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FACH reconoce que incentivos para retener a pilotos son insuficientes

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General Ricardo Ortega admitió inquietud durante aniversario de la institución. En tanto, el jefe de personal, general Enrique Rosende, reconoció a El Mostrador.cl que pese a las políticas implementadas en ese sentido »nos enfrentamos a las cifras crudas que por mucho que la FACH y el Estado traten de dar beneficios están por debajo de lo que ofrece el mercado».


Desde hace tiempo que la Fuerza Aérea (FACH) está preocupada por la fuga de profesionales que son formados con recursos estatales y que luego se van a líneas aéreas (fundamentalmente pilotos) o mineras (suboficiales especializados en mecánica e hidráulica). Esta situación es una de las materias que se pretende resolver en la nueva carrera profesional de oficiales, a través de la creación de "incentivos que permita retener" a estas personas.



El comandante en jefe de la FACH, general Ricardo Ortega, reconoció esta inquietud durante la ceremonia de aniversario de la institución, recalcando los millonarios recursos que invierte el Estado en la preparación de un piloto de combate. «Un piloto con no más de 15 o 20 años formado en la institución, le cuesta unos US$ 7 millones de dólares al Estado y realmente se van» por los bajos sueldos en comparación con el mercado, admitió.



Las públicas aprensiones del jefe aéreo fueron ratificadas a El Mostrador.cl por el director de personal de la entidad, general Enrique Rosende, quien explica que "hoy sólo el curso para formar un especialista de los F-16 vale dos millones de dólares, pero la formación completa de un piloto de F-16 sale cinco millones de dólares, que el Estado debe pagar para formar un especialista de esas características».



El alto oficial señala que si bien en los últimos años la fuga de pilotos "ha sido variable", reconoce que existe «una relación directa entre el dinamismo del sector privado aeronáutico con la cantidad de pilotos que se van todos los años».



Si bien precisa que no tiene la cifra de aviadores que se retiraron en 2006, recuerda que en 1985 dichas bajas fueron considerables. «Llegó a ser un 50%. Después que se invierten US$ 4 a US$ 5 millones, lo encuentro sumamente injusto desde el punto de vista de la adhesión del Estado. Si podemos retener a los pilotos jóvenes, lo vamos hacer y lo estamos haciendo".



Explica que en tal sentido «se ha hecho mucho por retener a los pilotos, se han implementado políticas de retención y estamos tratando de motivarlos, pero en definitiva nos enfrentamos a las cifras crudas que, por mucho que la FACH y el Estado traten de dar beneficios, están por debajo de lo que ofrece el mercado».



En cuanto a la preparación de los cuadros de tripulaciones para los escuadrones de F-16, señala que se espera estén listos en 2008 y explica que la formación que reciben es "en forma combinada: los instructores se están formando en Estados Unidos y los pilotos, en Chile y algunos al extranjero. El requerimiento fisiológico es de personas jóvenes que estén en condiciones físicas y síquicas óptimas. La edad promedio de nuestros pilotos fluctúa entre 25 y 35 años».



Reducción de personal



En 1998, cuando existían más de 14 mil hombres en la entidad aérea, se inició una reducción de personal «con la finalidad de ajustar su estructura presupuestaria», por lo que el año pasado se alcanzó la cifra óptima de 11.500 efectivos.



"Estábamos con un alto nivel de inversión en recursos humanos y un alto nivel que se requería para hacer operar el sistema. Y como los presupuestos no calzaban, la única forma de ajustarlo era aplicar una reducción de recursos humanos para generar espacios presupuestarios que nos permitieran enfrentar el gran desafío de operar una Fuerza Aérea, que tiene un problema estructural: cada vez los aviones cuesta más poder operarlos, no sólo desde el punto de vista de los combustibles que consume, las inspecciones de mantenimiento sino que también de la calidad de personal».



¿Cómo se debe estructurar la FACH?

-Tenemos que ser una Fuerza Aérea potente, con capacidad de difusión y con voluntad de empleo. Desde los recursos humanos, es importante estructurar una dotación de acuerdo a esos objetivos que sea bien preparada. Por eso ahora lo que necesitamos es partir en otro proceso, de empezar a preparar los cuadros con el fin de ir mejorando la calidad del personal e incorporar funcionarios que den mayor valor agregado.



-¿Los recursos que ya no se gastan en las tres mil personas que no están en la FACH, a qué se destinaron?

-Ese fue el objetivo que se buscó y logró, que fue destinar parte de esos recursos a la operación. Por una parte, el sistema operacional tenía muchos aviones antiguos y muy gastadores, y lo hemos retomado por aviones con mayor capacidad, pero que tienen un costo operacional considerable. Nosotros necesitábamos poder transferir parte del presupuesto que ocupábamos a la parte operacional.



Reforma y déficit en Capredena



-¿Qué pasa con los cambios al sistema previsional?

-El gran problema es que nuestra estructura previsional es del siglo XIX, donde las expectativas de vida eran de 60 años y después se salía a retiro y había una expectativa de 10 a 12 años de vida. Por cada tres personas había una en retiro, pero eso cambió. Las expectativas cambian, porque antes la gente tenía incentivos para retirarse a los 20 años, y a nosotros se nos empezó a ir mucha gente con 20 años y comenzamos a tener una estructura donde hay más retirados que en servicio activo.



-¿Qué pasa con Capredena?

-Un sistema solidario, como el de las Fuerzas Armadas, no tiene destino con el sistema actual y si tiene destino, lo tiene financiando Capredena con una cantidad de recursos que tampoco es justo… por eso el gobierno está implementando un plan con cambios en la carrera militar, con la finalidad de profesionalizar y permitir que la carrera se alargue por lo menos hasta los 35 años, e incentivar la permanencia del personal de la Fuerzas Armadas.



De esta forma, se quiere impedir que se jubilen a los 20 años sino que recién lo puedan hacer a los 25, pero al mismo tiempo como la carrera va a terminar a los 35 años, ahora no se van a llevar los 25 años que se llevaba actualmente cuando jubilaban. Por otra parte, está la idea de que los oficiales más altos se incorporen para jubilar por edad. Así, se puede llegar en caso de los coroneles a los 58 años y de los generales a los 62 años, es decir, alargar el período de disponibilidad.



-¿No están de acuerdo con cotizar en una AFP?

-Lo que pasa es que la especificidad de la carrera militar no hace aconsejable tener un sistema como el de AFP, que está basado en una capitalización individual, y lo mejor que podemos hacer es mantener la estructura actual con modificaciones, ya que si bien el sistema actual tiene déficit que puede ser revertido, para alargar el sistema de disponibilidad.

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