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Contraoferta de la Confech divide al oficialismo

En la Alianza de gobierno existen dos posiciones sobre el conflicto estudiantil: la primera es la postura de sectores que buscan que las conversaciones para solucionar el tema se hagan en el parlamento a través de los proyectos de ley que el Ejecutivo envíe, mientras que la segunda apuntan a continuar con diálogo con los actores sociales y escuchar las condiciones planteadas por los jóvenes.


La contraoferta dada a conocer por la Confech el pasado jueves, como respuesta al cronograma del gobierno para solucionar el conflicto, provocó una división dentro de las filas de la Alianza, debido a que hay sectores que buscan que la discusión se haga en el Congreso y otros piden mayor flexibilidad al Ejecutivo para tener un diálogo más fluido con los actores sociales.

El gobierno planteó la instalación de tres mesas de trabajo para resolver el conflicto estudiantil, pero los estudiantes replicaron con una contraoferta que causó distintas posturas en los partidos de gobierno y cautela en el Ejecutivo.

A pesar de los estudiantes rechazaron el cronograma del gobierno, no desechan por completo el diálogo que ya tuvo su primer inicio el fin de semana pasado, tras la reunión con el Presidente Sebastián Piñera.

La Confech solicitó colocar en el debate el fin del lucro y la gratuidad como primer punto y no al final como lo sugiere la propuesta del Ejecutivo. Además, está la propuesta de televisar las conversaciones y extender el plazo de cierre de semestre fijado para el 7 de octubre, además, de congelar el envío de proyectos de ley sobre el tema al Congreso.

La posición del gobierno es la de no detener el cronograma establecido por La Moneda para la tramitación legislativa, según lo manifestó el ministro de Educación, Felipe Bulnes, reiterando la voluntad de continuar con el diálogo a pesar del rechazo de los estudiantes.

El gobierno pretende enviar, la próxima semana, al Congreso una reforma constitucional para consagrar el derecho a una educación de calidad y posteriormente otra sobre la desmunicipalización y, por último, la creación de la superintendencia de educación superior.

Según publica La Tercera, citando a altas fuentes de La Moneda, sería difícil de aceptar todas las condiciones propuestas por los estudiantes, pero que el objetivo fundamental es salvar la mesa de diálogo.

Sin embargo, la contrapropuesta de los estudiantes causó cautela en el gobierno y posiciones cruzadas dentro de los partidos de la Alianza, ya que algunos parlamentarios estiman que el diálogo debería estar centrado en el Congreso, mientras que otros están por aceptar las peticiones de la Confech.

Entre quienes están por llevar la discusión al parlamento figura el senador de la UDI, Jovino Novoa, quien reiteró que es la “hora de ponerse serios, de discutir en el Congreso los proyectos”. A su vez, el presidente del gremialismo, Juan Antonio Coloma, dice que el diálogo debe estar abierto, pero que no se puede esperar en forma indefinida por lo que es necesario avanzar en los proyectos.

La otra posición corresponde a la senadora de RN, Lily Pérez, quien señala que ningún tema puede estar debajo de la mesa y que si los jóvenes se reúnen nuevamente con el gobierno, este debe estar abierto para escucharlos.

Además, el senador de la UDI, Hernán Larraín, llamó a escuchar a los estudiantes sobre sus propuestas y que el gobierno “pueda conversar con ellos acerca de estas condiciones”.

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