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El gobierno arrincona a la DC por financiamiento de la reconstrucción

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
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Aunque nadie reconocería abiertamente en La Moneda que las fichas para aprobar la polémica iniciativa están puestas en el falangismo, así no más es. Pero si la presión ejercida sobre la tienda encabezada por el diputado Juan Carlos Latorre no da resultado, el gobierno hará pagar los costos políticos a la Concertación, pero especialmente al falangismo, para lo cual ministros y parlamentarios oficialistas ya están enviando la señal respectiva.


El proyecto con que el gobierno espera obtener el financiamiento para la reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto y posterior tsunami del 27 de febrero, parece tambalear. Pero en La Moneda todavía están tranquilos,  y aunque no se logró el objetivo de presionar a la Concertación para que la iniciativa estuviera aprobada antes del 21 de Mayo, el Ejecutivo entra a  la semana clave del proyecto con razonable optimismo.

En Palacio aseguran que entre antes y después de la Cuenta Pública del Presidente Sebastián Piñera ante el Congreso Pleno nada ha cambiado para la actual administración y que, en cambio, sí se ha complicado el escenario para la Concertación y, en particular, para la Democracia Cristiana, partido sobre el que la autoridad pretende poner el peso de la responsabilidad política si la normativa, finalmente, se rechaza.

Una fuente de La Moneda reconoce, sin empacho, que en el actual escenario todo está a favor del gobierno. Porque a la oposición no le queda otra que aprobar una iniciativa que, en conciencia, debe reconocer que es necesaria. Por otra parte, si la rechaza los costos políticos recaerán sobre la oposición. De ello se encargará el propio gobierno y los partidos que lo sustentan. Incluso un sector de la derecha asegura que la autoridad no tendría por qué negociar con la oposición y que en vez de ello debiera dejar que el proyecto se caiga. Si eso ocurriera el costo político para la oposición sería realmente alto, sostienen los que se inclinan por esa postura.

La DC en la mira

La senadora gremialista Evelyn Matthei es una de las que admite abiertamente esta posición. Los dardos de la parlamentaria de la UDI apuntan particularmente hacia la Democracia Cristiana. “Si el proyecto se cae lo que va a haber que hacer es recurrir a platas que hay en el extranjero. Eso significa que va a bajar muy fuertemente el tipo de cambio y tendremos que recorrer Chile, de Arica a Punta Arenas, explicándole a todo el mundo que la Democracia Cristiana, y la Concertación, es la responsable de la baja del tipo de cambio”, sentenció la legisladora. Y fue más allá, señalando que si bien el mandatario es quien debe tomar la decisión de negociar o no hacerlo con la oposición, “si de mí dependiera, creo que es mucho mejor que ellos asuman su responsabilidad política”.

[cita]En el gobierno dan por descontado que la iniciativa se terminará aprobando porque la Concertación no será capaz de asumir la responsabilidad política de rechazarla.[/cita]

En la Segpres afirman, indignados ante la supuesta presión a la que intentaría someter la DC al gobierno, que es “insostenible” la postura de la tienda por su “intransigencia” y manifiestan su convicción de que con el paso de los días “se van a desdecir” de su postura inicial. Porque, además, estiman que en el falangismo “se crearon un conflicto gratis”, pues no existiría “piso político” en la propia Concertación para mantener una postura tan radical. En ese sentido, advierten que en el gobierno siempre hay disposición a dialogar, pero “sobre bases y términos razonables”.

Aunque en Palacio se evita hablar de “estrategia” para enfrentar el eventual rechazo de la Concertación a algunos artículos de la Ley de Financiamiento, como es el caso del aumento de la invariabilidad tributaria a las empresas mineras que se acojan al royalty y el impuesto de Timbres y Estampillas, lo cierto es que La Moneda y los dirigentes oficialistas están totalmente coordinados en plantear públicamente que de ser rechazada la iniciativa en el Senado, la oposición deberá responder a los afectados por el terremoto, como advirtió la vocera Ena von Baer tras el gabinete político de los lunes. Y el llamado de los líderes de gobierno está enfocado en sus pares de la DC, donde estiman que puede haber mejor receptividad.

Una fuente de gobierno tiene la convicción de que el escenario actual no ha variado respecto al que había antes del 21 de Mayo. Lo que pasa, sostiene, es que la Concertación “está descolocada y no encuentra el tono”. Además, añade, los procesos electorales internos por los que están pasando los partidos de oposición, particularmente la DC, influyen en la posición de la tienda frente al proyecto. “Todos quieren convencer con su postura al electorado interno. Pero eso no influye en el gobierno, ya que si aprueban el proyecto, bien y el gobierno gana. Si, por el contrario, lo rechazan, el gobierno también gana, porque podrá endosarle la responsabilidad a la oposición”.

En La Moneda afirman que en esta pasada la administración Piñera no tiene nada que perder, políticamente hablando. Pero admiten que no sería bueno, como imagen política, que una iniciativa tan importante fuera rechazada, o amputadas algunas de sus partes, sólo por una actitud de la oposición de pretender “negarle la sal y el agua” al gobierno.

En la misma línea, una fuente gobiernista reconoce que es muy probable que en este debate la discusión se centre más bien en un aspecto comunicacional. Es decir, quién logra transmitir mejor sus ideas a la ciudadanía. Ello, porque finalmente ocurrirá, afirma, que la Concertación intentará difundir la idea de que con este proyecto Piñera no está haciendo más que favorecer al empresariado. Con el argumento de que el Estado recaudará impuestos de las grandes empresas sólo por dos años, mientras que le otorga beneficios tributarios permanentes. Por su parte, el gobierno, insiste, no perderá ocasión de hacer ver que la Concertación se negó a ayudar a los afectados por el terremoto.

¿La oposición acorralada?

Mientras, la Concertación parece haber encontrado en esta iniciativa la razón de ser oposición. Ayer lunes, en sendas reuniones, los máximos líderes de la oposición se ordenaron en torno a la idea de “intentar mejorar” a través de la introducción de indicaciones el polémico proyecto. La presidenta del PPD, Adriana Muñoz, instó al gobierno a “no seguir acorralando a la oposición” para que apruebe una iniciativa que se ha convertido en “un juego bien articulado de toma y da”.

En tanto que el presidente del Senado, el DC Jorge Pizarro, tras la cita con los timoneles de la Concertación y los jefes de bancada, advirtió que “la propuesta que está haciendo el Presidente Piñera al Congreso, al Senado y al país es engañosa, porque genera un déficit fiscal grave”.

Según Pizarro, si la autoridad acepta dialogar con la oposición para mejorar la iniciativa “avanzaremos sin urgencias, pero si no hay voluntad y sigue la intransigencia, es evidente que va a faltar tiempo y se van a rechazar las partidas que signifiquen menores ingresos para la reconstrucción”. Este tema no es menor para la oposición, pues sus dirigentes tienen la convicción de que los recursos se acabarán el 2013, mientras que el proceso total de reconstrucción requerirá de ocho o incluso diez años.

Pese a todo en el gobierno dan por descontado que la iniciativa se terminará aprobando porque la Concertación no será capaz de asumir la responsabilidad política de rechazarla. Y aunque se niegan a admitirlo abiertamente, La Moneda tiene sus fichas puestas en la DC, por lo mismo que los dirigentes oficialistas centran en la falange sus llamados a reflexionar sobre los eventuales resultados de la postura asumida. En el gobierno reconocen que la DC es la más afectada en esta situación, porque “no sabe cómo manejarse desde que Piñera les ganó el centro. Pero esto no ayuda”.

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