Publicidad

La doble militancia de José Cox como negociador del Transantiago y contraparte del MOP en ruta concesionada

La Ruta de la Madera, la primera concesión que el Estado compra a privados, está ligada a parte del “tercer piso”, el grupo de amigos empresarios a los que el Presidente Piñera escucha frecuentemente. Entre ellos, José Cox ─ que lideró la recaudación de fondos para su campaña presidencial─ habría participado en las tratativas, al menos en buena parte del año 2010. Desde la otra vereda, este ingeniero comercial también ha negociado, representando al Estado con el Administrador Financiero del Transantiago (AFT).


El 8 de enero de 2010, nueve días antes de que Sebastián Piñera ganara en la segunda vuelta presidencial, su gran amigo José Cox presentó su renuncia al cargo de director y presidente del directorio del Camino de la Madera, Sociedad Concesionaria S.A.

Pese a ello, el empresario ─que ha sido sindicado como el “negociador” del mandatario por su rol como representante del gobierno en la mesa de conversaciones con el Administrador Financiero del Transantiago, AFT─, no habría dado un paso al costado en las tratativas que permitieron que hace unas semanas el Estado confirmara la compra de la Ruta de la Madera por el precio de UF 736.343, (unos 34 millones de dólares) muy superior al precio estimado tentativamente por el gobierno de la Presidenta Bachelet.

Así lo señalan fuentes que participaron en dichos encuentros, y que aseguran que “las reuniones de negociación de la concesión las lideraba Cox”.

Al menos ocurrió hasta buena parte de 2010, lo que se refleja en un correo electrónico al que tuvo acceso El Mostrador fechado el 29 de abril de ese año. En dicho mail, José Cox determina las directrices, según las cuales continuará dándole un marco legal y operativo a los acuerdos alcanzados. Entre ellos, “convenir un valor de venta de la concesión”.

Además, detalla que para “trabajar en el referido marco, hemos contratado al abogado Juan Enrique Miquel”, ex subsecretario de Obras Públicas durante el gobierno de Patricio Aylwin. Y señala que “estamos a tu entera disposición para reunirnos, a partir de mañana mismo, con abogados de la Fiscalía de la Coordinación de Concesiones y los profesionales que tú indiques”.

En junio de ese año, y según las mismas fuentes, “hubo una reunión en el piso 7 de Coordinación de Concesiones con Mauricio Gatica, junto a otros funcionarios. Ahí estaba el gerente de la Ruta de la Madera, Juan Vargas, con un abogado. Y también José Cox, que en la práctica era quien llevaba la negociación por parte de la concesionaria”.

Ese mismo mes el entonces ministro del MOP, Hernán de Solminihac, anunció que se había logrado un acuerdo con la concesionaria para terminar anticipadamente el contrato.

[cita]También forman parte de este grupo Ignacio Guerrero, y el propio José Cox, dos de los tres socios de CMB Prime AFI Administradora, encargada de gestionar el Fondo de Inversión Prime-Infraestructura, que posee 26,49% de la Ruta de la Madera. Sus oficinas se encuentran en Apoquindo 3000, sólo unos pisos más abajo del cuartel empresarial de Piñera.[/cita]

Al respecto, Cox señala que: “la ruta es administrada por un directorio del que no formo parte. Me salí y el que ha llevado todo es Juan Eduardo Vargas, que es su gerente”. En todo caso dice que “no voy a desmentir un mail, quizás en ese minuto me pidió ayuda, pero Juan Eduardo llevó las negociaciones”.

Otra de las fuentes que participaron en dichas negociaciones afirma: “me acuerdo que Vargas llevaba la batuta, sin perjuicio de que algo tenía que ver Cox. Pero el que daba la guerra era Vargas”.

Más allá de cuál fue el verdadero rol jugado por Cox en esta negociación, ─el Ministerio de Obras Públicas (MOP) señaló que “sí participó y defendió la postura de la empresa, ya que era accionista, así que tuvo un rol”─, lo cierto es que en pocas semanas la cartera liderada por Laurence Golborne sellará el contrato para readquirir esta ruta. Así, se anticipará en siete años el término de una de las primeras concesiones adjudicadas en Chile. Al respecto, desde el ministerio aseguran que “no hubo llamadas del Presidente y la definición se tomó en base a estudios y peritos”.

¿La razón? las malas condiciones de la ruta, la que según el ex ministro de Obras Públicas, Sergio Bitar, “era un vergüenza”, ya que existían constantes cortes del camino, sobre todo en invierno, y las tarifas eran altas, lo que no se condecía con el servicio prestado. De hecho, durante los temporales que azotaron la zona en 2006 se congelaron las tarifas y se impidió a la concesionaria reajustarlas.

