
Sutherland por denuncia de secuestro contra «En su Propia Trampa»: «A la justicia le viene bien el apodo de ‘ciega’»
El periodista desmintió las acusaciones en contra del espacio televisivo asegurando que «no hubo ni secuestro ni tortura sicológica». El recurso fue presentado en nombre de un joven drogadicto de 17 años al que se buscó convencer de que dejara su estilo de vida y eligiera la rehabilitación.
El animador del programa de Canal 13, «En su Propia Trampa», salió a referirse a denuncia en contra del espacio televisivo por supuesta extracción de menores y tortura. «Somos enfáticos en decir que no hubo ni secuestro ni tortura sicológica. En la denuncia se dice que se le puso una pistola en la cabeza, lo que es falso. Vamos a mostrar todas las imágenes, donde se muestra que nunca fue torturado psicológicamente”, señaló Emilio Sutherland en el matinal “Bienvenidos”.
La denuncia fue hecha por la defensora penal juvenil de Puente Alto, la abogada Georgina Guevara, después de que en el capítulo del 30 de septiembre se armó un montaje para un menor drogadicto que infringía la ley -E. L. C. de 17 años- que apuntaba a cambiar la vida del joven y que optara por la rehabilitación. La puesta en escena consistió en un camión de carga con un supuesto fantasma y una bodega en donde se ubicó un supuesto grupo de delincuentes armados (todos ex reos actores y rehabilitados).
En este contexto, el animador de «En su Propia Trampa» precisó que «en la búsqueda de temas recibimos varias denuncias de un joven que realizaba diversos delitos. Lamentablemente es una persona muy dañada por la pasta base, cuando lo conocimos llevaba más de 40 detenciones. Ahí empezamos a pensar cómo podíamos recuperar a este joven, porque está en el momento justo para rehabilitarse”.
En esta línea, el periodista aprovechó para criticar el actuar de la justicia, señalando que «cuando denunciamos a un colombiano que quiso agredir con un cuchillo a una mujer, al pasar al control de detención sólo les bastó con que pidiera disculpas. Pero ahora enfrentamos penas de hasta cinco años por esto. Parece que a la justicia le viene bien el apodo de ‘la justicia es ciega’”.