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«Es incompatible ser homosexual y estar en política, especialmente en la derecha»

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
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Entre el 2006 y 2007 encabezó a los jóvenes de su partido pero una disputa con el timonel Carlos Larraín, lo hizo dejar el cargo. Lo que nadie sabía en la tienda de Antonio Varas era que escondía un secreto que temía le impidiera seguir desarrollándose en este mundo. Aunque ya había renunciado a su cargo, después de un tiempo decidió alejarse de la vida partidista porque el ocultamiento de su condición homosexual le impedía ser feliz. Ahora se la juega por lo mismo que Luis Larraín Stieb y Pablo Simonetti: abrir el camino para que las minorías sexuales tengan los mismos derechos que todos los chilenos.


Mientras los políticos debaten acerca de la regulación de las uniones de hecho en beneficio de las minorías sexuales, si AVC o AVP, aún parece lejano tener en Chile un “servidor público” u “honorable”, menos aún Presidente de la República, que se reconozca abiertamente como homosexual. Esas cosas pasan en Europa, incluso en Estados Unidos, pero en nuestro país no.

Esa tesis es reafirmada por Oscar Remantería (31), que habiendo sido hace no mucho presidente de la Juventud de Renovación Nacional (2006-2007) decidió alejarse de la política activa, porque de continuar en ella nunca podría haber “salido del clóset”, ocultando eternamente su opción sexual. Aunque ahora observa más bien desde fuera, tiene la convicción de que “poderosos dirigentes de derecha son homofóbicos, pero principalmente influenciados, indudablemente, por la Iglesia”.

Oscar perdió a sus padres siendo un niño y entre sus varios hermanos tiene uno gemelo, Francisco, que es heterosexual, por lo que descarta que la crianza tenga que ver con la homosexualidad, ya que ambos fueron criados por su abuela en una parcela. Estudió geografía en la Universidad de Chile y es un profesional satisfecho con su trabajo. Pero también le preocupa que Sebastián Piñera cumpla los compromisos que asumió en su campaña, particularmente el del Acuerdo de Vida en Común que, a su juicio, estaría dejando de lado sólo por las presiones de la UDI.

-Tu renunciaste a la presidencia de la juventud de RN por diferencias con el presidente del partido en esa época, Carlos Larraín. ¿Qué es lo que gatilla tu renuncia?
-Porque, en su momento, él decidió –sin consultar a ninguna estructura del partido- nombrar a su hijo como representante de la juventud en un encuentro latinoamericano al cual yo no podía asistir, porque tenía consejo general del partido. Pero era yo la persona elegida por los jóvenes militantes de RN para escoger a quién mandaba en mi representación. Yo me enteré de lo que pasaba el mismo día que el hijo de Larraín estaba abordando el avión.

-¿El hijo de Larraín no participa ni participaba en esa época en el partido?
-No. La excusa o explicación que Carlos Larraín fue que él quería que su hijo comenzara a participar en política y encontraba una forma de iniciarlo, enviándolo al extranjero a un congreso internacional representando a una juventud que ni siquiera había votado por él. Ya era la segunda desilusión fuerte que tenía con él y no estaba dispuesto a transar nuevamente mis valores y principios y decidí renunciar.

[cita]El Presidente Piñera fue súper claro en su campaña y dijo textual: si la sociedad los acepta, ¿por qué el Estado no los respeta? Y lo que está haciendo ahora, es validar el no respeto del Estado hacia las minorías sexuales.[/cita]

-Esa situación concreta es la que te hizo renunciar a la presidencia de la JRN, pero después de eso te alejaste de la vida partidaria y de la política que tanto te apasiona. ¿Qué te impulsó a tomar esa decisión?
-Cuando asumí como presidente de la Juventud de Renovación Nacional, ya también cuando ingresé a militar al partido, lo hice porque me representaban y me representan mucho, los valores y principios de Renovación Nacional.

-Pero ahí existe una contradicción con lo que es tu vida personal.
-Así es. Cuando asumí como presidente de la JRN tuve que hacer una elección bastante injusta. Desarrollarme profesionalmente en la política, porque realmente quería ser un aporte para el país; o, ser feliz con mi vida personal. Pero es incompatible ser homosexual y participar en política en este país, especialmente en un partido de derecha. No porque la derecha no represente a las minorías sexuales, sino porque actualmente los dirigentes conservadores no permiten que estos principios se vean reflejados cotidianamente en el actuar de los políticos.