Según señaló Cox a este medio “lo compraron (el Estado de Chile) porque el negocio murió”.

El gerente general de la Ruta de la Madera, Juan Eduardo Vargas, declara que: “el modelo de negocios con que definió y licitó el Estado esta concesión (año 1994) no permiten resolver los problemas que con el paso del tiempo se han ido generando, la red alternativa a la concesión se mejoró a niveles de estándar superiores a los definidos para el camino de la madera perdiendo la ruta competitividad y el entorno físico del camino ha cambiado, requiriendo obras adicionales importantes. Todo esto hace que el camino, bajo la expectativa de usuarios acostumbrados a otros estándares, sienta que sus expectativas no son satisfechas y que además tiendan a usar la ruta a velocidades que no son las permitidas, generando una percepción de inseguridad y riesgo. Por lo mismo, el MOP ha intervenido las tarifas del contrato, primero congelándolas y posteriormente al terremoto reduciéndolas, de hecho la tarifa actual es casi la mitad de la tarifa máxima contractual”.

En 2006 se iniciaron las conversaciones en torno a la necesidad de pactar el término anticipado de la concesión del camino que conecta las localidades de Los Ángeles, Angol, Nacimiento y Santa Juana con la ciudad de Concepción y los puertos de la VIII Región, lo que finalmente se zanjó hace unas semanas. Así lo informaron desde el MOP, detallando que el precio fue determinado por la Comisión Conciliadora ─encargada de zanjar las controversias entre concesionarios y el Estado─ y dos peritajes, uno de los cuales fue realizado por el ex rector de la Universidad de Chile, Luis Riveros. De esta forma y por primera vez el fisco comprará una ruta concesionada.

El precio alcanzado es bastante mayor al que el gobierno anterior estaba dispuesto a pagar, el que no llegaba las UF 300 mil. Pero, como señalan altas fuentes de dicha administración, habría que revisar detenidamente el Expediente de la Comisión Conciliadora, ya que hay que tomar en cuenta que en ese tiempo se encontraban en plena crisis económica y no se había llegado a negociar con la concesionaria.

Los accionistas principales de la ruta de la Madera son Constructora Belfi (34%), y el Fondo de las Américas Emergentes (34%), administrado por Las Américas AFI, sociedad pertenecientes a Empresas Penta, cuyos socios principales son Carlos Eugenio Lavín y Carlos Alberto “Choclo” Délano. Este último forma parte del denominado “Tercer Piso” de La Moneda, integrado por un grupo de empresarios y amigos cercanos al Presidente Sebastián Piñera, con quienes comparte experiencias y temas personales y que además jugaron un rol clave a la hora de convencer al mandatario de vender su participación en Chilevisión y Colo Colo.

También forman parte de este grupo Ignacio Guerrero, y el propio José Cox, dos de los tres socios de CMB Prime AFI Administradora, encargada de gestionar el Fondo de Inversión Prime-Infraestructura, que posee el 26,49% de la Ruta de la Madera. Sus oficinas se encuentran en Apoquindo 3000, sólo unos pisos más abajo del cuartel empresarial de Piñera.

Cierran el círculo del “Tercer Piso” el ex presidente de Icare Fabio Valdés, el gerente general de Lan, Ignacio Cueto y el dueño de Sonda, Andrés Navarro.

El negociador del Transantiago

Cox, que lideró la recolección de fondos para la campaña presidencial de 2009, no sólo ha conversado con el Estado desde la otra vereda. También lo ha hecho en representación del Fisco. Nada menos que en el complejo tema del Transantiago, donde aterrizó como consejero ad honorem del ministerio de Transportes inmediatamente después de que asumiera el ministro de la cartera, Pedro Pablo Errázuriz, en el verano de 2011.

La cercanía con Errázuriz surge por la antigua relación de ambos en Lan, donde Cox fue presidente del directorio de Lan Cargo (actualmente integra el directorio de Lan Airlines) y el ministro fue ejecutivo. Pero también influyó, según explican fuentes del sector, el hecho de que “en los ‘80 José participó en reformulaciones del mundo de la banca: tenía las redes, vínculos y conocimiento de la industria”. Lo que era fundamental a la hora de negociar con el Administrador Financiero del Transantiago (AFT), compuesto por varios bancos.

Según fuentes al interior del ministerio “en la génesis su rol siempre fue pensado a nivel de consejero”, aunque reconocen que “en algún momento se ha requerido más su participación. Pero principalmente reuniones cada par de semanas con participación activa de Cox”.

De acuerdo a lo informado por los diarios La Tercera y La Segunda su rol va mucho más allá del de un simple consejero y en la práctica es un negociador, ya que habría sido llamado para representar al gobierno en la mesa de conversaciones con el Administrador Financiero del Transantiago.

