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«No se puede hacer política exterior sólo en base a los éxitos económicos»

Crítico es el miembro de la comisión internacional DC, quien acusa que la política exterior del gobierno »ha sido poco consistente» y no existe un perfil estratégico de la misma. Cree que Foxley »se encontró con una disciplina a la que no estaba acostumbrado porque es más política y se requiere más imaginación».


El experto internacional Tomás Jocelyn-Holt (DC) es crítico a la hora de hacer un balance en materia de Relaciones Exteriores de lo hecho durante este gobierno. Y aunque no le gusta personalizar en la cabeza del canciller Alejandro Foxley, reconoce que "ha sido poco consistente la política exterior" de nuestro país en lo que va de la administración bacheletista.



El profesional, quien trabajó como experto en materias internacionales en el otrora comando de la actual mandataria, expresa que "se ha tanteado mucho en el tema. Se ha sido poco consistente la política exterior y esos tanteos no han sido exitosos".



Prueba de lo anterior, explica Jocelyn-Holt, es que "con Argentina se deterioró la relación, no se alcanzaron las expectativas con respecto a eso. Hay que recordar que en la campaña se habló de una alianza estratégica con Argentina, todavía está por verse en que se traduce eso. Me atrevería a decir que Chile tiene mucho más posibilidades de relación estrecha con Perú, Colombia, que la que se pensó en un comienzo. A mi juicio falta una estrategia regional, que echo de menos de un comienzo".



En su opinión, este problema genera otros como el abandono de nuestros vínculos con Europa, "después de que se había logrado una asociación política con la UE, que tienen pocos países. Lo que había que hacer era meterse en la administración de ese acuerdo y tratar de aprovechar la ventaja que teníamos porque profundizar la relación de Chile con todos los miembros de la Unión no iba a requerir mucho tiempo. Me atrevería a decir que hubo un abandono después de ese esfuerzo, por lo menos, en los niveles que eventualmente hubiese supuesto que habría que venir ahora".



Puntualiza que "es necesario que nuestra política exterior tenga un componente regional, europeo, pero también mirando al Asia Pacifico y con un sentido general de equilibrio en nuestras relaciones exteriores".

"Hay que definir un perfil estratégico"



-¿Cómo ve la gestión de Alejandro Foxley durante estos más de nueve meses?
-A mí no me gusta personalizar, debo considerar que este gobierno comenzó su gestión con el deseo de replantear sus relaciones con la región y creo que se cometieron errores de apreciación de cómo hacerlo. Las prioridades están bien, pero se entró en el tema mal y la razón de ello es porque no se inició con un perfil estratégico la política exterior.



Lo primero que se debe definir es el perfil estratégico de la política exterior de Chile, algo que nunca se ha hecho. Históricamente la estrategia externa del país ha estado muy marcada por los temas limítrofes y después en función de nuestra apertura comercial, pero si Chile quería ahora hacer esfuerzos de relaciones políticas en la región habría tenido que previamente haber hecho una pregunta de cómo iba a ser ese perfil, cómo queríamos ser vistos y cuáles iban a ser nuestros objetivos, pero eso nunca se hizo.



-¿Qué errores se han cometido?

-Se comenzó un esfuerzo regional sobre la marcha. Tuvo sus momentos principales en un error eventualmente en la apreciación del acercamiento con Argentina, con la cual no se dieron las cosas como se esperaban. Otro error que existió en las relaciones propiamente sudamericanas duró hasta que efectivamente la Cancillería se empezó a dar cuenta que era otra equivocación y ahí comenzaron a discurrir la idea de acercarse a la Comunidad Andina de Naciones, incluso establecer diferencias entre lo que son los países de ribera atlántica en América Latina y los de la ribera Pacífico. Me atrevería a decir que la última equivocación es no comprender la importancia de la relación con México en una correcta política hacia América Latina como un todo. Chile, a mi juicio, debería apostar a una región amplia de América Latina y no circunscrita a la Comunidad Sudamericana de Naciones.



