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Domingo de violencia y represión en Siria

De acuerdo con los activistas presentes en el terreno, las tropas y los tanques del gobierno comenzaron su asalto múltiple en la madrugada del domingo y se abrieron paso a través de cientos de barricadas erigidas por los residentes hasta llegar al centro de Hama, ciudad especialmente significativa para la oposición pues fue donde el fallecido presidente Hafez al Assad, padre del actual mandatario, ordenó que sus tropas aplastaran una revuelta en 1982.


El asalto a la ciudad siria de Hama por parte de las tropas leales al gobierno de Bashar al Assad ha cobrado al menos 45 víctimas civiles, según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos citando a fuentes de hospitales en la ciudad.

De acuerdo con los activistas presentes en el terreno, las tropas y los tanques del gobierno comenzaron su asalto múltiple en la madrugada del domingo y se abrieron paso a través de cientos de barricadas erigidas por los residentes hasta llegar al centro de Hama.

El gobierno sirio, por su parte, dijo que dos soldados fueron atacados por hombres armados cuando estaban retirando las barricadas.

En una declaración oficial, además acusó a grupos armados de haber quemado estaciones de policía y destrozado propiedad privada y pública.

La ciudad de Hama es especialmente significativa para la oposición pues fue donde el fallecido presidente Hafez al Assad, padre del actual mandatario, ordenó que sus tropas aplastaran una revuelta en 1982.

La acción se saldó con unos 30.000 muertos, el episodio más violento de la historia moderna de Siria.

Según reporta para la BBC desde Damasco Lina Sinjab, esta última acción del gobierno «es interpretada como un claro mensaje por parte de las autoridades en el sentido de que no tolerarán protestas a gran escala de cara al mes sagrado del Ramadán».

Sin embargo, activistas de oposición salieron a confrontar a las tropas al grito de «no seremos asesinados otra vez», apunta Sinjab.

Protesta de EE.UU.

El agregado de prensa de la embajada estadounidense en Siria calificó la represión como una guerra declarada por parte del gobierno a su propio pueblo.

En referencia al asalto, J.J. Harder le dijo a la BBC que se trata de un «último acto de absoluta desesperación».

El funcionario estadounidense desestimó la versión oficial siria de que hay pandillas que atacan a sus tropas y dijo que el Ejecutivo es el único grupo armado en Hama.

En el lugar, un médico citado por la agencia Reuters dijo que la mayoría de las víctimas fueron llevadas a hospitales de las ciudades de Badr, Al Horani y Hikmeh.

Según el facultativo, que no quiso ser identificado, además hay decenas de heridos y escasean los suministros en los hospitales.

«Los tanques están atacando desde cuatro direcciones. Están disparando sus poderosas ametralladoras al azar y retiran los bloqueos de caminos levantados por los habitantes», denunció el médico con el ruido de los disparos de fondo.

El presidente Al Assad intenta poner fin así al alzamiento contra sus once años de gobierno que se inició en marzo pasado, inspirado por las revoluciones de la «primavera árabe», que en Túnez y Egipto acabaron con los gobiernos.

Desde entonces, Siria es escenario de numerosas revueltas populares contra el gobierno. La violencia se ha cobrado la vida de más de 1.500 civiles y 369 soldados y miembros de las fuerzas de seguridad, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

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