Publicidad

Advierten sobre los ejercicios de última hora para adelgazar

Se acercan los meses de verano y la gente masivamente acude a los gimnasios, con el fin de obtener un cuerpo ideal y lucir bien en la época estival. No obstante, la premura puede provocar graves problemas para la salud.


Alrededor del 80 por ciento de la población es sedentaria y solo un 10 por ciento tiene como costumbre hacer ejercicios tres veces a la semana y durante todo el año.

Pero por razones variadas, ya sea por vanidad, por estar en forma para el verano y lucir un cuerpo ideal, empieza el boom por acudir a los gimnasios, sin tomar las precauciones adecuadas para la salud, lo que puede provocar riesgos significativos, debido a una sobrecarga para el organismo.

En ese aspecto, hay que considerar que el cuerpo es una máquina inteligente, pero como cualquier aparato requiere de ciertos procesos previos para que este sobre-entrenamiento no produzca problemas tanto a nivel muscular como cardiovascular.

Ante esto, el Director de la Escuela de Kinesiología de la Universidad Bernardo O’Higgins (UBO), Jaime Ocaranza, ha preparado una serie de recomendaciones para evitar este tipo de inconvenientes, que se presentan tras el apresuramiento por conseguir estar en forma para la época estival.

“Si se toma la decisión de hacer más ejercicios durante un trimestre del año lo primero que se debe hacer es realizarse un chequeo completo del cuerpo.

La cultura del chequeo preventivo es fundamental para este tipo de tendencias y lo ideal es tener claridad de cómo están los sistemas de hidratación, inmunológicos y retención de grasas, y una vez que un especialista analice los resultados, ver el tipo de actividad física adecuada que se puede practicar”, explica Jaime Ocaranza.

Es por esto que el Kinesiólogo de la Universidad Bernardo O’Higgins recomienda a los encargados de los gimnasios contar con especialistas, debido a que “no todos hacen un chequeo previo, y eso es fundamental para tener claridad del estado físico de las personas que ingresan y de acuerdo a eso presentar la rutina de ejercicios más apropiada”.

El especialista agrega que otro punto importante es ser precavido con la sobrecarga que se le está aportando al organismo.

“El cuerpo requiere calentamiento, y aquí recalco que no existe el precalentamiento, lo correcto es calentamiento previo, es decir, cuáles son las necesidades del cuerpo para prepararlo ante un ejercicio o competencia.

Dentro de ese calentamiento previo es muy importante la elongación, y esto no es otra cosa que estirar la musculatura, flexibilizar antes del ejercicio, por lo menos 15 ó 20 segundos, en los grandes grupos musculares, extremidades y tronco”.

En ese sentido, el Kinesiólogo de la Universidad Bernardo O’Higgins recomienda conocer bien su cuerpo y efectuar una progresión, con el objeto de adaptar el organismo al ejercicio.

“Una persona no puede pretender hacer un trabajo que sobrecargue el cuerpo en un 70 u 80 por ciento la frecuencia cardiaca si no se realiza una progresión. Lo más probable es que las primeras semanas tendrá que hacer una trabajo de un 40 ó 50 por ciento. Lo primordial es no exigir al corazón más allá de lo que está potencialmente apto y así se evitará un riesgo cardiovascular, además de una lesión, la que puede afectar a las zonas más expuestas, principalmente las que sufren de impacto, es decir, rodillas, tobillos y zonas lumbares”, precisa Ocaranza.

Las horas apropiadas para hacer ejercicios

Segú el Director de la Escuela de Kinesiología de la Universidad Bernardo O’Higgins, existen dos horarios adecuados para realizar actividades físicas: a primera hora de la mañana y en la tarde-noche.

“El hacer ejercicios a primera hora de la mañana, mejora el sistema cardiovascular y ayuda a liberar mayor cantidad de endorfina,  que es la que se conoce como la hormona de bienestar y es la que aporta energía para el resto del día. También la actividad física matutina fortalece las defensas del cuerpo y ayuda a que las calorías que se consumen a la hora de almuerzo se quemen con más eficiencia”, expresa Jaime Ocaranza.

En tanto, según el especialista, realizar ejercicios en la tarde-noche también tiene beneficios, ya que es muy bueno para combatir el estrés y el cansancio acumulado del día. También permite liberar endorfina, por lo que se recomienda que el  ejercicio se realice dos o tres horas antes de acostarse.

Actividad física versus alimentación

Las personas que no tienen como hábito realizar constantemente alguna actividad física y de un momento a otro deciden hacerlo, suelen sufrir de ansiedad, por lo que además de ser precavido, haciéndose un chequeo médico general, es importante tener una alimentación apropiada.

Ante esto, Jaime Ocaranza sugiere tener en cuenta la frase “5 al día”. “Es primordial acatar lo que nos sugieren los expertos en nutrición, me refiero a que no hay que olvidar consumir 5 frutas o verduras en el día, ya que con eso se está mejorando el cuerpo desde adentro hacia afuera, se disminuye la ingesta y se consumen las calorías al momento de efectuar una actividad física. Y lo otro importante es hidratarse mientras se está haciendo ejercicios y después”.

¿Cómo dejar el sedentarismo?

Para muchos dejar de ser sedentario significa hacer una inversión económica e inscribirse en un gimnasio. No obstante, según el Kinesiólogo de la Universidad Bernardo O’Higgins solo basta con hacer pequeñas cosas en el diario vivir, que ayudarán a dejar de lado que las personas sean inactivas.

“El dejar de ser sedentario implica que una persona al menos día por medio y por 30 minutos realice alguna actividad física. Y para eso solo basta con: caminar, de manera moderada, lo que equivale a 20 cuadras; andar 15 minutos diarios en bicicleta estática o tradicional; dejar el auto de lado y trasladarse en otros medios de transportes; subir y bajar escaleras. Con estos simples ejercicios el sedentarismo pasa al olvido y si además esta rutina se mantiene en el transcurso del tiempo, permite disminuir el riesgo de ser obeso, un cardiópata, evita accidentes vasculares, se disminuye la probabilidad de osteoporosis, entre otras cosas. Y esto, apoyado de una alimentación adecuada, conlleva a tener una mejor calidad de vida y se evita entrar en desesperación por ingresar a un gimnasio y bajar de peso en pocos meses”, sugiere Jaime Ocaranza.

El llamado entonces, es a considerar estos consejos en el diario vivir de cada uno y ser capaces de aumentar la actividad física de manera apropiada y durante todo el año, lo que permitirá ser en un futuro una población no sedentaria.

Publicidad

Tendencias