Publicidad

«Es imposible que Marambio vea problemas en un régimen con el cual tiene negocios muy rentables»

El presidente falangista le responde al empresario sobre sus críticas a la DC y el revuelo generado por el viaje a Cuba de Bachelet. Dice que los derechos humanos no tienen fronteras y recalca que eso lo sabe muy bien la propia mandataria.  El timonel democratacristiano está molesto por lo que considera el bypaseo del gobierno a una decisión del partido. Aquí también explica su propuesta de reforma constitucional para que el Estado tenga la facultad de intervenir empresas que van a quebrar producto de la crisis económica.


El viaje de Bachelet a la isla de los Castro desató molestias generalizadas al interior de la Democracia Cristiana. El diputado Patricio Walker amenazó con votar en contra del pacto parlamentario con el Partido Comunista, luego de que su presidente, Guillermo Tellier, dijera en La Habana que “nunca he visto que ningún cubano se haya tragado la lengua para opinar”.

Las declaraciones del candidato presidencial del PC tuvieron inmediata respuesta en Chile. Aunque quienes están en la comitiva presidencial de seguro no podrán enterarse a través del diario cubano Granma, es probable que nuevamente surjan réplicas a los dichos DC.

Lejos de La Habana, en el lago Calafquén, desde su cabaña de veraneo, el diputado y presidente de la DC señala que su partido mantiene una “corresponsalía permanente” con la disidencia cubana y que existe un contingente importante de militantes que alimentan esa relación. A pesar de que descarta que el “impasse” traiga repercusiones al pacto parlamentario con los comunistas, se apura en aclarar que no ha pedido explicaciones al gobierno por haber insistido en cursar invitaciones a sus militantes, con el veto del Consejo Nacional de por medio.

En entrevista con El Mostrador.cl, el parlamentario aprovecha de responderle al ahora empresario y ex jefe del GAP, Max Marambio, quien criticó a su partido por el “doble estándar” que según él ha tenido la tienda. Marambio sacó a colación la falta de autocrítica de la DC por su rol en el golpe de Estado del 73’ y por el grupo de militantes conocido como “los salvadoreños”, que “organizaron junto a la CIA la represión en El Salvador durante la guerra civil”.

-A propósito de la polémica generada por el viaje de Bachelet a Cuba, el empresario Max Marambio dijo que a su partido le hacía falta autocrítica. Habló de las responsabilidades en el golpe militar en Chile y de la participación de algunos militantes DC en la guerra civil en El Salvador.

-Me tiene absolutamente sin cuidado lo que diga. Sin embargo, creo que es imposible que Max Marambio vea problemas en un régimen con el cual tiene negocios muy rentables. Ojalá le siga yendo tan bien como hasta ahora.

-¿Cuál es la diferencia que ven en la DC entre el viaje del diputado José Miguel Ortiz a Cuba y el de Gonzalo Duarte a China?

-Primero que nada, como partido tenemos una corresponsalía permanente con la disidencia cubana. Existe un contingente importante de militantes de la DC que se relacionan con dirigentes de la disidencia cubana. Hay una identidad y cercanía que nos hace ser mucho más sensibles a lo que pasa en Cuba, respecto a lo que podamos observar que pasa en China o en cualquier otro lugar del mundo.

-Más allá de la audiencia que pidió hace poco para conversar con Bachelet este tema, ¿tiene alguna explicación de por qué el gobierno insistió en invitar a militantes de la DC, con el antecedente de que el Consejo Nacional había resuelto otra cosa?

-Nosotros no hemos recibido ningún tipo de explicación y tampoco la hemos pedido. La explicación es que ellos fueron invitados con anticipación a los acuerdos del Consejo Nacional. Eso es lo que se nos ha dicho. Pero de acuerdo a la información que poseemos, creemos firmemente que fueron invitados con posterioridad al acuerdo al que llegamos como partido.

El bypaseo del gobierno

-¿La DC no queda conforme con las declaraciones del ministro Foxley, que afirmó que en la gira no había vetos para tratar temas como los Derechos Humanos en Cuba?

 -Mire, nuestro acuerdo fue siempre una exigencia a nuestros militantes, no al gobierno. Es decir, viajaban siempre que pudieran reunirse con la disidencia. Así se lo hicimos ver a la diputada Carolina Goic y a Sergio Ojeda. Cuando fui invitado por el ministro Viera-Gallo para buscar “una salida a este impasse”, le pedí a la mesa directiva que me autorizara. Sin embargo, el mismo día en la noche me entero a través de un periodista que había otro invitado, que era nuestro diputado José Miguel Ortiz.

En consecuencia, qué sentido tenía que el ministro me invitara a conversar para buscar una salida a este impasse si en paralelo se estaba invitando a otro democratacristiano para bypasear el acuerdo del Consejo Nacional. Ese es el tema de fondo. La exigencia no se la planteamos ni a la Presidenta ni a nuestro ministro Foxley.

-¿Están de acuerdo en la DC en que un gobierno tenga injerencia en la política interna de otro?

-Creo que en materia de Derechos Humanos no hay fronteras que valgan. Si hay alguien que lo sabe muy bien, es la Presidenta Bachelet, que vivió penosamente situaciones de violaciones de sus propios derechos humanos y los de su familia.

-En otro tema, respecto a su propuesta de una reforma constitucional para que el Estado pueda intervenir en empresas que peligran producto de la crisis económica, el diputado Julio Dittborn las catalogó de livianas.

-Sobre eso, quisiera decir que no se trata de entrar a plantear un criterio estatista como lo han sostenido algunos dirigentes de la UDI, sino que de ver cómo el Estado chileno puede utilizar sus reservas para evitar el impacto que generan las crisis económicas. El objetivo central es lograr que el Estado pueda efectivamente hacerse parte en aquellos casos en que una empresa ha entrado en crisis y donde es posible, a través de algún aporte estatal, mantener a la empresa en plena actividad en ese periodo de crisis. Que el Estado, con determinadas exigencias y en forma excepcional, pueda en un momento determinado hacer aportes vía fiscal a algunas empresas, asumiendo una participación en ella por un período determinado. Se trata de un mecanismo que está siendo utilizado en Europa, prácticamente en toda la Comunidad Europea y en Estados Unidos.

Publicidad

Tendencias