenemos el sistema binominal con subpactos, que puede funcionar cuando en una coalición hay solamente dos partidos, como en la derecha, pero en la Concertación, es distinto, porque se tiene un subpacto de tres partidos contra uno y ese cuadro para la DC es insostenible. Ese es el segundo Talón de Aquiles de la reforma por parte de la Concertación.



-¿Eso no está suficientemente resuelto en los planteamientos que se han hecho?




– No, porque ese tema no se ha tocado. En este país las cosas que son delicadas muchas veces no se discuten, se retrasan en el tiempo y al final no se resuelven… Entonces usted tiene tres contra uno, en una coalición, salvo al comienzo de la Concertación, en que la DC fue más fuerte, por una suma de factores. Eso lleva a que en la próxima elección parlamentaria va a ver, nuevamente, debilitado su bloque parlamentario o va a llegar a un acuerdo de élite con el bloque PS-PPD-PRSD y la DC, que debilite la competencia y asegure obtener parlamentarios, por lo tanto, lo que tanto se critica, de parlamentarios designados, como fue lo que hizo la derecha el año 2001, con 7 de los 9 senadores que se elegían en ese momento, y eso es pésimo para el sistema democrático, porque es necesario que haya competencia entre todos los partidos y no entre algunos no más. Lo demás es música y discusión académica.



-Al parecer con las últimas declaraciones de los secretarios generales de la Concertación, en torno al aceptar incluso como piso la propuesta de RN, pareciera tenderse a una solución que incorpore elementos de proporcionalidad, pero que mantenga lo sustancial del sistema binominal…



– Eso puede ser para la derecha bueno, pero para la Concertación está este tema de los pactos y eso puede ser más central que el tema de la representación, que lleva a la necesaria incorporación del Partido Comunista. Pero acá hay un tema de sincerar el sistema político, porque por un lado los comunistas permiten el triunfo y son convocados a votar en segunda vuelta a favor de los candidatos de la Concertación, pero no se les dan los mecanismos para que tengan representación parlamentaria, entonces eso daña la credibilidad de las instituciones políticas y de los dirigentes.



-Es decir, usted postula que acá deben existir cambios de cierta profundidad…



– Hay que avanzar a un sistema proporcional, que es lo que tuvo Chile en su historia republicana, es lo que tiene la inmensa mayoría de países democráticos con sistemas múltiples de partidos. En Chile no hay dos partidos, hay a lo menos seis partidos y medio y eso es lo que da cuenta de la diversidad y el pluralismo de la sociedad y la política chilena, lo demás es ingeniería político electoral que está dañando al país. Eso es lo primero, proporcionalidad, segundo, competencia, debe existir ello entre todos los partidos y no entre los partidos aliados. El otro tema central que también se plantea con esto, es si este país va a seguir amarrado a un sistema electoral que obliga a coaliciones políticas en forma indefinida. ¿Concertación hasta cuando? ¿Y Alianza hasta cuando? Resulta que aprobamos la ley de divorcio, para los que no quieren seguir en matrimonio, pero resulta que en política eso no es permitido. Ese es otro tema.

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