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Anuncian querella contra Mañalich por acusación a empresa que vende remedio para niños con Tirosinemia

El viernes pasado el secretario de Estado acusó al ciudadano uruguayo Carlos Massone de ser un “mercader de ilusiones” y de hacerse pasar por el representante de la firma Innovative Medicine que vendió en enero de este año los medicamentos al Ministerio de Salud. En tanto, el ejecutivo dijo que el ministro “faltaba gravemente a la verdad”, al señalar que se le transfirieron más de $ 1.200 millones, en circunstancias que el valor total no superaba los $ 150 millones. Y para ello entregó a este diario una serie de documentos que a su juicio acreditan su titularidad como representante del laboratorio sueco OIS.


El ministro de Salud, Jaime Mañalich, estuvo a punto de convertirse en villano al cortar los fondos -de 10 millones mensuales a sólo 1- para la compra del medicamento Orfadin, que significa que nueve niños chilenos que sufren Tirosinemia, vayan a una muerte segura, lo que le trajo más de un dolor de cabeza.

Al conocer la decisión, las familias de los afectados presentaron un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones para revertir la decisión, lo que le habría un flanco político al ministro, pues los abogados de la cartera habrían tenido que alegar y justificar ante los magistrados del tribunal de alzada el recorte presupuestario.

Por eso Mañalich  prefirió llegar a un acuerdo con las familias y los abogados que estaban detrás del libelo, quienes retiraron la acción. En definitiva, los recursos seguirán disponibles, aseguró Mañalich el viernes pasado. Todo eso en menos de siete días.

Fuentes de la cartera, sin embargo, aseguran que el ex director de la Clínica Las Condes no quedó contento con la imagen pública con la que salió del episodio y resolvió tomar una ofensiva comunicacional, acusando al ex ministro Álvaro Erazo de cometer fraude al fisco en la compra de Orfadin, anunciando la presentación de una querella criminal que debiera ser ingresada al Séptimo Tribunal de Garantía este lunes.

Los argumentos de Mañalich apuntaron a que su predecesor comprometió el pago de $1.250 millones para costear el tratamiento de los nueve niños que sufren Tirosinemia. En la misma línea argumentó que Erazo pagó un precio “extralimitadamente alto” por los fármacos, señalando que en el mercado internacional valen $ 1,5 millones, mientras que en Chile lo compraban a $ 9 millones el tratamiento. “Alguien se está quedando con la diferencia”, denunció Mañalich al diario La Segunda.

En ese sentido, acusó a un sujeto de nacionalidad uruguaya, llamado Carlos Massone pero hasta ese momento desconocido, de ser un “mercader de ilusiones” y de “hacerse pasar” por representante de la empresa Innovative Medicines.

Mañalich dijo que “la figura fraudulenta está en que el Estado chileno comprometió recursos que equivalen a la compra de un consultorio entero nuevo por año. Se hizo esa promesa sin patentar el medicamento, sin investigar su procedencia, sin validar la representación jurídica de quien lo tiene y sin hacer las investigaciones de mercado”. “Esto es un escándalo”, insistió.

Pues bien, esos dichos tienen ahora al secretario de Estado al borde de enfrentar a la justicia, ya que Massone amenaza con presentarle una querella criminal por injurias ante los tribunales.

A través de una declaración pública, Massone dijo que de no remediar públicamente el agravio y las injurias de que fue objeto, “me pondrán a mí y a mi empresa, en la lamentable necesidad de iniciar las acciones judiciales pertinentes ante los Tribunales de Justicia chilenos, con el objeto de lograr el esclarecimiento absoluto de los hechos aquí señalados, las sanciones administrativas y disciplinarias de este alto funcionario de gobierno y obtener la justa y debida indemnización de los graves perjuicios que ya se han causado en virtud de estas injustas y malintencionadas declaraciones”.

Historia

El Orfadin, fabricado por el laboratorio sueco “Swedish Orphan International” (SOI), se repartía en Chile y otros países de manera experimental y gratuita desde 2000 -bajo la figura de la “donación”- y sólo en 2008 se les indicó a las familias afectadas que deberían comenzar a pagar por él. Por esta razón, conformaron una agrupación con la que lograron que la cartera de Salud financiara los tratamientos.

[cita]Sólo en enero de este año el ministerio compró por primera vez los remedios, pagando US$ 331 mil, dice el comunicado firmado por Massone, representante legal de Innovative Medicines, “dinero que aún nos adeuda”[/cita]

De esta manera, sólo en enero de este año el ministerio compró por primera vez los remedios, pagando US$ 331 mil, dice el comunicado firmado por Massone, representante legal de Innovative Medicines, “dinero que aún nos adeuda”, aseguró al ser contactado por este diario. Por ello, señaló que Mañalich “falta gravemente a la verdad”, cuando asegura que se transfirieron más de $ 1.250 millones.

Según el ejecutivo antes de vender el Orfadin se realizaron los trámites de inscripción ante el Instituto de Salud Pública, tanto en septiembre de 2009 como en abril pasado, pero la demora de este organismo no permitió que dicho trámite estuviera regularizado. Asimismo indicó que el medicamento cuenta con la aprobación de la FDA norteamericana y que efectivamente tiene la representación de la empresa SOI (ver documentos adjuntos).

En la misma línea, Massone argumentó que su empresa no fija los precios del medicamento, sino que el encargado de ello es la firma estadounidense “Rare Disease Therapeuthics, quien es el distribuidor para toda América y que por contrato dispone de una política única de precios para todo el continente”.

No es la primera vez que Mañalich está en el ojo del huracán desde que asumió la cartera el 11 de marzo. En mayo pasado, luego de una publicación de este diario se supo que estaba involucrado en las anomalías en la toma de alcoholemia a Miguel Piñera, hermano del Presidente, quien huyó del sitio de un accidente, internándose en la Clínica Las Condes, donde Mañalich era el director, ordenando tomarle la prueba 13 horas después. En este centro asistencial privado, al momento de los hechos el Mandatario aún era accionista.

El secretario de Estado fue interrogado por la fiscalía en calidad de testigo, donde negó cualquier responsabilidad en los hechos. Este diario intentó obtener una versión de parte de Mañalich, pero no hubo respuesta.

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