-¿En ese contexto se podría decir que la generalidad de los dirigentes de la derecha son homofóbicos o es una exageración?
-Yo diría que poderosos dirigentes de derecha son homofóbicos, pero principalmente influenciados, indudablemente, por la Iglesia. Porque los principios de los partidos de derecha hacen una férrea defensa a las libertades individuales, pero eso no se ve reflejado en el actuar de los políticos, o de la clase política, en el Congreso o en el gobierno.

-De hecho se produce una contradicción en el debate acerca de si apoyar o no el Acuerdo de Vida en Común (AVC) del actual ministro Andrés Allamand, con lo que la doctrina del partido predica.

-Sí. Es que actualmente los partidos políticos de centro derecha, como Renovación Nacional, o de derecha, como es la UDI, en la práctica obligan a la persona al momento que ingresa al partido a tomar una decisión: o mantener en secreto tu vida personal para participar en política o excluirte de la política para ser feliz en tu vida personal.

-Que es lo que tuviste que hacer tú.
-Mira, cuando yo asumí como presidente de la JRN estaba pololeando con un hombre –probablemente es la persona que más he amado en mi vida, que más me apoyó en este desafío que fue participar en Renovación Nacional, como dirigentes político, y, a la vez, fue la persona a la que más hice sufrir y más negué, por poder desarrollarme en la política. Y eso es algo que me va a penar para siempre, porque traicioné severamente mis valores y principios como persona.

-¿Él también participaba en política?
-Él también participaba y actualmente es militante de Renovación Nacional, pero ya no participa activamente.

-¿En ese minuto de tu vida él participaba contigo en la juventud de Renovación?
-Sí, participaba y hacía un excelente trabajo. Y lo que yo quiero destacar es que mientras uno no se asuma como homosexual, en un partido político, eres una excelente persona, porque te califican de acuerdo a tu trabajo y yo fui muy bien calificado. En el momento que yo hubiese abierto la boca, asumiendo mi condición sexual, inmediatamente habría sido excluido. Por eso es tan dura e injusta la decisión que tuve que tomar en ese momento.

-Imagino que sigues sintiéndote representado por Renovación Nacional…
-Sí, en la mayoría de los aspectos…

AVP: falta de respeto

-En medio del debate por regular las uniones homosexuales ¿te representa el AVC de Allamand, considerando el compromiso asumido por el Presidente Sebastián Piñera en la campaña?
-Me gustaría separar las cosas. El Acuerdo de Vida en Común, que presentó el actual ministro Allamand, es un primer paso muy importante. El Acuerdo de Vida en Pareja (AVP), que es lo que se está discutiendo ahora, que fueron las modificaciones por las que presionó la Unión Demócrata Independiente, particularmente el diputado José Antonio Kast, es una falta de respeto para las personas. Así de simple.

-¿Por qué tan categórico?
-Porque condiciona las relaciones de respeto, de cuidado mutuo, de amor, que trata de validar el AVC, a un acuerdo, o relaciones comerciales, que se inscriben en una notaría. Eso es una falta de respeto para el ser humano. El Presidente Piñera fue súper claro en su campaña y dijo textual: si la sociedad los acepta, ¿por qué el Estado no los respeta? Y lo que está haciendo ahora, es validar el no respeto del Estado hacia las minorías sexuales.

-¿En ese sentido te sientes un poco decepcionado de que Piñera haya hecho una oferta, hacia tu mundo, que no está cumpliendo?
-Sí, este fue uno de muchos. Porque el programa de gobierno es bastante amplio. Pero, la verdad es que estoy profundamente desilusionado con el Presidente, porque está cumpliendo sus promesas de campaña maquilladas. Y maquilladas con algo que yo no habría aceptado, en su momento, como una propuesta de campaña.

-¿Cómo así?
-Veo una inconsistencia muy grande en el actual gobierno. Entiendo que cuando el Presidente manda un proyecto de ley al Congreso puede ser modificado, porque está en los partidos, ahora de oposición, negociar para buscar un ajuste de acuerdo a lo que requiere toda la sociedad. Lo que considero una absoluta aberración política es que las mismas propuestas que fueron amparadas, durante la campaña, por los dos partidos de gobierno –Renovación Nacional y la UDI-, y estoy hablando especialmente de la UDI, ahora las quiera cambiar, cuando teóricamente eso le correspondería a la oposición no al gobierno. Y el Presidente, más encima, está cediendo y está cediendo con algo tan importante como es el respeto a la persona. Para mí el AVP es una falta de respeto a la persona, si el Presidente lo aprueba es una cachetada a las minorías sexuales de este país.

