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Tsunami en el Shoa: Destituyen a su director y se anuncia reestructuración

La controversia originada entre La Moneda y las Fuerzas Armadas, principalmente por la tardía reacción ante el desolador terremoto del pasado 27 de febrero y la falta de precisión en la información sobre el posterior maremoto, llevaron al alto mando de la Marina a cambiar al actual jefe del servicio Hidrográfico y Oceanográfico, anunciando además una modificación profunda en su sistema de predicción ante desastres naturales.


El comandante en jefe de la Armada, almirante Edmundo González, decidió relevar de su cargo al director del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la institución (Shoa), capitán de navío Mariano Rojas, y en su reemplazo asumirá el capitán de navío Patricio Carrasco Hellwing.

Luego de la falta de precisión en la información sobre un posible tsunami tras el fuerte movimiento telúrico, el cual fue anunciado por el organismo en un principio y descartado posteriormente tras una conversación entre un funcionario del Shoa y la Presidenta Michelle Bachelet, apostada en la Onemi, motivaron al cuestionamiento público sobre el actuar de los estamentos preocupados de alertar ante eventuales tragedias para evitar daños mayores.

El pasado jueves, a eso de las 22 horas, el almirante González se comunicó con el ministro de Defensa, Francisco Vidal, a quien le señaló que había decidido sacar de su cargo al director del Shoa, medida tomada en medio de los cuestionamientos en que ha estado la entidad.

En todo caso, la Armada señala que el nuevo director del estamento, Patricio Carrasco, cuenta con “ampliar capacidades y experiencia en el ámbito de la oceanografía e hidrografía, con miras a restablecer la credibilidad y confianza en ese importante organismo técnico”.

Sin embargo, El Mercurio señala que la medida de sacar al capitán Rojas se enmarca dentro de la realización de una “investigación técnica destinada a determinar las responsabilidades y esclarecer las circunstancias” en todo el proceso luego de la catástrofe.

Dicho sumario incluiría la revisión de los protocolos y el equipo técnico utilizados durante la catástrofe.

En tanto, Vidal valoró la medida adoptada por la Marina, afirmando que “esto no es una suspensión del mando. Esto no implica que se cierra la investigación con esto. Esto es un relevo de mando, aquí se asume la responsabilidad de mando”.

Una de las principales reestructuraciones que tendrá el estamento es que éste no dependerá del Estado Mayor de la Armada, sino que de la Directemar.

Lo anterior se debe a que habrá una mayor coordinación en caso de emergencia, puesto que la Directemar es quien coordina las capitanías de puerto. Esto significa en la práctica que estará bajo la supervisión directa de un almirante de la institución.

Los errores que costaron caro

Luego del terremoto, a las 3.34 horas del sábado, el Shoa envió un fax a la Onemi en el que informaba que el epicentro estaba al sur de Cauquenes. Estos datos fueron dados a conocer por la Presidenta Bachelet.

Sin embargo, en otro documento, que data de las 4.08, se establecían las horas de llegada del tsunami y se informaba que el maremoto podría llegar a las costas de Talcahuano a las 3.45, unos 20 minutos antes del envío de la información.

En un fax posterior, el servicio comunicó que el sismo “fue de magnitud suficiente para generar un tsunami. Sin embargo, sólo se registraron variaciones leves del nivel del mar”, pero dos horas después se comunicaba que sí “se han producido variaciones de nivel del mar (tsunami)”.

La Onemi entre ceja y ceja

Una de las que se ha mantenido al margen de la polémica ha sido la directora de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), Carmen Fernández, quien también salió al ruedo de su labor al mando de la institución y los errores cometidos con el maremoto.

A una semana de la compleja entrega de ayuda a los damnificados por el terremoto y la discusión sobre la tardía alerta de tsunami para la zonas devastadas, Fernández prefiere esperar y centrar los esfuerzos en la emergencia y no realizar evaluaciones en este minuto sobre la restructuración del organismo.

«Estamos en una etapa tan inicial de la emergencia, recién a una semana de una gran catástrofe. A mi me parece absurdo hacer evaluaciones en este minuto», precisa.

A pesar de todas las críticas, asegura que en su momento habrá que hacerlo «y se verán los perfeccionamientos y mejoras. Hay que darle miradas nuevas desde todos los ámbitos, sin mezquindad. Este es un tema país».

Asimismo, lamentó la salida del jefe del Shoa afirmando que «me parece lamentable lo que pasó y me parece que aquí públicamente se enfocó un problema perdiendo el punto de vista real y efectivo». A su juicio «aquí hay que educar a las personas a utocuidarse en procesos de evacuación».

La directora defiende lo hecho por el organismo desde su creación el año 2006, ya que «éramos un servicio pequeñito de 60 funcionarios sólo en Santiago. En menos de 4 años tenemos un crecimiento progresivo, tenemos funcionando el sistema de alerta temprana de verdad las 24 horas, tenemos tres centros regionales de alerta temprana, tenemos bodegas zonales de un presupuesto de $900 millones operativos. Entonces ya hay en marcha un proceso de desarrollo tremendamente significativo que no se puede perder».

A reglón seguido afirma que «la protección civil no puede seguir siendo el patio trasero de este país, no podemos acordarnos que la protección civil, por ende Onemi, existe sólo en las grandes catástrofes».

Respecto si el Presidente electo Piñera le ofrece quedarse indicó que su cargo «siempre ha estado a disposición de las autoridades».

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