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Ribera y conflictos de interés: “Entonces vamos a la hospedería del Hogar de Cristo a buscar hombres públicos”

«Existe una discusión soterrada si la gente que ejerce cargos públicos debe o no debe tener intereses en el mundo privado. Yo quiero decir rotunda y claramente que no le hace bien al país que vayamos a buscar los ministros debajo de los puentes o entre los que se han dedicado profesionalmente a la política. Le hace muy bien al país que quienes estamos en actividades públicas, ojaló no hayamos pelado la brea y sepamos de actividades privadas”.


El ministro de Justicia, Teodoro Ribera, se reunió esta mañana —por cerca de una hora y media— con la vocera de La Moneda, Cecilia Pérez. Tras el encuentro, el secretario de Estado reiteró que no renunciará a su cargo y aseguró que hay documentos que demuestran que las acusaciones en su contra «fueron realizadas, a lo menos, con mala fe».

La autoridad responde así a una ola de cuestionamientos en su contra originados por su relación con Luis Eugenio Díaz, el principal involucrado en el caso de corrupción detectado en la Comisión Nacional de Acreditaciones (CNA).

«La declaración formulada por la secretaria de la CNA, donde se señala que en algún momento en una sesión Eugenio Díaz manifestó primero que estaba contratado por el Ministerio de Justicia y segundo que se inhabilitaría de votar e incluso de relatar cualquier proyecto universitario, de instituto profesional o CFT donde pudiera estar yo involucrado. Este es un hecho de la mayor trascendencia, porque en definitiva si él oportunamente hizo reserva de esta situación, la clarifico, la aclaró, quiere decir que en definitiva está claro que no había ninguna situación escondida cuando se produjo esa contratación», sostuvo el titular de Justicia.

«Cuando existe un documento que sale ahora a la luz pública, que significa para mí un vuelco en la imputación que se me ha realizado, en términos que yo había contratado a Eugenio Díaz para tener un favor personal, de un organismo como la CNA, que ellos sabían que existía y que ese documento dice que en definitiva Eugenio Díaz dejó testimonio claro, manifiesto, de que trabajaba para el ministerio y que no iba a votar y ese documento no se da a conocer, yo considero que, a lo menos, hay mala fe», agregó Ribera.

Más temprano, el ministro Ribera aseguró en entrevista con el canal 24 Horas de TVN: «No me parece estéticamente impresentable que me lo solicitara ni nunca me sentí presionado. De las 4 contrataciones que él me solicitó, ninguna fue realizada y de las becas solo a una se accedió en 2009 (…) en mi cargo de rector de la U. Autónoma recibía muchas peticiones de gente del mundo político de distintos colores. Los correos de Díaz los recibí, los respondí cordialmente, pero no accedí a las peticiones que él me hizo».

Asimismo, resaltó que «existe una discusión soterrada si la gente que ejerce cargos públicos debe o no debe tener intereses en el mundo privado. Yo quiero decir rotunda y claramente que no le hace bien al país que vayamos a buscar los ministros debajo de los puentes o entre los que se han dedicado profesionalmente a la política. Le hace muy bien al país que quienes estamos en actividades públicas, ojalá no hayamos pelado la brea y sepamos de actividades privadas”.

“Este país está debatiendo que los hombres públicos tienen que estar completamente desvinculados de cualquier actividad privada, por tanto hay dos posibilidades para esto: o vamos a la hospedería del Hogar de Cristo a buscar hombres públicos que no tienen nada en el mundo o buscamos profesionales en la política que no tienen nada que ver con el mundo real porque se han profesionalizado en la política. Necesitamos gente que haya pelado el ajo en la vida real para que no sean teóricos”, concluyó en Canal 13.

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