-¿Cuál es el error con México?
-Si Chile firmó en enero una asociación estratégica con México sería importante acompañarlo con hechos concretos que demostraran credibilidad y que esa relación iba a tener el carácter estratégico que tenía en el papel. Hoy no sé cuáles son los detalles de la relación regional que se quiere tener y todavía está pendiente elaborar una política coherente hacia América Latina que pueda ser medida en el tiempo. Desde ese punto de vista, todavía está pendiente la elaboración de una política cuyos resultados y objetivos puedan ser medidos correctamente.



-¿Cómo ve a Bolivia?
-No me cabe la menor duda de que ha habido una distensión desde el gobierno del presidente (Carlos) Mesa en adelante entre Chile, y Bolivia y esa distensión tiene un solo objetivo que es resolver el tema marítimo. Si uno evaluaba el ánimo de los candidatos presidenciales en Chile, todos querían dar un paso adelante en la relación con Bolivia. En la tarea de la Cancillería, en cambio, no se jugaba tanto en el intercambio necesariamente con el gobierno boliviano, como sí se jugaba tratar de ver en el plano interno en Chile qué piso tenían las autoridades para ir avanzando en esa agenda y qué cantidad de agua iba habría en la piscina para eventualmente avanzar.



No cabe la menor duda de que en los próximos dos años ambos países van a entrar en una fase distinta en su vida política. Nosotros vamos a entrar en las elecciones municipales y es probable que también el gobierno boliviano vaya a entrar en un ciclo que ya hemos conocido en el pasado. No cabe la menor duda también, por otra parte, que poco se ha hecho en Chile para saber exactamente hasta dónde se está dispuesto a llegar en este tipo de temas.



-¿De qué forma ha visto el tema boliviano y el chileno?
-El tema boliviano se ha jugado mucho más en las fronteras chilenas que con encuentros en las fronteras bolivianas. En muchos momentos se precipitaron declaraciones que en el fondo obligaron a las autoridades a retroceder. Me atrevería a decir que en el ámbito de la región, como en todo, hay un déficit y ello obedece a una sola causa: la necesidad todavía pendiente de elaborar un perfil estratégico de la política exterior del país en particular hacia una política regional.



¿Economista o canciller?



-¿Foxley es mejor economista que canciller?
-Una semana antes que asumiera conversé con Alejandro y me hizo una pregunta con respecto a si tenía una mala opinión de él. Le dije que no y sigo teniendo una opinión extraordinaria con respecto a su persona. Creo que es un gran economista, con imaginación, honrado, pero me atrevería a decir que este campo no tiene nada que ver con los campos que previamente había tenido, que se encontró con una disciplina a la que no estaba acostumbrado porque es más política y se requiere más imaginación. Además, se construye en el vacío, no hay una agenda previamente elaborada.



Uno puede llenar eventualmente la agenda del ministro de viajes, con episodios equis y reuniones que pueden o no necesariamente conducir a algo, pero aquí no se evalúa en cuánto o cuán copada está la agenda del secretario de Estado, sino que en función de resultados. Siempre pensé que Alejandro iba a tener dificultad para entender la dimensión política de la función porque iba a sentir que era un terreno en el cual se iba a perder el tiempo en reuniones, que iban a tener efectos en el mediano y largo plazo y no inmediatamente. Los tiempos eran distintos, se requería de un seguimiento de los temas que de alguna manera son muy sistemáticos.



-Pero entremos al área chica: ¿Es mejor economista o mejor canciller?
-Alejandro debió aprender y desarrollar un rodaje que le ha costado mucho y creo que en la práctica es legítimo que los chilenos nos preguntemos si se han cumplido los objetivos de política exterior que se plantearon desde un comienzo. Nos vamos a encontrar con enfoques críticos. No se puede hacer política exterior sólo en base a los éxitos económicos de Chile. La política exterior son relaciones personales y políticas que se construyen paso a paso. Alejandro se dio cuenta de la dimensión política de las relaciones exteriores y no creo que, efectivamente, esté hablando de economía en su gestión.



-¿Cuáles han sido los mejores cancilleres de la Concertación?

-Sólo dos han llenado mis expectativas: José Miguel Insulza y Carlos Figueroa. El primero tenía mucha imaginación para guiar y moverse políticamente y, del segundo, debo destacar que entendió muy bien cuando hizo un pacto interno en la Cancillería que dio mucha tranquilidad a la carrera funcionaria para incorporarla a la tarea que iniciaba Frei en materia exterior.



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