Piñera, “casi como Salvador Allende”

-¿Sientes que la actuación del Presidente en este aspecto apunta a darle en el gusto a la UDI?
-Mira, estoy viendo que el Presidente Piñera se está comportando casi como Salvador Allende, en su época, y está dejando que los partidos gobiernen. No está gobernando él.

-¿Y qué se podría hacer?
-Le haría un llamado al Presidente de la República a que cumpla sus promesas tal cual las presentó en su campaña.

-¿Entonces estarías de acuerdo con la Concertación en cuanto a que la mayoría de sus proyectos tienen “letra chica”?
-No diría que letra chica, pero sí una presión muy fuerte de la Unión Demócrata Independiente. Y, para bien o para mal, la UDI es un partido en el cual el gobierno se tiene que apoyar. Ahora, yo le aconsejaría a la UDI que sea un poquito más consecuente entre lo que apoyó en campaña con lo que ahora tiene que mandar al Congreso.

-¿Sientes que en la política chilena, incluyendo a los partidos “progresistas”, existe un rechazo generalizado hacia las personas de tu condición sexual? ¿Si se sabe tu opción sexual cuesta más hacer carrera política?
-Mira, en esto quiero ser bien sincero, yo conozco homosexuales tanto de la UDI, como de RN, como de la Democracia Cristiana, Partido Socialista, etc. La Concertación está tomando ahora como bandera de lucha los derechos individuales y el respeto por la persona, que es muy válido. Pero eso fue parte de una evolución, porque en los años ’60 o ’70 periódicos ligados a los Partidos Comunista o Socialista hablaban, en portada, de los maricones. Pero se produjo una evolución bastante positiva a la que se deberían sumar los partidos de derecha.

-¿Por qué crees que tu sector está tan atrasado en esto?
-Pero ya hay disidencia y estoy muy feliz por eso. Y cada vez va a aumentar más. En estos momentos tenemos parlamentarios jóvenes de RN que están presionando al gobierno a que cumpla con lo que prometió en el tema de las minorías sexuales. Estos diputados están reencausando el comportamiento de los políticos de estos partidos de derecha hacia lo que son sus declaraciones de principios.

El partido confesional

-¿Qué hizo que ahora decidas hacer pública tu homosexualidad?
-Ahora están dadas las condiciones para que yo hable para decir que ya basta. El Presidente prometió algo, se votó por él por sus promesas y lo único que yo estoy pidiéndole, al igual que mucha gente, es que cumpla. En esto hay que ser pragmático: hay una estadística básica que dice que el 10 por ciento de la población es homosexual, estaríamos hablando de que en Chile 1 millón 700 mil personas pertenecen a algunas de las minorías sexuales y este proyecto de AVP estaría desconociendo los derechos esta gran cantidad de ciudadanos.

-¿Dónde trabajas conocen tu condición sexual o se van a enterar ahora igual que quienes fueron tus correligionarios de partido?
-La mayoría conoce mi condición. Además, la empresa donde trabajo tiene como una política la no discriminación de ningún tipo. Entonces, yo me siento tranquilo. Siento que donde trabajo reconocen mi derecho a ser distinto y eso es lo que quiero pedirle al gobierno: que reconozca el derecho de 1 millón 700 mil personas a ser distintas y a reconocer que, a la vez, son iguales al resto. Tenemos el 10 por ciento de la población que es homosexual y no tiene los mismos derechos que la población heterosexual, pero paga los mismos impuestos. Y eso no es justo. Indirectamente yo pago los matrimonios de las parejas heterosexuales y quiero que el día de mañana paguen el mío.

-¿O sea tu esperas que lo que se apruebe, ya sea AVC o AVP, sea el inicio del camino al matrimonio homosexual que es justamente lo que más teme la UDI y un sector de RN?
-Sí, tal como te lo dije, es un primer paso. Para mí lo ideal es el matrimonio igualitario. ¿Por qué negarle la posibilidad a dos personas que se aman, que quieren pasar una vida juntos, a que el Estado los reconozca y los proteja como una unión? Y aquí quiero hacer una separación que parece que la gente de la UDI no la tiene tan clara: estoy hablando de matrimonio civil no del sacramento de la Iglesia. Que los curas se queden con su sacramento, eso es de la Iglesia. Yo estoy hablando del matrimonio civil, que es lo que regula y registra el Estado de Chile para todos los chilenos, no sólo para algunos. La UDI se está portando como un partido político confesional, pero sus dirigentes, militantes y parlamentarios no se están dando cuenta de un hecho esencial: ellos fueron escogidos por la ciudadanía, no por el obispo ni por el arzobispo.

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