Publicidad

El duro estilo del nuevo Hermógenes de la Alianza

Felipe Saleh
Por : Felipe Saleh Periodista El Mostrador
Ver Más

Histórico neocon de Libertad y Desarrollo, su prolífica actividad como asesor legislativo lo perfilaba como uno de los nombres probables en el Ministerio de Defensa o en el Servicio de Impuestos Internos. Pero se quedó sin nada y hoy ocupa la tribuna dominical para ejercitar la siempre necesaria incorrección política y criticar a La Moneda por su falta de ortodoxia con las ideas más recalcitrantes del sector.


No deja de ser irónico que el domingo 19 de septiembre coincidieran en las páginas de La Tercera el Ministro de Defensa Jaime Ravinet y el abogado Axel Buchheister. Ravinet escribió la columna oficial en homenaje a las Glorias del Ejército y Buchheister, dispuesto al costado izquierdo de la misma sección, le dedicaba  su columna a la extradición de Galvarino Apablaza.

En ese texto Buchheister, habitual de los domingos en el diario de Copesa, señalaba que “la izquierda es maestra del doble estándar y la impunidad” y que el juez Carroza actualmente a cargo del caso Guzmán tenía la oportunidad de demostrar que “nunca más habrá derechos humanos tuertos, esos que sólo ven con el ojo izquierdo”. Al leerlo es imposible no oír el tono que caracterizó a  Hermógenes Pérez de Arce mientras fue el columnista estrella de El Mercurio.

Otra, muy ilustrativa de su estilo, es la que escribió el 25 de julio de 2010 sobre Max Marambio: “Su ‘segundo papi’ que le otorgó el privilegio de «invertir», donde no está permitido que otros lo hagan y cuando a los consumidores no les queda alternativa. Así cualquiera es un empresario exitoso y, además, socialista renovado: cambiar un monopolio estatal por uno privado, el propio”.

Pero sin duda, su mayor sex appel es oficiarlas de flanco derecho del gobierno, arremetiendo contra todo aquello que no esté en la línea de lo que el sector defendía cómodamente desde la minoría opositora: “Circula una minuta del Sernam que dice unas cuantas sensateces, pues llama a los adolescentes a comprender que la vida sexual debe postergarse hasta el matrimonio, en atención al embarazo no deseado, a las enfermedades de transmisión sexual, el sida y el aborto. La vocera de inmediato precisa que no representa la opinión del gobierno, aunque el Presidente suele hablar de la familia, valor eje de su sector político…Pareciera que la centroderecha se avergüenza de sus ideas; mientras, la izquierda obtiene avances que ni en sus propios gobiernos pudo lograr.”, afirmaba el 8 de Agosto en un ácido texto titulado ¿Quo Vadis, derecha?.

El pago de Tantauco

Si la política se moviera  igual que los ascensos militares, en el lugar de Ravinet debió haber estado Axel Buchheister. Durante los 13 años que estuvo ligado al Instituto Libertad y Desarrollo (LyD), el think tank UDI al que renunció recientemente, Buchheister, abogado de la Universidad Católica, fue el experto en temas de Defensa. Más todavía, integró la comisión sobre esta materia que se formó durante la campaña presidencial en los famosos Grupos Tantauco.

“Axel es una persona que maneja muy bien los temas de Defensa, sobre todo en términos de cómo dar más eficiencia a los recursos destinados al sector. Todos los asuntos que se relacionan con Economía y Defensa él los ha seguido y estudiado muy bien, y tiene una visión muy acabada, por ejemplo sobre  la Ley Reservada del Cobre”, dice el analista Guillermo Holzmann.

Pero esta solvencia intelectual no fue suficiente para que Buchheister fuese incorporado al menos como asesor en la cartera castrense. Caso contrario a lo ocurrido con Guillermo Patillo,  vinculado al Instituto Libertad  de RN quién formó parte del mismo comité y ahora es jefe de asesores en el Ministerio.

Las fuentes consultadas afirman que en esta decisión tuvo mucho que ver su carácter “poco amistoso, distante. Es un tipo que aparece extraño en el contexto de la camaradería que se acostumbra en la comunidad de analistas de Defensa”, explica una fuente que ha compartido con él.

