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Herrera rastrea todos los detectives condenados por manejar ebrios

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Cerca de 4 mil funcionarios a nivel nacional deberán presentar ante los jefes regionales un certificado de antecedentes para determinar si han recibido alguna sanción judicial -y si la han cumplido- por conducir bajo los efectos del alcohol.


Una reservada instrucción recibieron los jefes regionales de Investigaciones desde la dirección nacional de la institución: todos los subalternos -más de 4 mil- deberán presentar un certificado de antecedentes para saber si han sido condenados por manejo en estado de ebriedad.

La determinación es uno de los coletazos del descubrimiento de la red de corrupción hallada por la propia policía, en un primer momento, y luego por la Fiscalía Centro Norte, donde una serie de funcionarios policiales, judiciales, entre otros, fueron detenidos y formalizados, debido a que recibían pagos para modificar sentencias o entregar garantías procesales a delincuentes.

Y es que la semana pasada se conoció que el ex jefe de la Brigada de Robos, el prefecto (R) Trevor Oyarzún, habría ocupado los servicios de esta organización para modificar una condena por conducir bajo los efectos del alcohol.

Esta orden, impartida por el director Arturo Herrera, se instala como una forma de blanquear de malos elementos la institución, pero no ha sido muy bien recibida por los detectives de tropa, que ven en ella una forma de mejorar la imagen institucional a sus costillas.

De encontrarse a funcionarios involucrados en hechos de esta naturaleza, se indicó, se revisaría su situación, para ver si cumplieron la sanción o por alguna artimaña -que podría tener los rasgos de la usada por Oyarzún- la evitaron.

Es altamente probable que en esta cruzada salten algunos casos, como el del jefe jurídico de la institución de la Décima Región, Alejandro Huenuqueo Águila, dijeron fuentes internas.

Según averiguó este diario, Huenuqueo fue detenido por Carabineros con una alta concentración alcohólica y su caso llegó hasta el Ministerio Público, se indicó, sin que los fiscales supieran de quién se trataba realmente.

El caso de Huenuqueo ha pasado desapercibido en la región, ya que los altos mandos de esa zona habrían preferido mantenerlo en reserva para evitar problemas, ahora que la policía pasa por un período de crisis de imagen. Para el caso de Oyarzún, éste declaró ayer con la perseguidora Centro Norte, Nancy González, a cargo de indagar la asociación criminal.

El caso que lo afecta ocurrió en diciembre de 2007, cuando el oficial de Investigaciones protagonizó un accidente de tránsito conduciendo un vehículo institucional -al parecer- bajo los efectos del alcohol. Hasta ahora no está claro si la alcoholemia estuvo bien hecha o bien fue adulterada.

Por esta razón Herrera resolvió reabrir el sumario interno por el choque, no descartando aplicar sanciones al respecto. Trevor Oyarzún fue llamado a retiro en junio pasado, junto a otros 9 funcionarios al haber cumplido treinta años en la institución, aunque este hecho nada tuvo que ver con el accidente, como tampoco con el vínculo actual que indaga la fiscalía con la red de corrupción.

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