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La soterrada pugna entre Luciano Cruz Coke y Herman Chadwick por los fondos del CNTV

Miguel Paz
Por : Miguel Paz Subdirector de El Mostrador
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Desde que el ex actor de teleseries se convirtió en ministro de Cultura se planteó un objetivo central: que su cartera tuviera un rol protagónico en la forma en que el Consejo Nacional de Televisión reparte los fondos concursables para programas de TV. El presupuesto anual del CNTV bordea los $ 3.500 millones y proviene de las arcas de Cultura. Para Cruz Coke esto era suficiente para exigir que su cartera tenga voz y voto en el Consejo. Pero Chadwick, citando la ley, argumentó una y otra vez que el CNTV es autónomo. En el desconocido episodio, las posturas irreconciliables de ambos obligaron la ministra Von Baer a interceder antes que la disputa pasara a mayores.


El miércoles 29 de septiembre, mientras en la Plaza de la Constitución se desmantelaba el escenario desde el cual el Presidente Piñera hizo entrega de las campanas de la Iglesia de la Compañía, en su despacho la vocera Ena Von Baer intentaba mediar entre Luciano Cruz Coke y Herman Chadwick. El ministro de Cultura y el presidente del Consejo Nacional de Televisión (CNTV) llevaban varias semanas de conversaciones de oídos sordos que no llegaban a ninguna parte y la reunión comenzó de la misma forma: ambos en posturas irreconciliables.

Cuando Cruz Coke se convirtió en ministro acarició la idea de que la cartera de Cultura tuviese un rol vital en la forma en que se entregan los fondos concursables del CNTV para programas de televisión. El diagnóstico del ex actor, según fuentes de su ministerio, era que en muchos casos los dineros para proyectos televisivos del CNTV favorecen a proyectos audiovisuales que no fomentan la cultura. Como el presupuesto del Consejo, que preside Herman Chadwick, proviene de su ministerio, para Cruz Coke era lógico participar en la toma de decisiones de cómo y a qué proyectos se entregan los recursos.

Autonomía y rendición de cuentas

El argumento, sin embargo, era inviable para Chadwick debido a que el CNTV es un ente autónomo. Desde que Ricardo Lagos lo designó en su gobierno, el primo hermano del Presidente Piñera lleva nueve años en el Consejo y ha sido un vigilante celoso de la independencia formal del CNTV respecto de los gobiernos de turno. El 11 de abril pasado el abogado de la Universidad Católica y socio del estudio Chadwick & Aldunate reemplazó al DC Jorge Navarrete en la presidencia del CNTV y fue ratificado en el cargo por Piñera a mediados de este mes.

Como el CNTV está integrado por once miembros, diez de los cuales son designados por el Presidente con acuerdo de la mayoría del Senado, la queja de Cruz Coke, según Chadwick, no tiene sentido. “El CNTV es absoluta y totalmente autónomo. Se lo dije al ministro: Luciano si tú quieres algún día algo más junto, más cercano entre el ministerio de Cultura y el CNTV, hay que modificar la Constitución y leyes que tienen quórum calificado. La garantía que da el CNTV al gobierno de turno es que el CNTV es un organismo autónomo”, dice Chadwick.

La explicación que ahora da el Presidente del CNTV, en septiembre todavía no satisfacía a Cruz Coke quien insistió en su postura. El CNTV recibe $ 3.500 millones de las arcas del Ministerio de Cultura, lo que representa un 6% de su presupuesto anual. Así como Cultura transfiere dinero a instituciones como Balmaceda 1215 y Matucana 100 y exige la firma de convenios incluyendo condiciones como la rendición de cuentas, Cruz Coke planteó que el CNTV debiera tener la misma obligación de responder al girador de los recursos. Según un cercano al ministro, ex actor de teleseries y películas, su idea era que el Consejo Audiovisual (CAIA) –parte de los organismos que entregan fondos concursables de Cultura- estuviese representado en el CNTV para fomentar la financiación de proyectos audiovisuales de corte cultural, asegurando el “buen uso” de los dineros. “Obviamente al CNTV no le gustó -dice la misma fuente- porque en el fondo la autonomía del CNTV es una frase en la que se escudan para que nadie pueda entrar con la más mínima influencia y tratan de dejar a todo el mundo afuera”.

“El CNTV debe velar por mejorar la calidad de la programación televisiva”, responde Chadwick: “Cultural, televisiva y que tenga audiencia. Deben ser programas con contenido televisivo, que entretengan, que diviertan. En ese tipo de cosas tenemos el fondo con el que premiamos en distintas categorías a audiovisualistas chilenos. Este año premiamos Los 80, Adiós al Séptimo de línea, Cartas de mujer. Algunos de esos programas tienen aspectos culturales pero no tenemos la osadía de decir qué es lo que es cultura”.

Decisión salomónica

Los argumentos anteriores fueron parte de las conversaciones entre Chadwick y Cruz Coke. Mientras el primo del Presidente se mantuvo fijo en que el CNTV como ente autónomo no tenía por qué incorporar a nadie de Cultura, el ministro insistió con que era necesario que la cartera tuviese voz y voto en la distribución de fondos concursables del Consejo.

En un minuto dado Cruz Coke perdió la paciencia y pidió que los recursos asignados al CNTV fueran sacados de la partida presupuestaria de su ministerio y otra cartera lidiara con el Consejo. Entonces intervino La Moneda y Ena Von Baer los citó para mediar entre ambas posturas.

[cita]Finalmente se adoptó una decisión salomónica: ni Cruz Coke podría integrarse al CNTV con rango de director, ni Chadwick podría dejar a Cultura fuera del diseño de los concursos para proyectos de TV.[/cita]

En la reunión del miércoles 29 de septiembre hubo momentos de alta tensión. En medio de la discusión, Cruz Coke volvió a la carga planteando que lo mínimo esperable era que el CNTV rinda los dineros de los fondos concursables a Cultura e integre a representantes del ministerio en el Consejo. En el ministerio de Cultura reconocen que “hubo desacuerdos y en esa discusión medió la ministra Von Baer. Siempre todo dentro de un marco de caballerosidad; pero con franqueza lo que se dijo es que a nosotros nos convendría que esta platas no pasaran por Cultura si no se nos incluía en los fondos y el comité cultural del CNTV”. Chadwick se negó.

Finalmente se adoptó una decisión salomónica: ni Cruz Coke podría integrarse al CNTV con rango de director, ni Chadwick podría dejar a Cultura fuera del diseño de los concursos para proyectos de TV. El acuerdo incluyó que ambos organismos elaborarían en conjunto las bases de los fondos y para ello se creó un comité cultural con tres miembros designados por el ministro de Cultura y tres definidos por el Presidente del CNTV. El convenio ya está firmado y Contraloría tomó razón el 17 de diciembre pasado.

Pese a que la intermediación de Von Baer sirvió para destrabar una disputa que amenazaba pasar a mayores, las rivalidades continúan. Mientras en Cultura hablan de una victoria para el ministro que “ahora tendrá influencia en el CNTV porque los que tienen el expertise cultural somos nosotros”, Chadwick  asegura que habrá colaboración “pero teniendo claro que quien dirime es el Consejo”. Según el abogado el proceso de negociaciones con Cruz Coke “fue tenso dentro de la amistad. Lo que pasa es que los ministros llegan con muchas ganas de hacer cosas y hay que darse cuenta de las cosas que se han hecho para atrás. Uno es un continuador y hay cosas que mejorar pero no hay que borrar lo que ya se ha hecho”.

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