Esta fue una de sus peores semanas. Tuvo que salir a explicar las denuncias por irregularidades de sus colegas en el sistema público y uno de los proyectos de ley que más le preocupa sufrió un retraso en el Congreso. Curtido en los años duros de la dictadura y como presidente de Falmed, a cargo de asistir a los doctores acusados de negligencia, el ex médico de Colo Colo se toma su trabajo como un partido de alto riesgo.
En 1979, recién egresado, Pablo Rodríguez comenzó a trabajar como médico en las divisiones inferiores de Colo Colo. Dos años después y hasta 1990 atendió a los jugadores del primer equipo. De esa experiencia dice que todavía mantiene contacto con Carlos Caszely Raúl Ormeño y Lizardo Garrido, entre otros. Pero sobre todo Rodríguez como presidente del Colegio Médico ha implementado la dinámica del fútbol dentro de sus actividades. “Si bien es un deporte de equipo, cada uno tiene sus responsabilidades específicas. El arquero tiene que atajar, el centrodelantero tiene que hacer goles, el defensa tiene que impedir… si bien uno tiene que responder por sus responsabilidades individuales también debe ser capaz de jugar y de trabajar en el ámbito colectivo”, dice.
Naturalmente la figura del defensa lo inspira por estos días. El viernes pasado CIPER publicó una investigación en cinco hospitales públicos donde algunos médicos firmaban el libro de asistencia pero no cumplían con las horas correspondientes, retirándose antes, firmando por adelantado o atendiendo pacientes particulares en su lugar de trabajo.
Rodríguez al estilo del “Chano” Garrido recibió la pelota en su área y trató de salir jugando. Enfrentó los micrófonos con un libreto que parte con las cifras.
“El sistema público tiene 12 millones 500 mil beneficiarios. Según cifras de 2007, en Chile se hicieron 39 millones 311.944 atenciones médicas. El año pasado, egresaron un millón 777.789 pacientes hospitalizados. Se atendieron seis millones 678,000. consultas de especialistas. Otros 16 millones de consultas en el sistema de atención primaria. Y en urgencias 15.883.195 consultas”, explica de memoria. Y definitivamente despeja la pelota asegurando que hace dos días habló con cuatro de los cinco directores de los hospitales mencionados en el reportaje “y me aseguraron que la gran mayoría de los médicos cumple con las horas comprometidas y las funciones encomendadas”.
Pablo Rodríguez Whipple (56) se define como “independiente, del mundo progresista”. No tiene militancia pero las circunstancias lo ubican en el mismo equipo que Michelle Bachelet. Estudiaron juntos en la Universidad de Chile y el Golpe los sorprendió como alumnos en el hospital José Joaquín Aguirre. Igual que la ex presidenta la dictadura mató a su padre. El arquitecto Alberto Rodríguez Urzúa fue secuestrado el 27 de julio de 1976 sin que hasta ahora se hayan encontrado sus restos.
[cita]Sus amigos Juan Luis Castro y Enrique Acorssi forman parte de la comisión de Salud de la Cámara de Diputados, lo que no ha significado una ventaja notoria para los intereses que lleva adelante el Colegio Médico.[/cita]
Durante mucho tiempo Rodríguez tuvo una foto de Bachelet en su consulta de traumatólogo desde antes que fuese Presidenta. Cuando la ex jefe de Estado dejó el ministerio de Salud en 2002, dos de sus asesoras, María Soledad Barría y María Angélica “Jupi” Álvarez, trabajaron para el Colegio Médico. “La ex Presidenta tuvo el gesto de invitarme a participar como presidente de la Orden en una gran gira a Centroamérica en febrero de 2009”, cuenta.
En 2008 Rodríguez reemplazó a Juan Luis Castro a la cabeza del Colegio Médico. Castro ganó un sillón en el Congreso como diputado, ya lo había hecho antes Enrique Accorsi, otro de sus cercanos.Ambos militan en el PS y el PPD respectivamente
Antes Rodríguez secundaba a Castro en la dirigencia, y a la vez era presidente de la Falmed. La fundación de asistencia legal encargada de ayudar a los doctores que son demandados por presuntas negligencias.
