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Club de la Unión de Alameda derrota con guante blanco al de El Golf

El exclusivo reducto del centro le ganó el quién vive al del barrio alto porque inscribió la denominación que los diferenciaba. El máximo tribunal determinó que la tradición es la que manda y por eso en la sede de Apoquindo ya andan buscando nuevo nombre.


No fue un duelo de esos de antaño. De dos retadores, un par de pistolas, diez pasos y el disparo. Una de las partes en el piso muerta, un ganador y un perdedor.



Es que el tiempo no pasa en vano y las disputas de caballeros se zanjan ahora en tribunales. Por eso, la semana pasada la Tercera Sala (Constitucional) de la Corte Suprema zanjó la querella por el uso de una marca entre una de las instituciones más tradicionales de la elite chilena y su filial del barrio alto, nacida al alero de los cambios de barrios, costumbres y estilos venidos de la mano del crecimiento económico de las últimas dos décadas.



El máximo tribunal resolvió que el tradicional Club de la Unión, el de Alameda, era dueño de la marca Unión El Golf, que fue por algunos años el espejo del primero, pero en la zona oriente de Santiago.



En el juicio -que ya tenía sus buenos años- se enfrentó lo más rancio del país. De un lado representado por Alejandro Lira Ovalle y del otro por Patricio Silva del Campo, respectivamente.





Buscando nuevo nombre



El litigio es sencillo. En los años 90′ el Club de la Unión de Alameda, amplió sus redes hacia la cordillera con una sucursal en Apoquindo con El Golf. Con el paso del tiempo comenzaron a funcionar de manera independiente y hace tres años ambas partes se trenzaron en una disputa por el uso de la marca Unión El Golf 50, solicitada precisamente por Unión El Golf S.A.



Pero el Tribunal de Propiedad Industrial resolvió que la marca, como tal, había sido inscrita por los de Alameda, y por lo tanto les pertenecía, toda vez que al ser usada por "los de arriba" se inducía a un error respecto del tradicional lugar de reunión de en el centro de Santiago.



Por esta razón, ahora los de El Golf están cambiando de nombre. Fuentes de la entidad dijeron a este medio que no existe claridad de cuál será su nueva denominación, "pero están en eso".



El hecho de que haya vencido jurídicamente el club de Alameda, que recibió desde siempre a lo más granado de la elite chilena, se instala como el sino nacional, independiente de que al "de arriba" vaya la creme empresarial. Poco importaron las declaraciones a Qué Pasa de Jorge Errázuriz, dueño de Celfin Capital y símbolo de la nueva ética del poder económico: "El Club de la Unión es un dinosaurio que se quedó sin socios. El nuevo es totalmente abierto, no existe discriminación de ningún tipo, e incluso admite mujeres. Hay que convencerse de que este es un país con mucha movilidad social".



Y es que si bien en esta oportunidad no hubo golpes de guante en el rostro ni balas, la tradición y el criterio conservador se impusieron una vez más. Club de la Unión hay uno solo.





Vea el fallo
(En formato Word)

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