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Doctor José Luis Vásquez declaró como inculpado de falsificación de autopsia

Actual director de Medicina Legal de la Universidad Católica fue exhortado a decir verdad en una causa que investiga el posible falseamiento de la causa de muerte de una mujer en el hospital San José. Este es un nuevo cuestionamiento al facultativo que realizó las autopsias del ex Presidente Allende, el diplomático español Carmelo Soria y el menor Rodrigo Anfruns, entre otras.


En una diligencia realizada ante el 12° Juzgado del Crimen de Santiago, el cuestionado médico forense del Servicio Médico Legal (SML) José Luis Vásquez declaró como inculpado de los delitos de falsificación de instrumento público y obstrucción a la justicia, debido a una querella interpuesta en su contra por los familiares de María Angélica Canales Gallardo.



Este caso trata de investigar el posible falseamiento del informe de autopsia realizado a esta mujer tras su deceso en el hospital San José, el 16 de agosto de 2001, luego de que personal del mencionado recinto asistencial se percatara de que se le había conectado una manguera de oxígeno en sus vías venosas.



Pese a que tanto las primeras indagaciones de la Policía de Investigaciones, como el sumario administrativo del establecimiento, establecieron que el deceso se produjo por una embolia aérea producto de una negligencia, Vásquez en su análisis forense determinó que su muerte se debió a una bronconeumonia.



Sin embargo, el abogado querellante en el caso, Matías Coll, explicó a El Mostrador.cl que mediante las numerosas diligencias judiciales, la tesis del mencionado facultativo ha quedado desvirtuada, por lo que el tribunal decidió tomarle declaración como inculpado de los mencionados delitos.



Los antecedentes



María Canales Gallardo, de 85 años, fue internada en el hospital San José, con un cuadro de insuficiencia respiratoria aguda, limitación crónica al flujo aéreo descompensado y neuropatía aguda. Empero, en el sumario por su deceso se dejó establecido que «no se encontraba en riesgo vital por esta causa».



La primera en percatarse de su fallecimiento fue la técnico paramédico Aracelli Calane Novoa, quien pudo constatar que los sueros inyectados a la paciente no estaban pasando. «Al revisar las conexiones se percató que tenía conectada la manguera del oxígeno en una de las llaves que tenía hacia la vía venosa. Esta conexión de su oxígeno, a su vez, tenía conectado una conexión de flebo o bajada de suero», consigna la investigación interna a la que tuvo acceso este medio.



Esta situación también fue constatada por la enfermera de turno Leonora Flores Pino y la médico residente del hospital María Gabriela Sanzana González, quien advirtió en el rostro y cuerpo de la paciente un aumento de volumen, con livideces en toda su anatomía y con enfisemas subcutáneos.



«Dichos signos en el cadáver de la paciente fueron corroborados por el doctor José Luis Pérez Castillo, médico residente (al) que le correspondió recibir el turno de la doctora Sanzana. En efecto, el citado profesional, quien además es médico de criminalística de la policía de Investigaciones, tuvo oportunidad de examinar el cuerpo en la unidad de anatomía patológica del establecimiento, pudiendo observar una cianosis generalizada, aumento del volumen abdominal, yugulares ingurgitadas, etc», señala el documento.



También se deja constancia que el mencionado médico, al tocar la vía venosa del brazo de la paciente a fin de hacer fluir la sangre, pudo constatar la presencia de burbujas en el torrente sanguíneo, signo inequívoco de presencia de oxígeno en la sangre.



«El doctor Pérez Castillo indicó que, por trascendidos, se enteró que el resultado de la necropsia (autopsia) realizada en el SML señalaba como causa de muerte de la paciente una bronconeumonía. Sin embargo, este profesional indica que en este examen no se contemplaron pruebas tendientes a verificar la existencia de oxígeno en la sangre. Si bien María Canales Gallardo cursaba una bronconeumonía, no estaba en riesgo vital por esta patología», da cuenta el sumario.



De esta forma, se concluyó «con sólido asidero, la presunción de que existió la intervención de terceros, especialmente en la construcción de la conexión de la vía a la red de oxígeno».



Nuevo cuestionamiento



Este caso no es el primero en que existen cuestionamientos a la labor forense que realiza José Luis Vásquez en el SML, ya que su nombre ha sido objeto de numerosas críticas sobre todo en materias relacionadas con violaciones a los derechos humanos.



Durante el régimen militar, este facultativo ocupó el cargo de jefe del Departamento de Tanatología del organismo, además se desempeñó en el Hospital Militar, mientras que en la actualidad es director de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad Católica.



Este médico es el que realizó la autopsia del ex Presidente Salvador Allende, del menor Rodrigo Anfruns Papi, de la joven Alice Meyer y la ampliación del informe pericial por la muerte de Delfín Díaz, el sujeto acusado de haber asesinado a dicha joven y cuya muerte habría sido simulada como un suicidio.



Pero su labor también ha sido desacreditado en el caso del homicidio del diplomático español Carmelo Soria, en cuyo caso Vásquez sostuvo irrefutablemente la teoría del accidente automovilístico, pero con los últimos avances logrados en la investigación por la muerte del ex químico de la DINA Eugenio Berríos, ha quedado establecido que este funcionario de la Cepal fue torturado y asesinado en la casa de Vía Naranja, en Lo Curro, donde vivió Michael Townley.

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