[cita] Según cuentan cercanos, Buchheister  está muy dolido por no haber sido considerado en el Gobierno. “Aunque nunca ha sido piñerista se la jugó durante la campaña y ha trabajado mucho históricamente por el triunfo de la derecha, y siente que no ha habido lealtad con él”, dice uno de sus amigos. [/cita]

Recuerda a modo de ejemplo cuando un grupo de analistas fue invitado por la Armada a una navegación en Chiloé. Buchheister se mantuvo aislado del resto aprendiendo a usar un GPS. En otra ocasión, durante una visita al cuartel de la I Brigada Aérea en Iquique, estuvo siempre a una distancia prudente del grupo, fotografiando los aviones, una de sus grandes pasiones junto a los tanques y la práctica de tiro con carabina.

Pero lo cierto, dice otro consultado, es que todo el grupo Tantauco de Defensa quedó destrozado con la designación de Ravinet, recordando que Patillo también sonaba como ministro y no se quedó ni con una subsecretaría.

“Anarquista liberal de derecha”

Conocedor acucioso del “Tratado de la Guerra”, del militar prusiano Karl Von Klausewitz,  Axel Buchheister Rosas (50) es nieto de alemanes. Estudió en el colegio Sagrados Corazones de Manquehue y luego en la Universidad Católica.  Antes de cumplir 30 años entró como abogado a trabajar en la CORFO. Luego ocupó una gerencia en la Empresa Nacional de Explosivos (ENAEX) y en la Empresa Metropolitana de Obras Sanitarias (EMOS). Después, trabajó en la consultora internacional PriceWaterhouse.

Su paso como funcionario de la dictadura le dejó de lastre uno de los temas que detesta tocar, especialmente en público. Oscar Aitken, el albacea de Pinochet, lo mencionó en el proceso por las cuentas en el Banco Riggs, como quien ayudó a formar la sociedad Bellview, con sede en las Islas Vírgenes Británicas y desde la cual se triangularon fondos irregulares del ex dictador.

Descrito por quienes han tenido la oportunidad de conocerlo profesionalmente como “un duro ideológicamente hablando, un anarquista liberal de derecha”, su labor más prolífica y acuciosa la hizo como Director de Estudios Jurídicos en LyD, desde donde prestó asesoría legislativa en proyectos complejos a los parlamentarios de derecha, como la Ley de Opas y sobre Mercado de Capitales. En 2008 se anotó un triunfo cuando gracias al diseño jurídico  trazado por él, un grupo de senadores de la entonces oposición logró impugnar los créditos que el BancoEstado y el BID habían aprobado para mantener el Transantiago.

Buchheister es un hombre que resiente mucho la derrota. Como asesor legislativo debió resignarse a perder cuando sus argumentos sobre la inconstitucionalidad de la ley que creó el Estado Mayor Conjunto y reorganizó el ministerio de Defensa, no fueron acogidos en el Tribunal Constitucional(TC). Por eso,  en cuanto tuvo la ocasión, ocupó lo mejor de su artillería jurídica para criticar el fallo del TC sobre la tabla de equivalencia que ocupan las Isapres:

“El acuerdo se adoptó sin que se cumpla el quórum establecido. La Constitución faculta al TC para derogar una norma legal que considere inconstitucional, cuando lo acuerden los cuatro quintos de sus integrantes en ejercicio. El TC tiene 10 miembros y todos ellos concurrieron a la vista de la causa, por lo que la derogación requiere de 8 votos y sólo se pronunciaron a favor 7”.

Ante todo, según cuentan cercanos, Buchheister  está muy dolido por no haber sido considerado en el Gobierno. “Aunque nunca ha sido piñerista se la jugó durante la campaña y ha trabajado mucho históricamente por el triunfo de la derecha, y siente que no ha habido lealtad con él”, dice uno de sus amigos. Su nombre también circuló como posible director del Servicio de Impuestos Internos (SII) pero tampoco se concretó. Según una fuente de gobierno “en la evaluación se consideró que su carácter tan especial podía generar anticuerpos en los equipos que le tocara encabezar y además es una persona que siempre tiende a ser crítico de todo”. Por mientras, lo más cerca del Presidente que le ha tocado estar fue en junio de este año cuando Piñera invitó a almorzar a los columnistas más destacados de la plaza.

Publicidad

Tendencias