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Polémica por tesoro de galeón español hundido en Curepto

La nave, según las crónicas de la época, transportaba cristalería fina, cuchillería de oro y plata, ropaje decorado con oro, lujosos muebles y más de 50 cañones.


Una empresa buscará recuperar un tesoro de un galeón español hundido en el siglo XVIII en la costa de la zona central de Chile, pese a que el Consejo de Monumentos Nacionales se opone a la iniciativa, al alegar que según la ley los restos del barco y su contenido son patrimonio del Estado.



Se trata del galeón «Nuestra señora del Buen Consejo y San Leopoldo», conocido como «Oriflama», que partió desde Cádiz rumbo al puerto peruano de Callao en 1770, pero terminó hundido frente a la costa de la localidad de Curepto, a unos 250 kilómetros al sur de Santiago, en la región del Maule.



La nave, según las crónicas de la época, transportaba cristalería fina, cuchillería de oro y plata, ropaje decorado con oro, lujosos muebles y más de 50 cañones.



Al momento del naufragio, su tripulación había sido diezmada por el escorbuto.



Hace diez años, se creó la empresa «Oriflama S.A.», cuyos responsables quieren recuperar el tesoro, valuado actualmente en más de 30 millones de dólares, dijo el gerente general de la compañía, José Luis Rosales, en declaraciones publicadas hoy por el portal Terra.



Sin embargo, el secretario ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales, Óscar Acuña, indicó que a los cazadores de tesoros solo les correspondería la cuarta parte de esa fortuna.



«De acuerdo a lo que determina la ley de monumentos, este naufragio que supuestamente se encuentra embancado en la arena, es de propiedad del Estado», aseguró Acuña en declaraciones al mismo portal electrónico.



«Tenemos la facultad de entregar hasta un 25 por ciento de lo que se encuentre allí a la misión de investigación que se está desarrollando», añadió.



Por su parte, Rosales sostuvo que el barco, que estaría bajo un banco de arena en la playa «La Trinchera», cerca de Curepto, pertenece a la sociedad Oriflama.



«Tenemos la sentencia de propiedad de un tribunal y este es un barco que nos pertenece», afirmó.



La Contraloría General de la República y los tribunales chilenos han dado hasta ahora la razón a la empresa, sobre la base de que, al estar sepultado en la arena y no en el fondo del mar, el galeón no está protegido por la Ley de Monumentos Nacionales.



Según Rosales, su empresa no busca el lucro, sino que el galeón y el tesoro sean el foco de un proyecto de desarrollo turístico para Curepto y la zona.



«En ningún momento nosotros hemos pensado, aunque tenemos la sentencia de propiedad del barco, que esto es todo nuestro», explicó Rosales, tras añadir que se construiría un museo en Curepto y otro en la misma playa «La Trinchera».



En sus diez años de búsqueda y gestiones, la empresa ha invertido más de un millón de dólares y tiene el respaldo del alcalde de Curepto, Armando González.



El proyecto «le cambiaría el perfil a nuestra comuna», afirmó el alcalde, cuya localidad se hizo famosa hace poco tras descubrirse que en febrero pasado la presidenta Michelle Bachelet inauguró un hospital que no estaba terminado, mediante un montaje que incluyó hasta falsos enfermos.



González señaló que el próximo 15 de mayo el concejo municipal debatirá qué postura debe tomar esa población en caso de que la polémica llegue de nuevo a los tribunales.



«Mi interés es que el barco sea rescatado y yo defenderé eso», adelantó el alcalde, tras considerar «una estupidez» lo que establece la ley de monumentos nacionales, que prohíbe tocar naufragios de más de 50 años de antigüedad.



EFE

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