Volviendo al fútbol, Rodríguez en Falmed estuvo a la cabeza de la mejor zaga defensiva que se haya conocido en mucho tiempo. Como él mismo admite “más del 90% de los casos de presuntas negligencias no se logran acreditar en tribunales. La mayoría son complicaciones propias de las enfermedades, de los procedimientos, o lo que se denomina expectativas insatisfechas de los pacientes. Alguien que lo operan de una hernia a la columna y después de operado no sigue jugando tenis como estaba acostumbrado, entonces demanda”, explica.
Desde mediados de los 90 y hasta 2003 Pablo Rodríguez fue director médico de Laboratorios Recalcine. Amigo de Guido Girardi, desde su primera campaña a diputado lo acompaño en sus operativos médicos. Testigos de esa época aseguran que se repartían remedios con etiqueta de ese laboratorio. Rodríguez admite que tiene una relación de amistad con Girardi, Castro y Accorsi y que “en la medida de mis posibilidades participé en algunas sus actividades de campaña y en su ejercicio parlamentario. Pero ellos están ahora en la actividad política y yo en la gremial lo que en ocasiones marca una diferencia”.
[cita]Cuentan en los laboratorios de la competencia que Rodríguez acompañado de un notario comprobó receta en mano que en las Farmacias Ahumada no tenían medicamentos Recalcine y ofrecían otro. Por eso la cadena de José Codner fue multada por el Servicio de Salud. Testigos dicen que Rodríguez llevó una receta a nombre de José Córdova. José como el nombre de José Codner el dueño de Ahumada y Córdova como el del gerente Fernando Córdova. [/cita]
Actualmente Castro y Accorsi forman parte de la comisión de Salud de la Cámara de Diputados, lo que no ha significado una ventaja notoria para los intereses que lleva adelante el Colegio Médico. Al menos en uno de los temas que preocupa a Rodríguez. La reforma del Código Sanitario que permitiría el ejercicio de Optometristas en el país.
Profesionales ligados a las ópticas que puedan prescribir anteojos para enfermedades simples, como la presbicia. En la comisión del Senado ya se había rechazado esta posibilidad, pero una indicación presentada el viernes pasado, volvió el proyecto a su fase original.
“Esta es una medida que busca favorecer la venta de las ópticas. Nosotros proponemos que esa labor, de una profesión que no existe, como la de optometristas, la asuman los tecnólogos médicos con formación en oftalmología” explica Rodríguez.
Por cierto no es la primera vez que el ahora presidente del Colegio Médico debe actuar en una disputa de intereses comerciales. En 1998 Rodríguez trabajaba para Recalcine, propiedad de Alejandro Weinstein, quien según fuentes de la competencia tenía una parte de la propiedad de la entonces Farmacias Salco, pero de manera encubierta y a la vez se preparaba para entrar en la propiedad de Laboratorios Andrómaco.
Los líderes del mercado eran Farmacias Ahumada, que enterados de la expansión que protagonizaba Wienstein dejaron de vender remedios de Recalcine, sustituyéndolos por otros. Lo que no estaba permitido.
Cuentan en los laboratorios de la competencia que Rodríguez acompañado de un notario comprobó receta en mano que en las Farmacias Ahumada no tenían medicamentos Recalcine que especificaba la prescripción médica y ofrecían otro. Por eso la cadena de José Codner fue multada por el Servicio de Salud. Testigos de la historia dicen que Rodríguez llevó una receta a nombre de José Córdova. José como el nombre de José Codner el dueño de Ahumada y Córdova como el del gerente Francisco Córdova.
Consultado por este episodio Rodríguez prefiere omitirlo y dice a cambio que “he sido un permanente defensor del respeto a la prescripción médica y a la generación de una política de medicamentos genéricos. La receta médica forma parte del acto médico al igual que la licencia médica”.
