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Salud: qué hacer con los niños en vacaciones de invierno

Entender que el aburrimiento es parte del desarrollo de su aprendizaje es importante para los padres. Generar juegos simples siendo creativos en lo cotidiano ayudará a no estresarse para entretenerlos y disfrutar con ellos.


Comenzaron las vacaciones de invierno y con ellas, la preocupación de los padres que tienden a  centrarse en qué hacer con sus hijos durante el los días libres que entregan los colegios.

Existen diversas actividades que los niños pueden realizar. Juegos, deportes, paseos y talleres suenan como algunas de las más comunes, pero es bueno saber que el aburrimiento no es la peor alternativa.

La psicóloga de Clínica Vespucio, Jéssica Piña, señala que el aburrimiento, es una condición importante de aprender, integrar y canalizar. La sociedad actual invade a los niños con juegos de computación, internet, 24 horas al día de televisión y juguetes de todo tipo para evitar el aburrimiento. Este contexto “disminuye la capacidad de desarrollar estrategias de resolución de conflictos, la creatividad en algunos aspectos del desarrollo cognitivo, y en general de todas formas genera aburrimiento, porque la monotonía de las actividades en los niños en desarrollo también hace que aquello que tienen disponible ya no sea tan entretenido y estimulante”, argumenta.

Detallando la importancia del aburrimiento, la psicóloga explica, “es difícil para los niños encontrar dentro de sí mismos una alternativa para entretenerse, por lo tanto es real la idea de que a veces es bueno que se aburran para que también puedan valorar lo que tienen y generar actividades que los entretengan, pero que sean desarrolladas y creadas por ellos, como dibujar, hacer manualidades, inventar cosas, buscar alternativas. Así se incrementa su capacidad creativa y la conexión emocional con sus propios intereses”.

En relación al rol de los padres, estos se pueden ver estresados cuando el aburrimiento se convierte en un problema. ”A veces, se planean actividades que demandan mucho tiempo de preparación, un esfuerzo económico y eso desgasta si es que las condiciones no están dadas para que las cosas que se planean fluyan con tranquilidad. Cuando no se sabe qué hacer frente al aburrimiento de los niños nos volvemos padres complacientes y permisivos, entonces se pueden desarrollar muchas expectativas en torno a las vacaciones y a los niños les cuesta comprender que a veces no es posible llevar a cabo todas las expectativas creadas”, acota la especialista.

Al abordar el asunto desde una perspectiva más profunda, la psicóloga de Clínica Vespucio argumenta que cuando los niños aprenden un sistema de funcionamiento, en donde las cosas se conversan y se dejan lo más claras posible, éstos se adaptan. “Es una condición natural de la especie humana. En general, somos los adultos los que vamos generando las expectativas en los niños, somos los adultos los complicados con la situación del aburrimiento y se lo transmitimos a los niños”, comenta.

Según Piña, entretener a los niños no es tan difícil como se cree, por lo que no es necesario incurrir en gastos muy altos, planificar largos paseos o actividades que desgasten. “Llevar lápices y un block o cuaderno a algún lugar con árboles y crear un dibujo bonito que luego se pueda  colgar en alguna parte de nuestra pieza, o ir a una plaza en la que no hayamos estado, llevando frutas para hacer un pequeño picnic, pueden ser algunas simples formas de entretención”, señala.

La socialización es un factor clave para el desarrollo de los niños y en vacaciones se puede dar una buena instancia para juntarse con amigos, sin embargo la psicóloga explica que “estar en casa y pasar más tiempo con los hermanos,  padres, etc., es relevante para reafirmar ciertas dinámicas familiares, como levantarse por la mañana y tomar desayuno todos juntos en la cama”.

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