Según Cox, “me he reunido para asesorar. Después del cambio de ministro, Errázuriz se abocó a cambios en contratos tanto con controladores como con Sonda, y me pidió ayuda, tras lo cual he trabajado en la renegociación y reestructuración de contratos del AFT y Sonda”.

Además, el empresario declara: “al final del día lo importante es si el ministro cree que lo puedo ayudar en algo… anteriormente trabajé 7 años para el Estado: todo el gobierno de Aylwin y al iniciar el de Frei. Siempre como asesor en distintos ministerios como el MOP, Economía y Hacienda. Y también en otras 4 instituciones. Ahí me pagaban”

Fuentes internas señalan que “el equipo se ha ido reforzando más internamente para entender los modelos contractuales y con el tiempo se ha ido reduciendo el aporte de José Cox en el proceso”. Su papel principal es en las negociaciones de “mayor y alto nivel, con los directores del AFT. Ese es el vínculo”.

Las mismas fuentes señalan que Cox está al tanto de todos los detalles de las negociaciones.

En tanto, el Coordinador del Transantiago, Patricio Pérez, dice que dentro del equipo del Ministerio de Transportes que renegoció los contratos “José Cox solo desempeñó una labor como consejero para algunos temas específicos y solo tuvo acceso a información específica, parcial y mayoritariamente pública”.

Según un abogado experto en derecho administrativo, es complejo que el empresario “realice estas labores sin contrato y ad honorem, porque sin vínculos con el Estado no tiene responsabilidad. Si tiene o ha tenido un rol protagónico y hubiera algún problema no habría manera de hacer efectiva ningún tipo de responsabilidad en su contra. Esto que podría ser bien mirado en el sector privado como actuar de buenos oficios, en el sector público acarrea otras consecuencias”.

Por ejemplo, el abogado explica que el hecho de que Cox “no tenga un vinculo formal con el Estado le suprime la figura del conflicto de interés. Tampoco se puede aplicar la obligación de rendición de cuentas. En estricto rigor formalmente no toma ninguna decisión, lo que no está muy claro en realidad, ya que no firma documentos. Pero está en una situación límite”.

Al respecto, Patricio Pérez asegura que el ingeniero comercial “solo desarrolló una labor consultiva y, por lo mismo, no le correspondió ni ha participado en la toma de decisiones. En este contexto no existe vínculo contractual con él ni es procedente o necesario disponer de una relación contractual con él”.

Por otra parte, el abogado experto en derecho administrativo señala que podría haber un problema aún mayor si el empresario “negoció paralelamente siendo asesor del Estado. Esto sí es conflicto. …hay una norma que te prohíbe ingresar a la administración cuando tienes contratos vigentes con el Estado. La ley asume conflicto de interés. Sobre todo en caso de asesores de alto nivel, porque por un lado defiende el patrimonio fiscal y en el otro obtiene beneficios del patrimonio Fiscal”.

Cox energético

La esfera de influencia del único amigo que acompañó a Piñera cuando éste tomó un helicóptero con destino a su casa en el lago Ranco, a pocos días de haber ganado en la segunda vuelta, también alcanza los temas energéticos.

Según fuentes gubernamentales durante un encuentro con autoridades de gobierno, cuando aún estaba a la cabeza del ministerio de Energía Ricardo Raineri ─al que según La Tercera el propio Cox habría recomendado en el cargo─, el mandatario “lo presentó como su asesor personal en materia energética”.

Cox le baja el perfil al asunto y asegura que “el tema de energía me entretiene. Me gusta desde hace muchos años y tengo opinión respecto a líneas de transmisión y estudio permanentemente. Pero no es efectivo que sea su asesor personal. Lo que sí puede ser es que me consulte de algún tema y yo le puedo dar mi opinión. Asesor en la sombra definitivamente no es así”.

Cox también habría jugado un rol en algunos episodios energéticos, como el caso Barrancones.

De hecho, Cox y Piñera han trabajado juntos en temas energéticos. Así fue en la Empresa Eléctrica Pangue, (ex filial de Endesa), donde Piñera, a través de Bancard e Ilihue, junto a José Cox e Ignacio Guerrero, compraron acciones de los minoritarios y obtuvieron grandes ganancias al venderlas a Endesa España.

Hoy, el ex presidente de la Bolsa Electrónica inicia un nuevo proyecto hidroeléctrico -alternativa que el Mandatario centró como eje en su estrategia nacional de energía presentada hace unos días-, la central de pasada Mediterráneo. En diciembre el proyecto que espera concretar en la Región de Los Lagos fue ingresado al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA). En total son 13 socios, entre los que se encuentran la Constructora Belfi, el Fondo de Inversiones Los Andes, así como Ricardo Bachelet, Ignacio Guerrero y el propio Cox.

Publicidad

Tendencias