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Grover Norquist, la UDI y el cambio

Gabriel Angulo Cáceres
Por : Gabriel Angulo Cáceres Periodista El Mostrador
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Mientras Estados Unidos inicia un proceso de cambio que lo aleja de la fracasada ortodoxia neoliberal, la UDI y sus socios de la Alianza prometen un proceso de cambio para Chile que lo retorna a esa misma ordodoxia. ¿Es éste el cambio que necesita Chile?


¿Quién es Grover Norquist? Un prominente estratega del Partido Republicano, colega de Karl Rove y Newt Gingrich, quien representa junto con ellos su facción más conservadora. Norquist es presidente de Americans for Tax Reform, un grupo de interés que aspira a minimizar el papel del Estado. Quienes no reconocen su nombre seguramente han escuchado su aserto favorito: «No deseo abolir el Estado; quiero simplemente reducirlo de tamaño de modo de poder arrastrarlo a mi sala de baño y ahogarlo en la bañera.»

Próximo al anarco-capitalismo, Norquist piensa que para asfixiar al Estado, hay que privar a la bestia de alimentos, es decir, de los impuestos que pagan sus víctimas. Solo así podrá eliminarse toda regulación estatal de la economía, que incluye a la salud, la educación, la previsión social, etc. Como miembro del directorio de la National Rifle Association es también partidario de la libre tenencia y porte de armas.

Paul Krugman ha descrito asi su ideario neoliberal: «Una de las características de la derecha moderna en los Estados Unidos ha sido su nostalgia por el siglo XIX, época de impuestos mínimos, ausencia de regulación, y confianza en la caridad basada en la fe y no en programas de gobierno. Conservadores desde Milton Friedman a Grover Norquist han presentado ese período (la Gilded Age) como una época dorada, desestimando su injusticia y crueldad como un mito de izquierda» (New York Times, 27 de abril, 2007).

En la actualidad, Norquist pertenece a la oposición republicana más vehemente contra la política económica de Barack Obama, a quien considera ser un socialista que trama la destrucción del capitalismo. Y ello porque su programa incluye elevar los impuestos de los americanos de más altos ingresos, impuestos que curiosamente se mantendrían a un nivel 10% más bajo de lo que estuvieron bajo la presidencia de Ronald Reagan.

¿Qué tiene que ver Norquist con la UDI? La UDI ha mantenido con él una relación de larga data. En 2006,  Qué Pasa informaba que sería el invitado de honor a la reunión anual de la escuela de formación de líderes de la UDI en San Esteban, a la que también asistirían Joaquín Lavín, Jovino Novoa y Hernán Büchi. No hay información acerca de lo que Norquist expondría en esa reunión.

Pero sabemos lo que expone para la UDI en un artículo que publica en 2002 su revista Realidad  (numero 67).  Norquist describe la coalición de centro-derecha que apoya a Bush como  compuesta por «dueños de propiedades, inversionistas, padres que educan a sus hijos en sus hogares, portadores de armas que se oponen al control sobre ellas, y pequeños y medianos empresarios contrarios al aumento de impuestos y regulaciones.» No tiene sino alabanzas para la «magnífica tarea» que lleva a cabo Bush. Destaca que «ha rebajado los impuestos para los contribuyentes» y que ha eliminado «las regulaciones… promulgadas por Clinton». Hace especial hincapié en que Bush «ha anulado los esfuerzos de Clinton para controlar la tenencia de armas.»

Con optimismo, Norquist predice que en la elección de congresales de noviembre de ese año (2002), los republicanos tomarían control de la Cámara de representantes «por los próximos 10 años», y que en el Senado habría «60 republicanos y 40 demócratas».

Pero hoy, siete años más tarde, en el Senado hay 60 demócratas y 40 republicanos, y en la Cámara hay amplio control demócrata. Además, hay un Presidente demócrata en la Casa Blanca que ha asumido la tarea de restaurar la economía estadounidense  luego de la hecatombe producida por desregulación neoliberal impuesta por Bush. El éxito de la campaña de Obama se debió a su insistencia en la idea de un cambio en el curso de la economía y el pensamiento económico.

No deja de ser una ironía observar que mientras Estados Unidos inicia un proceso de cambio que lo aleja de la fracasada ortodoxia neoliberal, la UDI y sus socios de la Alianza prometen un proceso de cambio para Chile que lo retorna a esa misma ordodoxia. ¿Es éste el cambio que necesita Chile? Me parece posible pensar que una profundización y perfeccionamiento de la continuidad que ofrece la coalición gobernante, continuidad que se opone a la típica desconfianza anglo-americana, heredada por la UDI, respecto del quehacer del Estado y el servicio público, es el cambio que Chile necesita. Como enseña la crisis que vive Estados Unidos hoy en día, no se necesita el Estado mínimo que demanda de Norquist, sino un Estado más activo, justo y eficiente.

 

*Renato Cristi es académico de Wilfrid Laurier University, Canadá.

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