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Compromiso de la derecha de no vetar en el futuro a Carlos Cerda destraba nominación de Aránguiz a la Suprema Senado aprobó por unanimidad el nombre propuesto por La Moneda

Compromiso de la derecha de no vetar en el futuro a Carlos Cerda destraba nominación de Aránguiz a la Suprema

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Durante la discusión, varios parlamentarios volvieron a plantear la necesidad de revisar y mejorar algunos aspectos del mecanismo que establece la Constitución para el nombramiento de los miembros del máximo tribunal y que involucra a los tres poderes del Estado. Algunos propusieron que sea en votación secreta y no pública, para así resguardar la independencia.


Por la unanimidad de 35 votos el Senado aprobó este lunes la propuesta del Ejecutivo para el nombramiento del ministro Carlos Aránguiz como nuevo integrante de la Corte Suprema.

Esta expedita votación, que no registró abstenciones ni tampoco pareos, se logró después que los legisladores de la Nueva Mayoría, entre ellos los DC Andrés Zaldívar e Ignacio Walker, el representante del MAS Alejandro Navarro y el PPD Ricardo Lagos Weber, hicieran hincapié en que daban luz verde a la propuesta presidencial como una forma de asegurar el futuro ascenso de Carlos Cerda al máximo tribunal.

Lo anterior, luego de que sectores de la Alianza se comprometieran a respaldar en el futuro a Cerda. La oposición había acusado al gobierno de vetar su nombre por sus fallos contra violadores de derechos humanos durante la dictadura.

Y fue precisamente ese compromiso de la derecha el que permitió que al final se destrabara la opción de Aránguiz.

Durante la discusión, varios parlamentarios volvieron a plantear la necesidad de revisar y mejorar algunos aspectos del mecanismo que establece la Constitución para el nombramiento de los miembros de la Suprema y que involucra a los tres poderes del Estado. Algunos propusieron que sea en votación secreta y no pública, para así resguardar la independencia.

En tanto, la senadora DC Soledad Alvear, quien integra la Comisión de Legislación, Constitución y Justicia del Senado, formuló una suerte de crítica a la forma cómo el gobierno ha llevado adelante estos procesos de nominación.

“Hay que evitar que por meses un nombre esté en los medios de comunicación sujeto a editoriales y artículos, antes incluso que los propios senadores conozcan la nominación, es necesario generar un diálogo previo con todos los parlamentarios”, dijo.

En ese sentido, el PS Camilo Escalona manifestó que «en lo personal no tengo ninguna objeción hacia el ministro Aránguiz», pero agregó que «no puedo sino expresar mi profunda desazón porque el nombre propuesto que muchos de nosotros esperábamos era el del destacado ministro Carlos Cerda».

Recordó que en julio pasado se votó en el Senado la designación de la ministra Gloria Ana Chevesich, propuesta sobre la cual había diferentes opiniones, pero la que respaldaron sin ninguna condición.

«Estimábamos que una actitud noble de parte del Presidente de la República era proceder a la propuesta del ministro Carlos Cerda», esto «entendiendo que en política la nobleza obliga», acotó Escalona.

«Esperábamos que el Presidente de la República tuviera la altura de miras de proceder a someter a la designación del Senado a un ministro que ha sido injustamente postergado durante muchos años», enfatizó el senador socialista, quien finalmente lamentó profundamente «que el jefe de Estado, el Presidente de la República, no haya tenido la altura de miras para actuar con la nobleza correspondiente».

En tanto, el ministro subrogante de Justicia, Juan Ignacio Piña, defendió la propuesta y procedimiento empleado por el Presidente Sebastián Piñera, manifestando que «cuando en un proceso participan los tres poderes del Estado es muy difícil poder sostener que en el ejercicio de sus funciones se obra sin altura de miras o innoblemente, precisamente porque se trata de atribuciones constitucionales».

«Cuando el Presidente de la República ha hecho una nominación como la del ministro Carlos Aránguiz, ha hecho uso de una de sus atribuciones constitucionales», manifestó el secretario de Estado, quien destacó el respaldo unánime entregado por los senadores a la propuesta presidencial.

En tanto, el senador de la UDI Hernán Larraín dijo que en el caso del ministro Carlos Cerda, «lejos de existir un veto, hubo algunos antecedentes objetivos a la vista en ese momento».

El parlamentario dijo que Cerda «es un buen juez», sin embargo, cuando se elige ministro de la Corte Suprema, «se le pide algo más», resaltando que durante 1995 y 2005 el juez Cerda tuvo un récord de calificaciones negativas porque hacía procedimientos muy discutibles.

Pese a ello, y considerando que en los últimos años sus calificaciones son buenas, «se abre la posibilidad que lo nombremos. No hay un veto para el ministro Carlos Cerda, creo que tiene que ver más con hechos objetivos que son los que nos han llevado a muchos a rechazar su nombramiento en el pasado».

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