Ante el ayuno iniciado el 15 de marzo en la cárcel de Angol, el ex candidato presidencial aseguró que «Jonathan Huenuche, Ramón Llanquileo, Jonathan Huillical, Héctor Llaitul recibieron condenas diferenciadas en un juicio caracterizado por una serie de irregularidades y la ausencia de garantías constitucionales».
El presidente del Partido Progresista (PRO), Marco Enríquez-Ominami, se manifestó muy preocupado por la situación que están atravesando cuatro comuneros mapuche que llevan más de 80 días en huelga de hambre, pues se trata de un «estado inaceptable para cualquier ser humano».
El ex candidato presidencial subrayó que el Ejecutivo «no puede esperar que muera uno de los mapuche presos, para reconocer que se ha equivocado completamente y no ha reconocido, ni los otros gobiernos anteriores tampoco, la necesidad de derogar una ley discriminatoria creada en dictadura».
El antes diputado comentó que «los mapuche condenados Jonathan Huenuche, Ramón Llanquileo, Jonathan Huillical, Héctor Llaitul recibieron condenas diferenciadas en un juicio caracterizado por una serie de irregularidades y la ausencia de garantías constitucionales, y en el cual se utilizaron más de 30 testigos protegidos, vale decir sin rostro, que los inculparon, además de extensos períodos de prisión preventiva».
Por esto, Enríquez-Ominami recalcó que «se considera que la aplicación de la Ley Antiterrorista se está realizando de todas maneras, aunque el Gobierno se comprometió a no volver a utilizarla».
Según el líder del PRO, «si los inculpados no fueran mapuche, el trato sería muy distinto. Aquí ha primado una justicia basada en la criminalización del pueblo mapuche; y, por ende, consideramos como Partido Progresista que lo que efectivamente hay es discriminación, y los mapuche están siendo enjuiciados no solo por motivos judiciales sino que por motivos políticos».
