Con dispositivos denominados Open Top Chambers, Lohengrin Cavieres, investigador del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), junto a su equipo, calientan artificialmente el ambiente, en un sector del popular centro de esquí, para determinar que tan nocivo podría ser el »efecto invernadero» para las plantas de la alta montaña del Chile central.
Desde diciembre del año pasado, el científico del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) y académico del departamento de Botánica de la Universidad de Concepción, Lohengrin Cavieres, realiza junto a su equipo, un novedoso experimento para conocer el impacto que tendría el calentamiento global en las especies botánicas de alta montaña.
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| Plantas rodeadas con el dispositivo OTC |
Para ello "calientan" artificialmente el ambiente de las plantas, a 3 mil 600 metros de altura, en el sector de Valle Nevado, utilizando unos dispositivos conocidos como Open Top Chambers (OTC), los que son utilizados por científicos de todo el mundo para estudiar las zonas de clima frío.
"El año pasado comenzamos un estudio que tiene por objetivo determinar qué tan nocivo podría ser el calentamiento del planeta para las plantas de la alta montaña en Chile central, ya que éstos ámbitos han sido propuestos como uno de los hábitat más sensibles al calentamiento global", dice.
El experimento está siendo financiado por Fondecyt para sus primeros tres años de existencia, pero luego será monitoreado por el IEB por un lapso estimado de diez años.
Según comenta Cavieres, pese al poco tiempo que lleva instalado el proyecto, ya tienen algunos resultados preliminares, en relación a cómo se comportarían las especies si la temperatura sigue aumentando paulatinamente en el planeta.
"Ya pudimos observar que algunas especies que no son nativas de Chile, que en estos momentos pueden crecer albergadas, protegidas, dentro de otras plantas, si uno les coloca estos dispositivos, entonces ya no requieren de la presencia de otras plantas", sostiene el científico.
"La amenaza está en que si abundan (si se expanden) podría no ser muy beneficioso, pero hay que evaluar que tan nocivo es en el futuro", agrega.
Sistemas sensibles
-¿Por qué los sistemas de alta montaña serían uno de los hábitat más sensibles a nivel mundial?
-Su vulnerabilidad estaría dada porque las bajas temperaturas del ambiente son las que determinan en gran medida la estructura de las comunidades que habitan dichas zonas. Sólo algunas especies han sido capaces de colonizar esas inhóspitas áreas, y muchas de ellas están restringidas a estos hábitat, no pudiendo habitar en altitudes menores pues otras especies más competitivas y mejor adaptadas a las condiciones más benignas de menores altitudes las excluyen. Con un ambiente más cálido, entonces, es posible que estas especies de menor altitud migren hacia mayores elevaciones, pudiendo desplazar competitivamente a las especies propiamente andinas, perdiéndose con ello una importante fuente de biodiversidad para el planeta.
-¿En ese marco es que ustedes han decido estudiar el fenómeno?
-En particular nosotros hemos montado una serie de experimentos donde estamos «calentando el ambiente» a 3 mil 600 m de elevación, en el sector de Valle Nevado, lo que permitirá comenzar a monitorear las respuestas de las plantas a un ambiente más cálido. Este experimento sólo comenzó el verano pasado por lo que muchos resultados no hay. A pesar de ello, ya hemos encontrado algo interesante: especies no nativas de Chile que actualmente requieren de la ayuda de otras especies para vivir en estos hábitat -efecto nodriza-, no necesitarían de ello si el ambiente se torna más cálido, corriéndose el peligro de que aumenten drásticamente su abundancia pudiendo afectar negativamente a la flora nativa.
-¿Qué últimos antecedentes existen sobre cambio climático o aumento de temperatura en Los Andes?
-Respecto a antecedentes de evidencia de cambio climático para los Andes estos son escasos, ya que las series climáticas de Los Andes de Chile central son escasas y discontinuas. A pesar de ello, varios autores coinciden en señalar que existe una tendencia hacia temperaturas más cálidas. Por ejemplo, Brenning (2005) basándose en el análisis de las temperaturas anuales medias del aire para diferentes estaciones de Los Andes de Chile central, advierte que habría una tendencia hacia temperaturas más cálidas.
Otro antecedente en la misma perspectiva es aportado por Carrasco y colaboradores (2006) quienes estiman que la elevación de la isoterma cero (o punto de congelación de las aguas) ha aumentado en los últimos 30 años, entre 122 y 200 metros en invierno y verano, respectivamente.
Actualmente la isoterma cero se encuentra a los 3600 metros. Estos resultados ponen evidencia la elevación de la línea de nieves en los últimos 30 años, y por lo tanto que el ambiente de la alta montaña se está calentando, con las consecuencias que esto podría tener en las comunidades vegetales.
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